CASOS CLÍNICOS PSICOPATLOGIA DE ADULTOS PSICOTICA

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4.-Ingresó un viudo de 60 años de edad al servicio de urología para valoración de incapacidad para orinar de inicio agudo. Mientras el médico le explicaba la naturaleza del procedimiento diagnóstico planeado, apareció sangre de color rojo brillante en la bolsa del catéter a la vista del paciente. Éste se alarmó en extremo y desarrollo la convicción de que no sobreviviría al procedimiento al que se iba a someter. Cuando los visitó un consultor psiquiátrico varias horas más tarde, sollozaba de manera incontrolable y no podía mantenerse quieto. Escuchaba voces de mensajeros de Dios que le decían que moriría pronto y experimentaba visiones de su esposa fallecida, que le prometía reunirse con él.

La historia psiquiátrica del individuo databa de la Segunda Guerra mundial, durante la que experimentó dos crisis de amnesia psicógena y viajó grandes distancias antes de darse cuenta de que se encontraba en una ciudad extraña. Desde entonces había experimentado periodos de ansiedad, sobre todo en las situaciones de aglomeración pública y, por último, había dejado de trabajar a los 50 años de edad. Nunca había sido psicótico.

Después de dos días de tratamiento farmacológico y tranquilización frecuente por parte del personal médico, sus síntomas desaparecieron de la misma manera dramática en que habían aparecido.

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5.- El administrador de un hotel en una pequeña ciudad llamó a la policía debido a que una familia huésped había dejado de pagar sus facturas y había estado actuando de manera extraña. Un varón de 48 años, su esposa de 25 años y su niño se habían registrado hacía dos semanas y no habían abandonado su habitación excepto por los viajes de la esposa a la tienda de comestibles. Estos viajes es también habían cesado hacía una semana. La renta de la segunda semana no había sido pagada a pesar de las demandas frecuentes. Otros huéspedes se quejaban de cánticos y gritos por la noche.

El esposo era un obrero desempleado con antecedentes de hospitalizaciones psiquiátricas y arrestos por embriaguez y agresiones. Él declaraba que recibía mensajes de Dios, quien instruía a él y el comienzo del “nuevo orden”. Su familia estaría entre los pocos supervivientes y desempeñaría una función directiva en el futuro de la humanidad. Él oía la voz de Dios y de varios ángeles que le habían dado instrucciones.

Su esposa era una mujer introvertida en extremo, socialmente torpe, que nunca había tenido una cita antes de que su esposo mostrara un interés por ella.

El esposo tuvo que ser sacado por la fuerza de la habitación del hotel por la policía y fue remitido finalmente a un hospital estatal. Su esposa se resistió al principio a los ofrecimientos de ayuda, temiendo que si dejaba el hotel no sería salvada del inminente holocausto. De manera gradual abandonó esas creencias en respuesta a las simples promesas tranquilizadoras. El niño fue llevado a un hogar adoptivo. La esposa y el esposo se reunieron después de su salida del hospital y no fue posible efectuar el seguimiento.