Funciones, el apego y sobre-protección de la familia de niños con necesidades especiales
Enviado por John0099 • 13 de Diciembre de 2018 • 3.014 Palabras (13 Páginas) • 445 Visitas
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Son niños diferentes que pueden contar con recursos importantes que solamente se pueden revelar si tienen la oportunidad de acceder a estas instituciones especiales, que cuentan con el personal idóneo.
A veces, la necesidad de la familia de ayudarlo en todo, produce un atraso en su desarrollo y la pérdida de la oportunidad de que pueda realizar el aprendizaje que requiere, en el momento más oportuno.
El contacto con otros niños con dificultades permite compartir los éxitos y las frustraciones, pudiendo canalizar convenientemente todas sus inquietudes a través de los expertos en cada área. Algunos padres se sienten culpables de la discapacidad de su hijo y asumen una actitud sobre protectora, desviviéndose para atenderlo y convirtiendo esa tarea en un apostolado. Es natural que se tienda a adoptar esta postura, pero es perjudicial tanto para el niño como para el progenitor, que haya decidido dedicarle su vida. Los padres no tienen los conocimientos necesarios para una mejor recuperación y aunque estén asesorados, no pueden tomar distancia de los problemas que se van presentando, convirtiéndose en un obstáculo para el progreso de sus hijos. Ellos no desean que sus padres sufran; porque prefieren tener padres felices, y no se quieren sentir culpables por ser la razón de esa desdicha.
Lo primero que hay que lograr es su independencia y el respeto por la vida que le toque llevar, que no es ni mejor ni peor que cualquier otra.
La mejor decisión es brindarle la posibilidad de concurrir a una escuela especial doble escolaridad, y volver al hogar para compartir con su familia el resto del día participar en su recuperación no es lo mismo que desvivirse, porque cada miembro de la familia también tiene su propia vida y su necesidad de realización se puede ayudar más a los hijos, respetando los propios límites y ocupándose en brindar a la persona que lo necesita las condiciones óptimas para superar situaciones difíciles sin pretender hacerlo todo.
La sobreprotección del hijo con discapacidad también altera la vida de los hermanos que ven disminuida la atención de sus padres hacia ellos, debido a las dificultades que tiene ese hermano no hay que olvidar que tanto la enfermedad como la discapacidad reporta al afectado un beneficio secundario, que es precisamente un exceso de atenciones y un trato diferencial. (eat al)
Las formas de reaccionar e interactuar con los niños discapacitados son fortalecer el apego y las interacciones tempranas entre los niños con necesidades especiales y sus padres, ya estaríamos potenciando el desarrollo físico, cognitivo y social del menor, aspectos que suelen estar dentro de los objetivos de las intervenciones tempranas de diversos profesionales, como terapeutas ocupacionales, kinesiólogos, psicólogos y fonoaudiólogos. A continuación profundizaremos en estos aspectos y en el cómo podemos involucrar y potenciar un rol activo de los padres en las intervenciones tempranas, para así obtener resultados positivos y consistentes en torno al desarrollo y bienestar del niño y su familia. Debemos detenernos y ver cómo estos aspectos pueden incluirse dentro de los programas de intervención temprana, donde los profesionales de la salud deberíamos favorecer el desarrollo integral del niño a través del involucramiento y empoderamiento de los padres. Esto por medio de la entrega de herramientas para que ellos al interactuar y jugar con sus hijos, logren aumentar su sentido de eficacia (al saber cómo cuidarlos, estimularlos e interactuar con ellos), su sensibilidad y puedan encontrarse con ellos en esta interacción. Por esto se hace necesario entregar orientación y estrategias a los padres para que puedan identificar las conductas o expresiones de su hijo y así reaccionar a tiempo.
Los niños ciegos no pueden ver el rostro de sus responsables ni devolver las sonrisas. Los sordos pueden parecer desobedientes. Los que padecen otras graves discapacidades son incapaces de responder como los bebés normales. Durante la última década los expertos han comenzado a dedicar más atención a la parte del niño en la relación, y es por ello que al estudiar el influjo en los adultos de la conducta del niño con necesidades especiales, comenzamos a advertir los sutiles medios de que se vale para mantener los lazos fundamentales y al parecer esenciales para la socialización posterior.
Niños ciegos. La comunicación visual entre el niño y su responsable suele ser un elemento preponderante en el establecimiento de la relación de apego. Los cuidadores dependen de sutiles respuestas del pequeño. Resulta, pues, crucial que ambos instituyan un sistema de comunicación inteligible para superar la desventaja.
Niños sordos. En los primeros meses de vida, responde merced al bien desarrollado sentido de la vista, que suele compensar los problemas de la sordera. Sin embargo, después de los seis meses la comunicación con los padres comienza a derrumbarse. Las respuestas del niño no bastan para satisfacer sus expectativas.
Niño con graves discapacidades. Corre el riesgo de sufrir rechazo materno, retraimiento y depresión. El niño gravemente discapacitado tensa los lazos maritales y puede iniciar diversas perturbaciones en otros niños de la familia. Casi todas las investigaciones en el desarrollo infantil se concentran en la relación entre madre e hijo y descuidan al resto de la familia. Sin embrago, las evidencias muestran que los niños establecen también fuertes apegos con el padre, los hermanos y otros miembros de la familia en particular si tienen contactos cercanos y regulares desde el nacimiento.
Los padres sobreprotectores no ceden jamás. Quieren que jamás nada les pase.
Adoptan la tarea de controlar sus vidas para asegurarse de que todo siempre esté en orden y nada malo les pueda pasar. Estos padres son desconfiados de la vida y miedosos, quieren prevenir cualquier situación negativa que pueda afectarlos.
Quieren vivir a través de ellos y no confían en sus capacidades. Sobreproteger significa hacer por el niño o el joven lo que él puede hacer por sí solo.
Cuando la mamá le dá de comer al niño en la boca y ya tiene 3 años, cuando viste al niño de 4 años, cuando sigue peinando al niño de 8 años. El niño es capaz perfectamente de hacer estas tareas, pero los padres los vuelven inútiles y dependientes.
El niño sano intenta una y otra vez hacer las cosas solo pero las constantes intromisiones y regaños de un adulto más fuerte que ellos termina por acabar con ese interés natural. La voluntad es la facultad que nos permite realizar nuestros proyectos y sueños. Es la fuerza que nos mueve a lograr
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