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Caso dora.

Enviado por   •  10 de Septiembre de 2018  •  4.253 Palabras (18 Páginas)  •  374 Visitas

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- El motivo esencial actual

- Un suceso infantil de graves consecuencias

El deseo que crea el sueño procede siempre de la infancia. Con respecto a Dora la alusión de un suceso infantil.

Pedía Dora que observara si sobre la mesa había algo desacostumbrado. No vio nada. A continuación le pregunte si sabía por qué a los niños se les prohibía jugar con cerillas.

Dora: pueden ocasionar un incendio, a los chicos de mi tío les gusta jugar mucho con cerillas.

Freud: No sólo por eso. Se les prohíbe jugar con fuego porque se cree que tales juegos tienen determinadas consecuencias…que mojaran por la noche la cama.(Dora ignoraba esto)

Esta creencia se basa en la antítesis entre agua y fuego.

Su madre quiere poner a salvo el cofrecillo para que no arda y en ideas latentes del sueño, de lo que se trata es de que el cofrecillo no se moje.

El concepto FUEGO no se emplea únicamente para la antítesis del concepto agua; también sirve para representar el amor, luego de ramificarse en una relación con el amor, que también moja.

En el sueño Dora es despertada por su padre, suceso que le da el derecho de sustituir al señor K, el, cual la despierta a usted cuando dormía siesta por la figura de su padre.

Con respecto a la enuresis nocturna duró en usted más tiempo del corriente en los niños. Lo mismo debió sucederle a su hermano pues su padre dice: No quiero que mis dos hijos perezcan.

¿Qué recuerdos surgen en usted a propósito de todo esto?

Demi hermano recuerdo que se orinaba en la coma hasta los seis o siete años y a veces también durante el día (me disponía a comentarle lo fácil que es recordar un suceso de un hermano que de uno mimo hasta que menciono un recuerdo nuevo)

Dora: si, yo también padecí de enuresis nocturna durante una temporada. Pero cuando ya tenía siete u ocho años antes de tener el asma nerviosa. Tuvieron que consultar al médico

Freud: ¿Qué dijo?

Dora: Lo atribuyo a debilidad nerviosa, y me recetó un tónico diciendo que sería algo pasajero

La sujeto dio semanas después un nuevo detalle del sueño, había olvidado decir que cada vez que lo tenía percibía al despertar un olor a humo. El homo concordaba con el fuego indicaba que el sueño tenía una relación especial con mi persona. Contra esta interpretación Dora comento que su padre y K eran como yo, fumadores impenitentes. También ella fumaba y cuando K inicio su declaración amorosa, ababa de liarle un cigarrillo.

La sensación de humo era un esfuerzo especial de represión de la tendencia de ceder a los deseos de su enamorado y siendo así apenas podía significar otra cosa que el deseo de recibir un beso, caricia que si es hecha por u fumador ha de saber siempre a humo (K ya había besado una vez a la muchacha)

Freud pensó en un posible transferencia sobre si, facilitada por el hecho de ser también fumador, llegó a la conclusión de que en algunas de las sesiónesela tratamiento se le ocurrió a la paciente desear que Freud la besase, esta teoría no pudo ser demostrada debido a las cualidades de la transferencia.

Vale la pena profundizar la enuresis nocturna en la prehistoria de los neuróticos. En el caso Dora la enuresis nocturna no era de las corrientes, desapareció primero para reaparecer cuando cumplió los seis años. Freud determino que la causa fue la masturbación infantil.

El tratamiento tomó tal rumbo que llevo a Dora a la confesión de la masturbación infantil. Antes la sujeto había atribuido la causa a su padre debido a la enfermedad de su padre.

También se veía identificada con su madre quien padecía de dolor en el bajo vientre y flujo blanco pensando que su padre la había contagiado y consideran que los problemas se los había heredado su padre

Detrás de las ideas acusadoras de Dora contra su padre se ocultaba una acusación contra sí misma y aseguré que el flujo blanco constituía en las jóvenes solteras un indicio de masturbación. Dora negó haberse entregado a la masturbación en años infantiles, pero días después lo confirmó por primera y última vez en todo el tratamiento cuando trajo un bolsillo de piel, con el que empezó a juguetear mientras hablaba, abriéndolo y cerrándolo, y metiendo en él un dedo. Este suceso fue un acto sintomático, estos actos los hombres los ejecutan automática e inconscientemente, y niegan algún significado; tales actos exteriorizan ideas e impulsos inconscientes, son manifestaciones permitidas de lo inconsciente. La conducta consciente ante los actos sintomáticos es de 2 clases: Cuando puede motivarlos sin esfuerzo y se da cuenta de ellos, pero si no le es posible justificarlos ante su consciencia los ignora por completo y no se da cuenta que los ejecuta. La interpretación en el caso de Dora, consiste en que el bolsillo es una representación del genital femenino y juguetear con él metiendo un dedo, es una exteriorización mímica de la masturbación. Los humanos no pueden ocultar ningún secreto, sus movimientos los delatan. Su desagrado hacia los médicos era causado por un temor a que el reconocimiento del flujo blanco y su enuresis, descubrieran la verdadera causa de su afección, la masturbación. El flujo blanco, el jugueteo con el bolsillo y su enuresis posterior a los 6 años, constituían pruebas de la masturbación infantil; también los dolores de estómago que aquejaban a Dora, son síntomas que padecen los masturbadores.

Los síntomas histéricos no aparecen mientras los niños continúan masturbándose, sino en los períodos de abstinencia, pues son una sustitución de la satisfacción de la masturbación mientras surge otra satisfacción más normal; si esta nueva satisfacción cesa, la libido vuelve a buscar su antiguo curso y se manifiestan en síntomas histéricos.

La enuresis se prolongó hasta el primer acceso de disnea, cuando su padre se encontraba de viaje; mi suposición fue que como la alcoba de Dora comunicaba con la de sus padres, había escuchado la escena amorosa entre ellos, oyendo a su padre jadear y con una respiración fatigosa en la excitación del coito. Los niños integran ya mecanismos congénitos de la excitación sexual. Las palpitaciones y la disnea de la histeria y neurosis de angustia son trozos aislados del coito. Dora sustituyó la masturbación por la tendencia al miedo, cuando el padre estaba ausente y ella

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