La facilitación de la dinámica grupal como vía para la RPP

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Se hace imprescindible para la investigación analizar varios conceptos que sustentan los procesos de OP y de OPP, por lo que es indispensable comenzar el análisis del término de orientación.

Entre las definiciones más recientes se puede citar a Recarey y Del Pino (2011), al expresar que “La orientación es pues, la actividad científica de definir (e implementar) cómo ayudar con efectividad a alguien en un momento y espacio dados para facilitarle el mayor nivel de crecimiento personal posible, según la etapa especifica de desarrollo en que se encuentre y su situación social y personal concreta” (p.72). Sobre la presente definición se señala el marcado enfoque personológico y la importancia que se le confiere a la relación de ayuda como base del proceso de orientación.

La orientación, como es evidente, es un proceso amplio, dinámico y que acoge a varios elementos del desarrollo de la personalidad y por ende de la sociedad. Uno de estos es el de la elección profesional.

A partir del análisis del proceso de OP González, V. (2011), señala que existen tres niveles de integración funcional de la motivación profesional en correspondencia del desarrollo de los intereses profesionales. El nivel superior, donde están desarrolladas las intenciones profesionales; el nivel medio, en el que se aprecian intereses cognoscitivos hacia la profesión y el nivel inferior, donde no se muestra interés por la profesión. Estos niveles permiten que el orientador valore objetivamente el nivel motivacional de los estudiantes y trace estrategias acordes a las necesidades reales de los mismos.

Al considerar estos elementos se puede plantear que para González, V. (2011), la OP es:

“La relación ayuda que establece el Orientador Profesional (psicólogo, pedagogo, maestro) con el orientado, en el contexto de su educación (como parte del proceso educativo que se desarrolla en la escuela, la familia, la comunidad) con el objetivo de propiciar las condiciones de aprendizaje necesarias para el desarrollo de las potencialidades de la personalidad del estudiante que le posibiliten asumir una actuación autodeterminada en el proceso de elección, formación y desempeño profesional” (p.111).

Esta definición incluye los aspectos más generales abordados, a la vez que comprende al proceso como un todo multilateral y multifactorial que persigue la formación de un estudiante capaz de autorregularse y autodeterminarse, y no como un ente pasivo. No busca influir sobre la selección, sino brindar herramientas para la elección.

A partir de estos preceptos e ideas que se presentan en la OP, como necesidad de dar respuesta a la formación de profesores en el país, son cuantiosas las investigaciones que estudian la OPP y las acciones que se ejecutan para su desarrollo en respuesta a los objetivos que establece el Programa Director de Orientación Profesional del Ministerio de Educación (1990).

En consecuencia, varios autores profundizan en sus investigaciones y aportan definiciones específicas a esta área de la OP; un ejemplo lo constituye Manzano (1997) quien define la orientación profesional pedagógica como:

”El sistema de influencias educativas dirigidas a estimular la vocación pedagógica en los estudiantes, su ingreso a las carreras de este perfil y su permanencia y desarrollo en ellas. Debe incluir la ayuda al estudiante en el complejo proceso de definir su proyecto de vida, tomando en cuenta esta prioridad social...”

Esta definición incluye un elemento esencial, el diseño de un proyecto de vida que conjugue los intereses personales con los sociales, todo organizado a través de un sistema de influencias educativas, vías fundamentales para desarrollar este trabajo.

Sobre este tema también aborda la autora González, K. (2005), que define la OPP como

“…el proceso de asimilación de las bases de la profesión pedagógica en la modelación de la personalidad del docente, a través de diferentes etapas que incluyen la familiarización, la selección profesional, el estudio y la práctica profesional pedagógica, en las que se consolidan necesidades y motivos en una fusión de lo social y lo individual, y convierte el estudio de esta carrera, en el propósito de la actividad vital de la personalidad…” (p.26).

Esta última definición recoge en sí los elementos esenciales de la OPP, al determinar los fines de la misma, las etapas, las influencias que inciden sobre el proceso y las posibles variables o requisitos que intervienen en su desarrollo y calidad.

Como se menciona con anterioridad, diversos autores defienden que la OP está constituida por etapas, siempre desde una perspectiva flexible, que asume que este es un proceso complejo y continuo que comienza desde las edades más tempranas y acompaña al hombre durante toda su vida. Uno de los primeros es González, F. (1989) en el libro, “La personalidad su educación y desarrollo”, cuando dice que:

“…pueden establecerse etapas en este proceso correspondientes a momentos cualitativos distintos de su desarrollo. Aunque íntimamente relacionadas (incluso en ocasiones superpuestas) podemos distinguir tres etapas fundamentales.

Primera etapa: Desarrollo de intereses y capacidades básicas.

Segunda etapa: Desarrollo de motivos profesionales y procesos de elección profesional.

Tercera etapa: Reafirmación profesional” (p.202).

La primera etapa abarca fundamentalmente la niñez y está caracterizada por el enfrentamiento del niño a una vasta gama de influencias, dadas por conocimientos, actividades y experiencias propias que se adquieren en todos los contextos de actuación, con marcado énfasis en la escuela y la familia. Estas impresiones son el cimiento donde se estructuran los motivos profesionales, por lo que es importante que el niño crezca en un ambiente motivante y gratificador, donde la comunicación sea amplia y asertiva.

La segunda etapa está caracterizada por la reducción o polarización de los intereses y el desarrollo de motivos profesionales. En este caso los adolescentes y jóvenes asumen de manera más o menos prioritaria la tarea de la selección profesional a la vez que se hace consciente la importancia de la elección, por lo que es este el rasgo más significativo de la etapa. En esta, son fundamentales las acciones que la familia y la escuela realicen para potenciar en los adolescentes y jóvenes determinadas características de la personalidad que son esenciales para que la selección profesional sea