Tema: La cólera de aquiles
Enviado por Stella • 29 de Enero de 2018 • 7.229 Palabras (29 Páginas) • 368 Visitas
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HERA (sarcástica): Ningún pormenor va a ser más caótico que la mismísima Helena de Troya.
ZEUS: Descansa Paris, mañana te espera un largo día.
LA CELEBRACIÓN VUELVE A LA NORMALIDAD, ATENEA Y HERA NO DEJAN DE MIRAR A AFRODITA QUE MIRA CON ORGULLO LA MANZANA QUE REPOSA EN SUS MANOS, ALGUNOS SE ACERCAN A ESTA Y LA FELICITAN.
Segundo Acto.
LA ESCENOGRAFIA CAMBIA, NOS ENCONTRAMOS EN GRECIA, DONDE AFRODITA VA A CUMPLIR SU PROMESA.
NARRADOR: Y mientras en el monte Ida Afrodita celebraba Dichosa su victoria; Elena la más hermosa de todas las mortales había escogido con resignación al rey Menelao para que se convirtiera en su esposo.
HELENA ESTA DANDO UN PASEO, PARIS ESTA ESCONDIDO CON AFRODITA.
PARIS: Oh, pero que mujer tan hermosa.
AFRODITA: Te lo dije, ella es Helena, la más hermosa de los mortales, vas a ser la envidia de muchos hombres Paris, espero que seas consiente de lo que esto conlleva.
PARIS: Pero ¿Cómo hago para hablar con ese adonis?
AFRODITA: No te preocupes, yo me encargo de ello
AFRODITA LE DA UNA ROSA A PARIS Y LO EMPUJA HACIA HELENA.
PARIS: Soy parís, hijo de Príamo, rey de Troya y descendiente del gran Zeus.
HELENA: Yo soy Helena de Troya ¿En qué le puedo servir?
AFRODITA: - ¡llego el momento de cumplir mi promesa!
AFRODITA SE ACERCA A HELENA Y LE ORDENA QUE SE ENAMORE DE PARIS, DESPUES DE ESTO EL SEMBLANTE DE HELENA CAMBIA TOTALMENTE.
HELENA: No entiendo que hace aquí un noble y apuesto caballero.
PARIS: ¡Oh Helena! tu belleza no tiene límites, me he enamorado de ti. Eres la mujer a quien quiero por esposa. (Paris le entrega la rosa a Helena)
Emprendamos una fuga, aprovechemos la ausencia de tu marido. Vayamos juntos a la buena ciudad de Troya.
HELENA: Gran Paris, tu amor es correspondido.
Huyamos juntos y seamos felices por el resto de nuestras vidas.
PARIS: Te amo Helena, lo único que quiero es ser feliz contigo por el resto de mi vida, sin importar las consecuencias que esto conlleve.
NARRADOR: Y así es como culmina esta disputa femenina, causada por el rencor de la discordia, la decisión de Hera y la intervención de Paris. Pero, esto es solo el comienzo, gracias a la manzana dorada y al atrevimiento de Afrodita se dará origen a la Guerra de Troya.
Tercer Acto.
NARRADORA: Después de la disputa por la manzana dorara varias partes quedaron descontentas.
Dicen, que para discutir se necesitan varias fuerzas, en esta ocasión las fuerzas encargadas de impulsar esta discusión serán Hera y Atenea.
HERA: Insensato Paris, se ha dejado llevar por las tentaciones pasionales.
Atenea: Así son todos los hombres mujer, por eso yo no me dejo llevar por impulsos carnales.
HERA: Por eso es que solo estoy con Zeus.
Atenea: Querida, debes mirar más allá de tus narices. Para nadie es un secreto que tú no estás en la lista de Zeus.
Hera: Lo sé, Zeus es un faldero de quinta.
Atenea: Pero ese no es el punto ¿Verdad?
HERA Y AFRODITA SE MIRAN CON COMPLICIDAD
HERA: Tienes razón.
ATENEA: Solo hemos venido a buscar una cosa.
ATENEA Y HERA: Venganza.
ATENEA Y HERA SALEN DEL ESCENARIO COMPLACIDAS, CUANDO ESTAS YA ESTEN FUERA ENTRA HECTOR.
HECTOR (preocupado): Tengo un mal presentimiento
ENTRAN AL ESCENARIO MUY CARIÑOSOS PARIS Y HELENA, HECTOR LOS MIRA CONFUNDIDO.
HECTOR: Paris ¿Qué hace ella aquí?
PARIS: Ella es nada más ni nada menos que Helena de Troya y para tu información es el amor de mi vida.
HECTOR (decepcionado): Ya se confirmaron mis malos presentimientos.
HELENA (confundida): ¿Por qué dices eso?
HECTOR: ¿Acaso no lo entiendes? Si siguen con este capricho desataran un gran caos.
APARECE ERIS CHASQUEA LOS DEDOS Y CONGELA A LOS PERSONAJES.
ERIS: Al fin me a encuentro a alguien con un poco de cordura.
ERIS SE DIRIGE AL CENTRO DEL PROSCENIO.
Señoras y señores el caos apenas comienza, espero que disfruten esta estrepitosa función. Todo elaborado por mí.
DESPUES DE ESTO ERIS SE VA. HÉCTOR MIRA DE SOSLAYO A HELENA, ELLA LE DA UNA SONRISA DE COMPLICIDAD A PARIS.
Héctor: He de recordarte hermano mío (con soberbia) Que si mal no recuerdo… No fue hasta hace poco que el grandioso Zeus ha reivindicado tu existencia.
PARIS MIRA CON FURIA Y EL ENTRECEJO FRUNCIDO, SEPARA CON DELICADEZA A HELENA DE SU LADO, VA AL OTRO LADO DEL ESCENARIO, SE SIENTA EN UNA SILLA CON POSE DE AUTORIDAD.
Paris: Amada mía, Helena de Troya (dice con un tono dulce) Regresa a la habitación que he destinado para los dos (helena mira a Paris con confusión y se retira con una ligera venia) Ahora Héctor espero no volver a escuchar tal insinuación frente a mi esposa. Bien sabes que el crimen que todos piensan he cometido fue en intervención de mi extremista y poco benévolo padre.
Héctor: Poca es la afectuosidad que te profeso, un tipo sin gracia ni carisma, con falta de aptitudes dignas de un gobernante no merece llevar por un capricho a todo un pueblo (Héctor sonríe de manera
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