Reseña Herbert Simon y la Economía Organizacional

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Con lo anterior, podría afirmar desde mi punto de vista que Herbert Simon analiza a la organización y su sistema de una manera más dinámica y pedagógica, ahogando en gran medida conceptos de egoísmo y beneficio personal y por su parte, rescatando los que son de carácter cooperativo y de confianza grupal, donde la satisfacción es más pragmática, que llene ciertos estándares de felicidad y no necesariamente la más óptima o la que maximice la utilidad de forma objetivamente vista, es decir, si deciden escoger una camisa, los gerentes escogerían una que sea cómoda y de la talla ideal, que le sirva o cumpla con su finalidad por la cual fue producida y no, la del estampado más extrovertido o una de etiqueta, que le genere prestigio. De esta manera alejándose del modelamiento típico convencional que rigen la toma de decisiones en una organización, criticando, desde mi perspectiva, positivamente al sistema burocrático, que considero importante transformar (para hacer más real) este pensamiento acostumbrado que ha regido por siglos el comportamiento laboral, generando estancamiento empresarial y reprimiendo la formación de líderes en la opresión de la toma de decisiones más abiertamente deliberativas. Por lo tanto, Simon innova y logra por su parte manifestar un tema de la economía experimental que integra los avances obtenidos en teoría de juegos, en psicología del factor administrativo y sobretodo, en la teoría del comportamiento de las decisiones racionales en su conjunto.

Para concretar la toma de decisiones y la forma en que se hace, Herbert A. Simon y en la búsqueda de entender el real comportamiento y razonamiento humano que guía las decisiones que se toman, contribuyendo que para él la racionalidad iba más allá de las necesidades y/o objetivos corporativos como a escalas de satisfacción personal. En propias palabras de Simon:

“Mi objetivo principal es entender la racionalidad humana. Contrariado por la inaplicabilidad de la teoría clásica de optimización a las realidades de la decisión pública, me orienté hacia una teoría de la decisión basada en la tesis de que la racionalidad humana está acotada (bounded rationality). Debido a limitaciones en sus conocimientos y a la capacidad de procesamiento de la información el ser humano busca niveles de conformidad en vez de maximizar utilidades” (El comportamiento administrativo, Herbert Simon 1995).

Por lo tanto esta racionalidad limitada será la propuesta central que según Simon, reemplaza el criterio de racionalidad maximizadora dominante, que se asocia al modelo de “hombre económico”, proporcionando algunos límites para el razonamiento conductual, como la imperfección del conocimiento, dado al discernimiento fraccionario que tienen el hombre de las condiciones de la realidad. También de la imposibilidad de anticipación de las consecuencias de los actos deseados y la imaginación de las personas, que no concibe los modelos posibles que el individuo pondrá en práctica. De esta manera, se tiene encuentra la intuición (asemejándolo a la percepción) y el razonamiento como formas alternativas para resolver problemas. Considerando a este término como un descubrimiento teórico fundado en circunstancias de labor experimental, que influye drásticamente en la toma de decisiones individuales, organizaciones, en la teoría de juegos o en cualquier índole.