Propuesta de Acción Psicosocial a caso de Grado Séptimo Institución Educativa

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de la agresividad humana, pues traslada el origen de la agresión del individuo al medio social, no lo conceptualiza ni como pulsión ni como instinto, sino como una de las múltiples respuestas que pueden darse no solo ante la frustración, sino ante cualquier otra situación conflictiva.

Asimismo, encontramos dentro de los fundamentos conceptuales que el ambiente familiar es trascendental en la vida de los seres humanos teniendo en cuenta que dentro de él se adquieren los primeros esquemas y modelos de conducta que guiarán las futuras relaciones sociales y las expectativas básicas acerca de sí mismo y de los demás. La mayoría de las personas disfrutan de un ambiente familiar cálido, seguro

y protector, pero muchas investigaciones han encontrado que gran parte de las conductas agresivas presentes en niños y jóvenes en la actualidad, son producto del deterioro de la interacción familiar que conduce “a deteriorar aún más dicha interacción al disminuir la posibilidad de establecer relaciones positivas, repetirse estas crónicamente, haciendo cada vez mas grave la problemática, y extenderse a las diversas relaciones que en el sistema familiar se producen”. (Díaz-Aguado, 1996, Vol. 1, p.6S).

Es por ello que considero que es necesario actuar en varios frentes.

Por un lado, es necesario concientizar e involucrar a los padres y a la familia cercana en este proceso, pues es posible como hemos visto en que los alumnos hayan aprendido a ser violentos a partir de los comportamientos cotidianos vividos dentro de su sistema familiar, donde los niños desde temprano son estimulados consciente o inconscientemente por sus adultos que les proyectan conductas violentas, y dado también que este es un factor de riesgo para la depresión y violencia que muestran estos alumnos, lo cual esta generando la desatención, ensimismamiento y la poca participación en clase por parte de ellos..

Como medidas complementarias, también es posible abrir espacios en la institución con un equipo interdisciplinario profesional para comenzar a actuar desde la raíz de la problemática. También, como factor complementario podemos generar a través del comité de convivencia medidas de reflexión como refuerzo de inteligencia emocional.

Caso real citado por madre de un menor de 14 años, estudiante del grado 7 en el Colegio Gimnasio Especializado del Norte, bajo la dirección de la Directora Yolanda y la Psicóloga Natalie Barrera Sánchez. El alumno llega como repitente del grado 7 y con un alto grado de violencia y rebeldía intrafamiliar y escolar, tanto que ya es un blanco de observación de casi todo el personal docente y directivo. Se aborda el caso desde un enfoque colaborativo entre familia, colegio y alumno. Desde el área de sicología en conjunto con la familia, se adoptan medidas de aprendizaje en habilidades sociales y de inteligencia en las emociones para ayudarle al niño a entender su ira y a controlarla de manera efectiva y natural. Otro frente abordado en esta problemática, a través de las directivas académicas y la familia del menor, son las medidas disciplinarias en cualquier tipo de conducta violenta, haciéndole ver al alumno que de ningún modo se permitirán ese tipo de conductas ni en el colegio ni en casa. El resultado de esta intervención colaborativa obtuvo resultados positivos significativos en el comportamiento del menor ya que aprendió a reconocer, controlar y reaccionar ante sus emociones de manera natural inteligente. Fue vital la colaboración de la familia lo cual el alumno identificó como un circulo compacto que no pudo romper. A la luz de la teoría que identifica el caso "la Teoría Social- Cognitiva de Bandura (1973; 1986)" constituye uno de los principales modelos explicativos de referencia de la agresión humana, ésta agresión adquirida por aprendizaje social a través de la observación. Desde esta teoría, Bandura defiende el origen social de la acción y la influencia causal de los procesos de pensamiento sobre la motivación, el afecto y la conducta humana. La conducta está recíprocamente determinada por la interacción de factores ambientales, personales y conductuales. Entre los factores cognitivos, juegan un papel central los procesos vicarios, la autorregulación y la autorreflexión.

Conclusiones :

Los índices de agresión escolar se han incrementado a niveles preocupantes. Todos los días hay riñas en las aulas y en muchas ocasiones esas riñas se trasladan al exterior de las instituciones. Los alumnos se citan en grupos para pelear y se han presentado heridos graves en estos hechos. Los profesores también han sido víctimas de agresión. Muchos estudiantes han dejado las aulas por temor, y los profesores no cuentan con programas orientadores para prevenir y detener el fenómeno de la agresión escolar. Los padres de familia son poco participativos de la formación de sus hijos y muchos llegan incluso a la indiferencia en este sentido.

Realmente se hace necesaria una intervención directa del ministerio de educación nacional para que acuda en auxilio de esta vasta población tanto de profesores como de alumnos, con programas desarrollados que tracen metas y objetivos puntuales en este aspecto, que minimicen estos altos índices de violencia y deserción.

Referencia-Bibliográfica

Martínez, José William; Duque Franco, Adriana; (2008). EL COMPORTAMIENTO AGRESIVO Y ALGUNAS CARACTERÍSTICAS A MODIFICAR EN LOS NIÑOS Y NIÑAS. Investigaciones Andina, Sin mes, 92-105. Recuperado el 7 de mayo de 2017 http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=239016506008