Desafios de la clinca psicoanalitica actual

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Renglones arriba me refiero al factor tiempo en el curso de un tratamiento psicoanalítico, cuestión que desde mi punto de vista es también muy criticable en cuanto a esta corriente. En un contexto cotidiano en el que el tiempo es un “recurso escaso y no renovable” y no nos podemos dar el lujo de desperdiciarlo, es inminentemente necesario que ante el curso de una patología psicológica, la recuperación total y reintegración de manera integral y funcional sea lo más pronto posible, ya que procesos largos de tratamiento pueden provocar el abandono del mismo, ante los menores indicios de mejoría o ante la adquisición y adecuación de mecanismos de defensa que en el proceso nos permitan la funcionalidad aparente y reintegración a la vida normal.

Otro factor que me parece importante recalcar en referencia al tiempo que conlleva un tratamiento psicoanalítico, es sin duda la posibilidad de que debido a este factor, se establezcan entre tratante y paciente pueda llegar a existir por la convivencia durante periodos prolongados, la aparición de un proceso de transferencia, y en el peor de los casos de contratransferencia, lo cual definitivamente no es deseable en un proceso terapéutico.

Viejas recetas para nuevos problemas

Como ya lo mencioné anteriormente, considero que el psicoanálisis clínico está descontextualizado, no solo por sus bases teóricas, sino por aspectos como la inexorabilidad del tiempo. Es evidente que las necesidades y características de un individuo del siglo XIX no son las mismas que alguien que vive en la contemporaneidad del siglo XXI, las causas de neurosis que Freud enfrentaba, definitivamente no son las mismas a las que pueda hacer frente un terapeuta hoy en día. Por tanto, considero que el psicoanálisis para asegurar su subsistencia debe renovarse (o morir), incorporar herramientas en su aplicación, tanto tecnológicas como teóricas, la incorporación del uso de nuevas tecnologías será definitivamente un factor determinante para la evolución y vigencia del psicoanálisis, deberá ser adaptado al contexto actual y presente, a una realidad que dista mucho en tiempo y espacio geográfico de donde surgió.

La actualización del psicoanálisis no solo implica (como lo hizo Lacan), retomar a Freud para darle matices nuevos y plasmar su huella en él, más como un mero acto de narcisismo que como un verdadero intento por reconvertirlo en la herramienta útil y novedosa que en su momento fue.

Retos de la clínica y personales en el contexto actual

El proceso terapéutico hoy en día está pasos atrás con respecto a la realidad que se vive en el vertiginoso mundo que habitamos, es necesario alcanzar y sino ir un paso adelante al menos ponernos en línea con las exigencias del mundo postmoderno que hoy vivimos. Es todo un reto para mí como estudiante de psicología, el tratar de estar a la altura de lo que mis palabras implican, ponerlo en práctica sin duda implicará mayores esfuerzos, más capacidades y competencias, es mi deber con la profesión y mis futuros pacientes estar a la altura de sus necesidades, lo cual considero solo lo podré lograr mediante la constante actualización, la adecuación a los requerimientos que el ejercicio de la profesión me exija, pero sobretodo las exigencias y necesidades de quienes acudan a mí en busca de ayuda para recuperar su funcionalidad y equilibrio.

Conclusión

El psicoanálisis a través del tiempo ha demostrado ser una herramienta muy útil como promotor y recuperador de la salud emocional y mental, no obstante, los vertiginosos tiempos que hoy vivimos y los inminentes cambios que ello conlleva, lo han puesto en una perspectiva de “renovarse o morir”. Hoy en día, se hace necesaria una reestructuración del psicoanálisis como alternativa de terapia psicológica, ante el embate de corrientes psicológicas y clínicas novedosas, que prometen mayor efectividad y rapidez. Es por ello, que quienes sean fieles a esta corriente, deberán preocuparse por su actualización e innovación, a fin de que subsista su aplicación. Se vuelve necesario hoy en día hacer una inmersión a sus bases y constructos, para que con un análisis detallado y crítico se pueda dar su actualización y lo vuelva a colocar en el lugar privilegiado que tuvo y recuperar su vigencia nuevamente como la corriente de terapia psicológica por excelencia.