Pec Desarrollo I Juego de Reglas

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vuelve corriendo a la “casa” y grita “por Igor”. Entonces yo me voy a la “casa” y espero a que cojan a los demás. Al primero que cogen es el que “la liga” para el siguiente juego. Si alguien llega a la “casa” antes que el que “la liga” y dice “por MI” está a salvo y no se queda.

- Yo: Bueno más o menos me he enterado, pero algunas cosas no me han quedado claras. ¿Qué os parece si juego con vosotros un rato y así aprendo?

- Marcos, (10): vale, pero la “ligas” tu primero.

- Yo: ¿Cómo sabéis quien la liga?

- Marcos, (10): lo sorteamos, con el “pinto pinto colorito saca en la mano veinticinco en qué lugar en Portugal en que calleja en la Moraleja saca la mano que viene la vieja” y al que le toca se salva hasta que solo queda uno (variante de lo explicado anteriormente)

- Álvaro, (9): joo, no vale los mayores no juegan

- Igor, (10): pero si es solo un juego, venga Álvaro.

- Álvaro, (9): vale

- Yo: de acuerdo, ¿qué hago?

- Igor, (10): vas a la casa, ves ese árbol, es la casa y cuentas 40 en voz alta con los ojos cerrados y de espaldas para no ver a donde vamos. Cuando termines gritas “voy”

- Yo: ¿Vale todo el parque?

- Elena, (9): no, solo vale esta zona

- Yo: ¿qué zona?

- Elena, (9): la zona de arena del parque, no se puede pasar al césped

- Yo: bueno, voy a la casa y cuento

- Yo: ¡Empiezo! Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, (en este momento vuelvo la cabeza hacia los niños con los ojos abiertos para hacer trampas y ver su reacción), nueve, diez,

- Álvaro, (9): ¡¡ HE no vale hace trampas se ha vuelto!! ¡¡No juego es un tramposo!!

Se reúnen todos a mí alrededor

- Igor, (10): Te dije que no podías abrir los ojos y los has abierto

- Yo: Perdonar pero me había parecido que me estaban llamando vuestras abuelas y me he vuelto por eso. Bueno no quiero que os enfadéis por mí, os dejo solos, seguir jugando vosotros.

(La conversación fue grabada y transcrita posteriormente)

Me quedé un rato observando cómo jugaban y si había algún trato distinto entre los chicos y la chica, situación que no se produjo y, después de despedirme de las acompañantes, me retiré.

Valoraciones del experimentador

Al principio parecía que iba a ser más costoso de lo que realmente fue. Una vez que puse al corriente a la abuela de Marcos, esta colaboró con entusiasmo y me preparó el terreno para la realización de la práctica.

Me sorprendió gratamente ver cómo los niños de ahora seguían jugando a los mismos juegos que cuando yo era pequeño.

Fue muy interesante poder observar el comportamiento de los niños en el juego de reglas y contrastarlo con los estudios de Piaget y la conciencia de los niños sobre las reglas establecidas. De la observación destaco el comportamiento de dos niños, Álvaro e Igor. El primero se aferra a las reglas y le cuesta mucho trabajo aceptar algún cambio, p.e. el que un adulto forme parte del juego. Por otro lado el comportamiento de Igor fue más próximo al del líder que organiza el grupo y que es capaz de modificar las reglas de juego si este no pierde autenticidad.

El juego transcurrió con normalidad hasta que provoqué una trampa para observar su reacción. El primero en saltar fue Álvaro afirmándose en su postura de que no se pueden saltar las reglas e inmediatamente aparece Igor tratando de mediar y evitar el enfado de Álvaro.

La participación de una niña no alteró en nada el comportamiento de los niños y observe que estaba perfectamente integrada en el grupo.

Observé cómo el desarrollo de los niños podríamos encuadrarlo en una etapa intermedia entre la de cooperación y la de codificación en la clasificación de Piaget en cuanto a las Prácticas de Reglas.

En lo que se refiere a los niveles de conciencia que tienen los niños con respecto a las reglas, observé como todos estaban en el segundo nivel excepto Igor que parecía haber madurado más que el resto y estar en el tercer nivel.

Finalmente indicar que lo que al principio parecía complicado, fue resuelto de forma sencilla gracias a la actitud de las cuidadoras y la de los niños.

Esta práctica me ha permitido valorar los estudios de Piaget mediante la observación de campo, comprobando cómo se cumplen sus análisis y conclusiones sobre los juegos de reglas.

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