Inteligencia emocional Daniel Goleman

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En cuanto a la comunicación no verbal, Goleman relata que los monos que han aprendido que un shock se puede apagar al apretar un botón específico, éstos se apresuran a presionar dicho botón incluso cuando observaban el dolor causado por el shock en otro mono. Goleman también sugiere en muchas formas diferentes que porque la emoción es se expresa por medio no verbal y que, por lo tanto, quien lo sepa expresar es una persona con inteligencia emocional.

En el capítulo "enemigos íntimos", se encuentran como las más importantes sugerencias para tener una armonía marital, el saber escuchar y hablar de una manera no defensiva, así como la habilidad de hablar con uno mismo para así calmarse y desintoxicar la problemática marital. En un interesante concepto relacionado, se revela que cuando un consejero matrimonial escucha en la terapia la forma en la que las parejas hablan el uno del otro, hay algunas señales específicas de que la relación puede tener salvación o de que ésta se dirige a su fin. Entre esas señales están: crítica dura de la pareja, difamación, declaraciones y comportamientos despectivos, comportamientos o patrones verbales que indiquen disgusto, que la pareja tome el papel de una inocente víctimao el papel de una justa indignación.

La crítica, darla y recibirla, es el punto importante en la teoría de la inteligencia emocional, Goleman dice que el concepto de retroalimentación tiene un significado muy importante en las relaciones humanas, y que éste debe tener intenciones positivas para que pueda ser aceptado y útil.

En algunos aspectos, la incompetencia emocional puede ser un capricho de la evolución. Nuestra capacidad de generar y responder a los estados emocionales parece haber sido programada neuronalmente en nosotros, y no todas las respuestas funcionan muy bien cuando nos enfrentamos a los problemas de hoy.

La respuesta de "lucha o huye" y las oleadas de adrenalina que se presentan ante una amenaza, por ejemplo, pudieron haber sido muy útiles para nosotros en la antigüedad, sin embargo, en estos tiempos modernos pueden causarnos conflictos emocionales. Por otra parte, nuestra tendencia a evitar alguien que se comporte de una manera socialmente inaceptable puede derivarse de la conducta adaptativa, ya que el hombre de las cavernas que se comportaba de manera inusual se volvía más vulnerable a perder la vida, por lo tanto, en forma de protección propia la gente decidía alejarse de él. Actualmente está ya no es una respuesta viable en el mundo avanzado y lleno de gente diferente en el que vivimos hoy en día.

Goleman explica la importancia de enseñar a los niños a ser emocionalmente inteligentes y buenos comunicadores, lo cual me resulta de una gran importancia y significancia global, pues hoy en día nos encontramos en múltiples ocasiones sorprendidos al darnos cuenta de la habilidad disfuncional exhibida por los niños en esta época. Hay niños matándose entre ellos, y matando a otras personas en números horripilantes, y en casos menos drásticos, hay niños no centrados y que carecen de compasión. Goleman establece cinco standards para medir la competencia emocional en los niños: que posean auto conocimiento emocional, facilidad para manejar emociones, eficiencia para aprovechar las emociones de forma productiva y exhibir empatía.

Las consecuencias de fallar en obtener una mejor competencia emocional pueden ser lo suficientemente graves, pues Goleman señala que dichos niños se encuentran en mayores posibilidades de sufrir de problemas sociales, ansiedad, depresión, problemas de atención y agresión. Lamentablemente a la hora de llegar a la adolescencia, dichas actitudes negativas se podrían ver intensificadas debido a los cambios hormonales. Pero ese resultado no tiene por qué ser el caso. Goldman piensa que si bien parece que existe una base bioquímica posiblemente heredada en alguna de las raíces de la disfunción emocional infantil, los padres aun así pueden hacer una enorme diferencia en el desarrollo de la inteligencia emocional de un niño. Los padres tienen que saber que hay estilos específicos de crianza que tienen mayores probabilidades de desarrollar incompetencia emocional en un niño, por ejemplo: ignorar los sentimientos de un niño, dejarlo hacer todo libremente, no demostrarles respeto, no tener límites.

Tal vez nos preocupamos demasiado en habilidades diferentes, por ejemplo, las matemáticas, que, si bien son muy necesarias en el desarrollo integral de una persona, no son de vital importancia como el desarrollo de habilidades emocionales.

En conclusión, se puede decir que la inteligencia emocional es en esencia un poco más que el dominio de las artes sociales, la cual podría ser vista como la capacidad de comunicar emociones de una manera efectiva y apropiada. Con raras excepciones, los buenos comunicadores poseen un buen grado de inteligencia emocional. Nuestro estudio del proceso y de los mecanismos de comunicación, para que el panorama general sea presentado, deben incluir un énfasis en la habilidad de mantener un dialogo interno informativo, así como también uno con nuestro mundo exterior.