Memorias de Alcolhuacan

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El origen del poblado se encuentra en el pasado prehispánico. Su nombre significa "sobre la cueva" y fue un importante sitio de minas de tezontle. Era dependencia del señorío de Texcoco y estuvo sujeto a Otumba, estado satélite de los acolhuas. Más adelante, estuvo sujeto a Mexico-Tenochtitlan, en tiempos del tlatoani Axayácatl. Al finalizar la conquista en 1521 quedo en poder de Hernán Cortés. Posteriormente el poblado fue entregado como encomienda a Diego de Ocampo y para 1545, el gobierno de San Nicolás Oxtotipac pasó a la Corona. Sobre el convento, los misioneros franciscanos llegaron hacia 1527 y se cree que fue hasta mediados de esa centuria cuando iniciaron la construcción del conjunto.

El templo presenta modificaciones a su estructura original. Se sabe que este sitio no fue una vivienda estable para los mendicantes, sino que solamente venían de visita para las celebraciones litúrgicas y un espacio mínimo era suficiente para descansar o pernoctar en caso de ser necesario. En la entrada a la capilla abierta se encuentra lo que fue el bautisterio, donde hay una pila bautismal de piedra labrada en una sola pieza que tiene inscrita la fecha de 1570 .Afuera del atrio, justo enfrente de su acceso principal, se encuentra una enorme cruz de cantera labrada, de aproximadamente cuatro metros que se levanta sobre un zócalo de casi dos metros de altura. En la base de la cruz encontramos símbolos referentes a la Pasión de Cristo y en el remate el INRI, dicha cruz data del siglo XVII.

Al interior del ex convento se encuentra una estructura de albañilería forma el nicho que contiene la urna de Cristo; flanqueada por pinturas murales de manufactura popular que representan a la Virgen María y a San José. Esquinada y con una interesante decoración mural aparece San Nicolás tres infantes, además de San Francisco, San Sebastián, un personaje con una ofrenda y varios arcángeles que sostienen símbolos de la Pasión. La estrecha escalera que nace en otro de los ángulos del claustro conduce a la planta alta que luce una pintura mural de San Cristóbal, obra está firmada por Salvador Cayetano en 1791. En el mismo nivel se encuentra una efigie de la diosa de la maternidad, encontrada durante una excavación arqueológica. El Ex convento de San Nicolás Oxtotipac es una joya diminuta y acogedora, que encontré en mis viajes de manera fortuita, lugar que me fascino por su toque mágico, y ejemplo de lo que podemos encontrar en nuestro estado, pero sobre todo en nuestra hermosa región.