Essays.club - Ensayos gratis, notas de cursos, notas de libros, tareas, monografías y trabajos de investigación
Buscar

Psicología social- Unidad II Actitudes y conductas

Enviado por   •  17 de Junio de 2018  •  3.201 Palabras (13 Páginas)  •  468 Visitas

Página 1 de 13

...

Disonancia cognitiva: un desagradable estado causado por la consciencia de la incoherencia entre creencias y actitudes.

Joel Cooper y Russell Fazio trazaron los pasos del proceso involucrado en tales situaciones. Son necesarios cuatro pasos para que los actos contradictorios produzcan disonancia y cambio de actitud. Si se obvia alguno de los pasos, no se producirá ningún cambio de actitud.

- El individuo debe darse cuenta de que la acción discorde con la actitud tiene consecuencias negativas. Si la acción no tiene efectos, no sentimos ninguna tensión incomoda entre la palabra y el hecho.

- El individuo debe aceptar la responsabilidad de la acción. La disonancia aparece solo cuando se hace una atribución interna (cuando nos consideramos a nosotros mismos con libertad de decidir la realización de la conducta discrepante con la actitud).

- El individuo debe experimentar excitación fisiológica. La disonancia parece ser experimentada como un estado incomodo de excitación fisiológica. La disonancia se experimenta como un sentimiento de excitación desagradable.

- El individuo debe atribuir la excitación a la acción. La disonancia cognitiva no ocurre simplemente porque las personas se sienten excitadas. Deben atribuir esta excitación a la incongruencia producida entre sus actitudes y sus acciones.

Igual que las personas están motivadas para eliminar estados psicológicos desagradables, como el hambre y la sed, también quieren reducir la incomodidad de la disonancia. Cuando las actitudes y las conductas están incómodamente en desacuerdo, algo tiene que cambiar. Podemos restituir la congruencia mas fácilmente cambiando la actitud.

En determinadas circunstancias, las personas que se comportan de un modo discordante con la actitud cambian sus actitudes para que concuerden con sus acciones.

En las próximas tres secciones veremos tres aéreas de investigación clásica que reflejan la amplia variedad de situaciones en que los procesos de disonancia, literalmente ayudan a las personas a persuadirse a ellas mismas.

Justificación de la conducta incongruente con la actitud: ¡tengo mis razones!

El cambio de actitud es el resultado más probable cuando hay justificación insuficiente (cuando se lleva a cabo una conducta que discrepa con la actitud por una pequeña recompensa). La conducta se justifica y se elimina la disonancia porque la actitud sobre la tarea cambia para concordar con la conducta.

Un pequeño castigo es una disuasión insuficiente para una falta de conducta discrepante con la actitud. La teoría de la disonancia predice que cuando el castigo prometido es leve, las personas cambiaran sus actitudes para convencerse a sí mismas que no quieren actuar.

Justificación del esfuerzo: Sufrí por ello, de modo que me gusta.

¿Por qué las personas a veces llegan a sentir agrado con aquello por lo que sufren? Las personas cambian sus actitudes para justificar su sufrimiento.

Justificación de las decisiones: ¡Por supuesto que yo tenía razón! Cada decisión difícil que tomamos tiene ventajas y obstáculos. Las decisiones implican disonancia, cuando las personas abandonan opciones libremente experimentan la disonancia de la decisión. De acuerdo con la teoría de la disonancia, las personas tratan de reducir esta tensión, fortaleciendo sus evaluaciones positivas de la opción elegida y descalificando la alternativa no elegida.

Culminación del procesamiento: la disonancia crea actitudes persistentes. El esfuerzo para justificar la conducta incongruente predispone a las personas a considerar muchos argumentos que podrían haber ignorado.

Alternativas para el cambio de actitud: Muchas pruebas experimentales de la teoría de la disonancia crean situaciones en las cuales el cambio de actitud es la única vía por la cual puede ser restablecida la coherencia cognitiva.

-El consumo de alcohol y droga pueden convertirse en costumbres habituales y dañinas para la salud, con las cuales las personas evitan o reducen la tensión que la disonancia cognitiva genera en sus vidas.

Afortunadamente, a menudo se encuentra una vía más constructiva de reducción. Cuando las acciones son relativamente triviales (cuando no violan imágenes del yo amadas o actitudes importantes) realizamos cambios de actitudes con muy poco o ningún esfuerzo, por el contrario, las acciones discrepantes con la actitud, que tienen implicaciones importantes pueden originar gran cantidad de reflexión, mientras trabajamos para cambiar nuestras actitudes, con el fin de reducir la disonancia.

Las actitudes dirigen las acciones

Las actitudes determinan lo que hará cada individuo. Y si las actitudes dirigen las acciones, cambiar las actitudes (sobre nosotros mismos, los demás, los objetos, sucesos y temas) permite el cambio de la conducta. Las actitudes a menudo van unidas a las conductas.

Quizá porque asumimos que las actitudes y la conducta van unidas habitualmente, nos sentimos conmocionados cuando parecen abiertamente discordantes.

Como dirigen las actitudes la conducta.

Las actitudes dan un sesgo a las percepciones, produciendo que la información congruente con la actitud sobre objetos, personas, y sucesos sea más obvia y la conducta congruente con la actitud, más probable. Las actitudes también influyen en la conducta de un modo más considerado, estimulando a las intenciones para actuar de ciertas formas. Las intenciones pueden desencadenar mecanismos que hacen que sea más posible que la conducta sea congruente con la actitud.

Las actitudes están enlazadas a las conductas de dos modos diferentes. Algunas veces las actitudes parecen producir conductas congruentes, bien directamente o con poca o ninguna intervención del pensamiento. En otras ocasiones, sin embargo, las actitudes influyen en las conductas solo después de una extensa y deliberada consideración de las intenciones.

Las actitudes dirigen la conducta con poca intervención del pensamiento. Las conexiones entre actitud y conducta parecen tener lugar sin mucho esfuerzo de pensamiento.

¿Qué tiene la actitud para poder guiar la conducta de este modo automático?

- Las actitudes fijan la atención: dime dónde mirar. Las actitudes tienden a fijar el foco de atención de las personas orientándolas hacia la información que esta más en línea con lo que ya creen y alejándola de datos que la contradigan, nuestras

...

Descargar como  txt (21.3 Kb)   pdf (60.4 Kb)   docx (20.4 Kb)  
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Essays.club