El proceso de convertirse en persona.

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Quinta etapa: los sentimientos se expresan libremente cuya posibilidad de experimentación es plena e inmediata ya que se reconocen a mayor medida, sus contradicciones se tornan con mayor claridad, aumenta la auto aceptación de responsabilidades por toma de decisiones es así como la comunicación interna mejora y el bloqueo reduce.

Sexta etapa: El cliente puede experimentar los sentimientos que antes estaban atascados, sentimientos que fluyen directamente, inmediata donde no hay temor, con necesidad de negarlo o luchar en contra ya que el cliente vive subjetivamente en la experiencia pero sin advertirlo y llega la diferenciación de la vivencia siendo penetrante y clara.

Séptima etapa: Los sentimientos nuevos se experimentan de forma inmediata ya no necesariamente dentro del espacio terapéutico, la comunicación interna se refiere al simbolismo adecuado para lograr formar sentimientos nuevos y positivos.

También mencionaba que debemos de luchar a pesar de los obstáculos que se nos presentan valorando la vida siendo autosuficiente y de gozar sobre las cosas que podemos hacer, ya que podemos llegar a un punto en el que solo buscamos agradar a los demás olvidándonos de quien somos y no está bien, servimos demasiado a los demás que se nos olvidan nuestros propios sentimientos así que tenemos que aprender a aceptar a los demás y su experiencia como a nosotros mismos sin embargo a veces el cliente al descubrir una nueva faceta de sí mismo la rechaza inmediatamente describiendo emociones que anteriormente no había sentido, sin embargo necesita de un guía para orientarse ya que buscan negar sus sentimientos, pensamientos y reacciones pensando que si se muestran como son se le considerara como una persona malvada, incontrolado y destructivo, pensando que si dejan brotar sus sentimientos ocurrirá un aspecto negativo. Es aquí cuando el psicólogo para orientar al cliente a través de un sustrato empírico y poniendo empeño en la lucha de las personas conflictuadas con una psicoterapia basada en el cliente, refiriéndose a llevar una buena relación a través de una terapia inmejorable, intensiva, totalizadora, subjetiva y personal con el cliente considerándolo como una persona de valor propio e incondicional con la empatía sin barreras internas que le impidan sentirse de la misma manera con un clima de libertad para llegar a ser el mismo, así mismo el cliente representa una posibilidad de indagarse y descubrirse a sí mismo con sentimientos desconocidos y peligrosos el cual se da cuenta que puede vivenciarlos en cada momento y que ese enojo, miedo, tristeza debido a la intensidad con la que permanece son plenos en un proceso de movimiento el cual el sujeto decide hacia donde seguir siendo una orientación y no un destino creando una propia experiencia vivencial hasta ser capaz de poseer ese estimulo que es posible mantenerlos conscientes obteniendo una conducta satisfactoria. La persona goza de una libertad psicológica la cual tiende a convertirse en un individuo que funciona más plenamente utilizando la información experiencial dispuesto a aceptar las consecuencias de cada uno de sus actos, corregirlos convirtiéndose en sí mismo viviendo por completo a través de diversas implicaciones como la libertad y determinismo refiriéndose a que el cliente sea libre de la elección sin ocultarse detrás de un disfraz, la creatividad cuya forma de vivir en cada persona es original, la confiabilidad básica que el individuo crea al librarse de sus actitudes defensivas y la riqueza de la vida que reside en la confianza como instrumentos idóneos para enfrentar la vida así se llega a la libertad interior eligiendo a la vida más satisfactoria.

También Rogers mencionaba el aprendizaje significativo cuantitativo y cualitativo a través de poner en práctica los conocimientos y la forma de evaluar o enseñar que la capacidad no se basa en un título o un porcentaje y que todo aprendizaje se introyecta de forma práctica.