El fanatismo religioso en Doña Perfecta y El Niño de la Bola.
Enviado por Rimma • 29 de Mayo de 2018 • 1.722 Palabras (7 Páginas) • 681 Visitas
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Pasa lo mismo con Manuel y Soledad, cuando éste la quiere rescatar de su familia para poder casarse con ella, sin tener éxito. Sin embargo, en esa situación no influye mucho la religión de Manuel o la de Soledad, el problema es su padre.
Como mencionamos antes, Pérez Galdós es anti fanatismo/conservadurismo: “Su propia actitud religiosa la refleja Galdós en personajes como Pepe Rey o León Roch. Sobre el protagonista de Doña Perfecta pesa, como sobre el novelista, la sospecha de ateísmo y de impiedad por parte de todos los miembros de la sociedad de Orbajosa, incluso su propia tía: ‘¿Para qué mencionas a Dios si no crees en Él?’”. (Aparici Llanas, 120).
Esto porque Galdós comprende que la religión retrasa el avance de la tecnología y el conocimiento, lo cual impide el crecimiento de las ciudades para una mejor calidad de vida. “Al fanatismo de lo religioso opone Pepe Rey el fanatismo de la ciencia, cuando afirma que ‘todos los milagros posibles se reducen a los que yo hago cuando se me antoja en mi gabinete con una pila de Bunsen, un hilo inductor, y una aguja imantada’. Esta gran fe de Galdós en la ciencia se ve, sobre todo, en Doña Perfecta.” (Aparici Llanas, 184)
Y es justo eso a lo que Doña Perfecta se opone, al avance, a obtener más conocimientos, ella cree que con el avance y desarrollo no hay paz. “La misma Doña Perfecta comprende que Pepe es la ciencia, el saber, el progreso que pretende arrebatar la paz ‘ignorante’ a Orbajosa.” (Aparici Llanas, 190)
Hay que aclarar que no necesariamente los personajes fanatistas son miembros de la iglesia, tal es el caso de Doña Perfecta en sí, que sin ser monja ni ministra de la iglesia ya hace más impacto en el pueblo que Don Inocencio. “Doña Perfecta es un producto eclesiástico-social; la sociedad no es el instrumento de la Iglesia, ni viceversa. Iglesia y sociedad se confunden. Esto es precisamente lo que sucede en Orbajosa, y lo que Galdós denuncia por el modo clerical de esta fusión.” (Povedano, 121). Y está en lo correcto, es notorio que, aunque Don Inocencio sí influye en la manera de pensar de Doña Perfecta, ella no es su herramienta, ni ningún otro personaje ajeno a la iglesia.
A pesar del fanatismo de Doña Perfecta, ésta al final no consigue vencer sus pensamientos sobre Pepe y lo que ella cree que él hará. Y menos cuando llega el ejército a Orbajosa, y le hacen pensar que vienen a ayudar a Pepe. La pelea o guerra en sí fue causada y organizada por la misma Doña Perfecta. “Pepe Rey y el ejército representaban la libertad; Doña Perfecta, la intolerancia. En los cuatro niveles la función de Doña Perfecta es la misma: organizadora de la guerra. A partir del capítulo XVIII las referencias bélicas serán constantes. Pepe Rey habla a Pinzón de ‘acoso’, de ‘estrategia’, de ‘general’.” (Elizalde, 156)
Por lo tanto, Doña Perfecta al ya no poder tolerar más la “herejía” de su sobrino, y la falta de autoridad que hay en su situación, termina desahogándose y exigiendo su poder: “Al tratarle de loco confiesa Doña Perfecta su arrogancia y orgullo. En los puntos suspensivos se insinúa ya una amenaza. Su voluntad mandona estalla: ‘y mi autoridad y mi voluntad, yo… ¿Yo no soy nada?’. La persona que se le opone pasará a ser ‘bandido’, ‘monstruo’, ‘miserable’, ‘salvaje’, ‘blasfemo’.” (Elizalde, 164)
Personalmente creemos que la religión, sea cual sea, es un aspecto fundamental en la vida de las personas. Aunque una persona sea atea, la religión sigue influyendo en su vida, pues ésta es causante de gran parte de lo que sucede en el mundo. Sin embargo, el fanatismo religioso ya es otra cosa. Y estamos en total desacuerdo en cuanto a éste. Es algo que simplemente no es necesario ni ayuda al bienestar de las personas, pues frena cualquier progreso en la sociedad. El fanatismo a la religión, a lo largo de la historia y también en la actualidad, ocasiona guerras y discusiones que impactan en la vida y las relaciones entre personas, ciudades o hasta países enteros. Tal como sucedió en Doña Perfecta. Y, como dice un proverbio anónimo: “Quién no conoce la historia está condenado a repetirla.”
Bibliografía:
ELIZALDE, Ignacio, Pérez Galdós y su novelística, Bilbao, Universidad de Deusto, 1998.
POVEDANO, Francisco, Conflictos y Claves de Interpretación en Doña Perfecta, Gloria y la familia de León Roch, en E. Geisler y F. Povedano, 1996.
GULLÓN, Ricardo, Galdós, Novelista Moderno, Madrid, Editorial Gredos, 1966.
APARICI LLANAS, María Pilar, Las novelas de Tesis de Benito Pérez Galdós, Madrid, Institución “Mila y Fontanals”, Instituto de Filología, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1982.
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