PARADOJA MALDITA: EL MALESTAR
Enviado por Albert • 12 de Noviembre de 2018 • 6.458 Palabras (26 Páginas) • 313 Visitas
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“los estados primitivos pueden restablecerse siempre; lo anímico primitivo es imperecedero en el sentido más pleno” (Freud, De guerra:287). Por lo que una da las frases de un poeta del romanticismo alemán, Friedrich Holderlin, en su novela Hiperión ya no nos resultaría tan enigmática, “Siempre que el hombre ha querido hacer del estado su cielo, lo ha convertido en su infierno”[5]. El ir hacia delante, hacia un progreso o desarrollo que lleva como objetivo una cultura, con el descubrimiento Freudiano se nos presenta de una manera contraria. ¿El querer ir hacia delante es siempre un ir hacia atrás, un volver hacia el pasado y por lo tanto un retorno?. “Una capacidad particular para la involución –para la regresión-“, es lo que se nos presenta como una paradoja cultural, en el sentido de que esta paradoja es un volverse en contra, que es un volver hacia atrás, contrario u opuesto a donde se quería ir. La contradicción o falla que encontramos en eso que llamamos paradoja cultural ya era mencionada por el mismo Marx desde su crítica económica al capitalismo, en el que el autor señala que este sistema económico provoca la formación de su contrariedad social, la cual terminará anulándolo. Este tema lo trataremos brevemente en lo siguiente, y paralelamente con lo que nos menciona Freud sobre el comunismo.
PARADOJA ECONÓMICA:
Si bien en el discurso de Marx hay una revolución del campo de estudio en el que el universo filosófico estaba, es decir del ideal a la condición existencial, que pone acento en el medio social, económico y político, como elementos que determinan el hacer y estar del ser humano. Lo que me interesa resaltar del discurso marxista es que este hace un señalamiento de una paradoja en el sistema capitalista o burgués, la cual es una paradoja económica, que Marx nota en el desarrollo histórico de la economía europea como una contradicción irresuelta que ha permanecido desde la organización feudal hasta la burguesa, contradicción que se manifiesta en una división de clases, “La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas...Nuestra época, la época de la burguesía se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada ves más, en dos grandes bandos hostiles, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado”[6]. Y también en una explotación y monopolio del trabajo, la producción y el capital. Lo que da como efecto una miseria y alineación del humano al convertirse este solo en una mercancía cuyo único valor en el mercado controlado por el burgués es su fuerza de trabajo que logre vender, “En la misma medida en que se desarrolla la burguesía, es decir, el capital, se desarrolla también el proletariado, la clase de los obreros modernos, que no viven sino a condición de encontrar trabajo, y que lo encuentran sólo mientras su trabajo acrecienta el capital. Estos obreros, obligados a venderse al detalle, son una mercancía como cualquier otro artículo del comercio, sujeta, por tanto, a todas las vicisitudes de la competencia, a todas las fluctuaciones del mercado”[7]. A partir de estas contradicciones es en donde Marx encuentra que el sistema capitalista produce un malestar en el obrero, ya que este no satisface en lo requerido la condición existencial del obrero, “la burguesía ya no es capaz de seguir desempeñando el papel de clase dominante de la sociedad ni de imponer a ésta, como ley reguladora, las condiciones de existencia de su clase. No es capaz de dominar, porque no es capaz de asegurar a su esclavo la existencia ni siquiera dentro del marco de la esclavitud...”[8]. Y como lo vemos en el propio Freud, la insatisfacción es el elemento principal para un malestar en la cultura. Es por eso que uno de los principales motivos para la lucha contra la burguesía en el movimiento del proletariado que plantea Marx, inicia desde la propia situación existencial del proletario, “El proletariado pasa por diferentes etapas de desarrollo. Su lucha contra la burguesía comienza con su propia existencia”[9]. Lo sorprendente de Marx es que supo ver las consecuencias de esta paradoja económica en el capitalismo, ya que desde su contradicción, la misma burguesía generaría los medios que se volverían en su contra y la desplazarían. Ya que esta economía paradójica se vuelve contra sí misma. El negativo que se sublevaría en contra de la burguesía que menciona Marx es la propia obra que esta misma ha creado que es el proletariado, “Pero la burguesía no ha forjado solamente las armas que le darán muerte; ha producido también a los hombres que empuñarán esas armas: los obreros modernos, los proletarios”[10]. Es así como en la economía paradójica que encuentra Marx en el capitalismo lleva en si el encuentro inevitable con su opuesto que la aniquilará y la suplantará, “La burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros. Su hundimiento y la victoria del proletariado son igualmente inevitables”[11]. El opuesto del capitalismo que lo suplantará será el comunismo, que es la alternativa propuesta por Marx que será esta contrariedad de las formas en las que estaba organizado el capitalismo. De la acumulación de riqueza por solo unos particulares a una economía comunista, del interés particular al interés común, de la propiedad privada a la abolición de esta, del control burgués al control del proletariado.
La crítica que hará Freud al comunismo la podemos comparar con una que hace medio siglo antes Dostoyevsky en Crimen y Castigo,“Ya leerás lo que dicen –Tal individuo se ha perdido a causa del medio- Y nada más. Es su frase favorita. O sea que si la sociedad estuviera bien organizada, no se cometerían crímenes, pues nadie sentiría el deseo de protestar y todos los hombres llegarían a ser justos. No tienen en cuenta la naturaleza: la eliminan, no existe para ellos. No ven una humanidad que se desarrolla mediante una progresión histórica y viva, para producir al fin una sociedad normal, sino que suponen un sistema social que surge de la cabeza de un matemático y que, en un abrir y cerrar de ojos, organiza la sociedad y la hace justa y perfecta antes de que se inicie ningún proceso histórico. De aquí su odio instintivo a la historia”[12]. En esta crítica están dos de los elementos señalados por Freud que determinan al ser humano y por lo tanto el hacer cultural, estos son la historia y la naturaleza. Freud nos menciona que no se puede prescindir de estas disposiciones, ya que la misma cultura se basa en torno a la manera en que
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