Estrés y Síndrome de Burnout.

...

Si bien el género representa una variable importante también se ha encontrado que la edad y estado civil también influyen, tal es el caso de Garnier (2001) quien refiere que los sujetos más jóvenes presentan puntuaciones más altas del síndrome. En cuanto al estado civil, los sujetos separados, divorciados y viudos obtienen diferencias significativas con la dimensión de falta de realización personal, sin embargo en la mayoría de los estudios no se tiene un consenso general sobre ello.

La Doctora Dickinson al estudiar la prevalencia del síndrome de burnout en personal que proporciona servicios de salud ha descubierto otra variable que se relaciona con el puesto y nivel en el que labore el personal, ya que encontró una prevalencia alta en médicos y enfermeras de unidades de primer nivel de atención, y también en personal administrativo de servicios de salud. En estos últimos lo padecían más en la sección de los logros personales, pues no se sentían satisfechos con lo que hacían. Ha esto la doctora explica que probablemente se daba que este personal realiza un trabajo monótono, con sueldos bajos, y tienen contacto con personas enfermas que a veces pueden ser muy demandantes.

Los especialistas señalan que al desencadenarse el síndrome las personas por lo general no lo notan, por lo que no consideran visitar al médico, aunque van notando combis en su estado emocional pero lo suelen relacionar con la carga de trabajo, comienzan a sentirse cansados, ya no les llena ir a trabajar ni encuentran satisfacción en su trabajo; empiezan a aislarse de los compañeros, pero lo perciben como parte del el entorno, no en ellos. Por lo que es más probable que las personas cercanas a ellas sean quienes noten que algo va mal. Al igual que cualquier enfermedad silenciosa, puede resultar muy peligrosa ya puede ir en aumento y desembocar en la muerte; en ocasiones se han documentado suicidios, alcoholismo y drogadicción en las personas con este síndrome.

De acuerdo con la Doctora Dickinson “Hay características muy individuales que nos hacen responder distinto; pero también hay características ambientales que lo favorecen o lo evitan un poco”. Por ejemplo, los lugares donde las personas están sometidas a la presión de mucha supervisión, o a un gran rigor que les quita libertad de decisión, favorecen el burnout porque éstas se sienten muy perseguidas. En cambio, los ambientes organizacionales más flexibles, que dan un poco más de libertad, lo evitan.

Como se puede apreciar el teme del estrés y burnout es complejo ya que involucra diversas variables y características propias de la persona, como lo es la personalidad, donde puede recaer buena parte de la prevención, ya que a pesar de que las investigaciones señalan donde se localiza la mayor parte de la población que la padece, no es el cien por ciento de la población quien lo padece, por lo que la prevención puede iniciar en las técnicas de manejo del estrés que tenga cada individuo y de no tener dichas técnicas capacitarlo para que las desarrolle.