CUERPO SOMA Y CUERPO VIVIDO EN EL PACIENTE
Enviado por Ninoka • 18 de Septiembre de 2018 • 3.277 Palabras (14 Páginas) • 302 Visitas
...
El CUERPO VIVIDO
es una especie de “interfase”:
Es la manera subjetiva de comprender las posibilidades y limitaciones
al insertar el CUERPO SOMA en el MUNDO
En el prólogo al libro escrito por el Doctor Jaime Escobar Triana “Dimensiones ontológicas del cuerpo”, el Profesor Carlos Eduardo Maldonado[3] señala la profunda conexión que se da entre enfermedad, salud y existencia. Los médicos tendemos a detenernos en el umbral de la existencia, lugar donde ya no cabe una práctica que se limita a reparar el cuerpo máquina. Sin embargo el paciente crónicamente enfermo nos obliga a introducirnos en las cuestiones que surgen cuando la patología toca LA CALIDAD DE VIDA y la calidad de vida solo se puede intuir si logramos conectarnos, de algún modo, con el paraje de la EXISTENCIA.
No existe un tránsito lineal entre enfermedad salud calidad de vida. Ninguno de estos conceptos es la antítesis o la negación de otro. Ninguno implica, simplemente, un incremento del otro. Salud no es lo contrario de enfermedad; calidad de vida no es ausencia de enfermedad; calidad de vida no es, únicamente, más salud. Cada uno de ellos inaugura un ámbito de exploraciones, abordajes, sensibilidades y actuaciones y quien nos lo enseña, de manera magnificada, es el (la) paciente con patología crónica. Claramente en ellos no es solamente una parte o una función del cuerpo la que se afecta (o no), sino son cabalmente, ellos mismos; todo depende, entonces, del tipo de enfermedad y del momento evolutivo en que se encuentra. [pic 6][pic 7]
LA ENFERMEDAD es uno de los momentos en que nos hacemos conscientes de LA SALUD, esa menor o mayor capacidad de traducir los contenidos de una sensación a otra o de un campo de sensibilidad al otro y así generar un diálogo tanto más fluido cuanto mejor sea nuestra salud, entre nuestras diversas capacidades o facultades. La salud, o mejor el equilibrio dinámico (más o menos crítico) salud – enfermedad es, a todas luces, un proceso global. Y esa globalidad es a la que llamamos EXISTENCIA. (Maldonado, 200)
Jean – Luc Nancy[4] logra expresarlo de la siguiente manera, a través de su filosofía del cuerpo: “no tenemos cuerpo; más bien somos cuerpo”… Con ello, este autor nos muestra claramente que no hay enfermedades o, si se quiere, no tenemos enfermedades, lo que hay son enfermos…
[pic 8]
2.- EL SUJETO DE LA ENFERMEDAD Y EL SUJETO - ENFERMEDAD
Los pacientes crónicamente enfermos han vivido la experiencia de que una enfermedad que alcanza cierta magnitud, duración e irreversibilidad, los aliena de su CUERPO VIVIDO y por ello, es preciso restablecer esta relación. (En el idioma inglés se diferencia entre “disease” e “illness)
El médico suele reconocer al sujeto como mero “informante” de los síntomas de su enfermedad; a esto se le denomina “SUJETO DE LA ENFERMEDAD”
Pero los profesionales de la salud tienen que comprender que los pacientes no son meros observadores de sus cuerpos, dado que se encuentran inmersos en una reasignación de valores, relaciones, prioridades, tal vez incluso planes de vida.
Se trata de dilemas propios de
los SUJETOS - ENFERMEDAD [5]
que se encuentran ante decisiones médicas y existenciales
de gran magnitud, en medio de una enfermedad disruptiva.
¿A qué se refiere el término “SUJETO – ENFERMEDAD”?
[pic 9]
[pic 10]
[pic 11]
Si los médicos se familiarizan con los aspectos vivenciales de la enfermedad, pueden mejorar sus destrezas para comprender un sujeto que ahora es un SUJETO – ENFERMEDAD en la medida en que trata de lidiar con el cuerpo enfermo.
La enfermedad y sus secuelas redimensionan los límites y las posibilidades del cuerpo soma y, en la medida en que el sujeto se hace consciente de la modificación de estos vínculos, se convierte en un SUJETO – ENFERMEDAD en busca de una nueva IDENTIDAD NARRATIVA adaptada a sus nuevas circunstancias.
EL SUJETO – ENFERMEDAD no es el mismo de antes
[pic 12]
[pic 13]
¿Sujeto – Enfermedad?[pic 14]
[pic 15]
tiempo
[pic 16]
El punto de inflexión en el cual el cuerpo vivido se convierte en un cuerpo vivido – con – enfermedad, constituye una ruptura biográfica entre la tradicional experiencia subjetiva del cuerpo inmerso en la vida cotidiana y un sujeto modificado, el SUJETO – ENFERMEDAD, cuyo diferente modo – de – estar – en – el – mundo requiere una nueva narrativa.
LA reconfiguración del cuerpo vivido
implica una nueva forma de vida
y ello exige un apoyo médico completamente diferente
Todo esto significa que ofrecer un BENEFICIO en el caso del paciente con enfermedad crónica, necesariamente, tiene que ser un producto construido en conjunto y que LA AUTONOMÍA del enfermo o de la enferma se ve profundamente afectada cuando ocurre una disrupción biográfica a raíz del proceso mórbido. Por supuesto, la autonomía no se pierde como derecho, pero si se puede lesionar como “capacidad” de articular el cuerpo soma con el cuerpo vivido, como forma histórica de estar – en – el mundo, de gestionar la propia salud.
Uno de los BENEFICIOS consiste, entonces, en apoyar el restablecimiento de la AUTONOMIA:
EL SUJETO – CUERPO VIVIDO
[pic 17]
[pic 18]
instruye al cuerpo
soma para que actúe (gestiona el cuerpo)
INFORMAN[pic 19]
al cuerpo vivido acerca
de lo que realmente puede
...