Teorías neurocientíficas sobre el aprendizaje

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sensibilizador puede anular a la habituación (deshabituación), si se da en el momento preciso, ejemplo de esto es que golpeen mientras suena algún fuego artificial, te distraes lo cual conlleva a un sobresalto por el ruido.

Por lo otro lado, el aprendizaje asociativo se puede dar principalmente por condicionamiento clásico y condicionamiento operante.

El condicionamiento clásico, estudiado por Pavlov, se da por relación y contigüidad entre estímulos, uno condicionado (EC) y uno incondicionado (EI). El primero produce una respuesta débil y no es la causa del conocimiento, mientras que el segundo recibe una respuesta fuerte que es la que provoca el aprendizaje. Existe condicionamiento apetitivo, cuando se recibe alimento, o defensivo, cuando se obtiene algo nocivo.

Un aspecto interesante es que si el EI es nuevo e inesperado, sin emparejamiento con el EC, el aprendizaje adquirido es máximo, ya que no tiene previo aviso de algo que ocurrirá, mientras que el cuándo el EC se va haciendo presente, el EI va perdiendo efecto y el aprendizaje disminuye convirtiéndose en una costumbre.

La frase “la extinción no es olvido , sino aprendizaje de algo nuevo” hace referencia a que el animal entiende que los eventos que antes sucedían dejaron de pasar, lo cual les ayuda en la adaptación.

El condicionamiento operante se obtiene una predicción entre la relación respuesta-estímulo. En este caso las conductas operantes son emitidas antes que inducidas. Un ejemplo es el de una que recibe alimento al presionar cierto artefacto, con ello el animal aprende que tendrá comida siempre que toque ese objeto.

Cabe destacar que el aprendizaje adquirido de un organismo a lo largo de su vida no es local, sino que se encuentra distribuido en distintas regiones del encéfalo.

CONCLUSIONES

La consolidación de experiencias se da a través de la actividad nerviosa duradera.

El hipocampo puede funcionar como almacén en corto tiempo o como medio de transmisión de la memoria a largo plazo.

Los estímulos que percibimos de los sucesos ambientales modelan la conducta de cada persona, por lo que cada uno “aprende” y “recuerda” en forma personal.

Los animales utilizan estos aprendizajes por adaptación y sobrevivencia, ya que no son totalmente conscientes de sus acciones (actúan por instinto).

En el condicionamiento clásico el sujeto aprende que un cierto estímulo predice un acontecimiento posterior, en el operante el animal aprende a predecir las consecuencias de su conducta.

Algunas aplicaciones en la vida cotidiana de este tipo de condicionamientos son la aversión a alimentos que produzcan adicciones o cáncer, desensibilización para evitar fobias, o la biorretroalimentación para reforzar respuestas que no son conscientes para el paciente.

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