Tema de Los Olmeca: La cultura madre mesoamericana

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La Venta capital Olmeca que sucede a San Lorenzo entre los años 900-600 a.C. ubicada en una meseta entre ríos, pantanos, lagunas y tierras fértiles a 15 Km. del hoy golfo de México, en el territorio veríamos por primera vez la separación entre ciudad y campo y a su vez la ciudad también sufriría una división por áreas con funciones propias: así pues tenemos el área norte dedicada a los yacimientos de los ancestros y miembros fundadores, cubiertos de capas de arcilla y numerosas ofrendas entre ellas una ofrenda en forma de mascara de mosaico dedicado a los poderes fertilizadores del inframundo, en el centro yace una pirámide artificial que simboliza los espacios verticales del cosmos: inframundo, superficie terrestre y el cielo, en la parte sur se localizaba monumentos y símbolos que consagraban el poder político, así como en el norte consagraban a los ancestros y sus poderes sobrenaturales, así también en el sur se localizaban espacios públicos, como se observa la cosmovisión Olmeca está representada con mucha claridad en la construcción de la ciudad siendo un arquetipo exacto de la ideología religiosa. Uno de las características esenciales de La Venta es la maduración del poder real, pues el monarca pasaría a ser manifestado como representación viva de un dios, específicamente el dios del maíz como menciona Florescano.

Es impresionante ver como el cuerpo político logró plasmar una identidad cultural al estar dispenso de un códice escrito que recopilase los mitos de creación e ideologías comunes que formarían una argamasa social, pues es curioso apreciar la heterogeneidad que ocurría en la ciudad, pues no es seguro decirlo pero lo más probable es que cada artesano, guerrero, jugador de pelota, mujer, niño se concebían como individuos y percibieran las diferencias entre estirpes, división de trabajos, fisiología, etc. Florescano concibe a los constructores de La Venta como los cohesionadores del reino, pues ellos grabarían aquellas historias de origen e identidad en los diferentes monumentos alrededor de la ciudad, produciendo la construcción de un reino, estado, poder centralizado legítimo y un pasado común en el imaginario colectivo, lo que Florescano llama un códice de piedra. Sin duda la civilización Olmeca sería la que daría el inicio al estilo característico de las civilizaciones mesoamericanas posteriores.

Bibliografía: