Caso galileo.
Enviado por Stella • 11 de Julio de 2018 • 3.195 Palabras (13 Páginas) • 376 Visitas
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La influencia de la investigación de Copérnico sobre el desarrollo científico de la época renacentista termina por determinar el camino que Galileo tomaría unos años después, al interesarse férreamente por las matemáticas y al concentrarse en la experimentación, en cuanto ésta le otorgaba datos realistas y verosímiles que estudiar además de poder descartar o confirmar las hipótesis nacidas. De esta manera, realiza numerosas experiencias con el movimiento de cuerpos y sistemas de referencia, y las describe en lo que hoy es el comienzo de la Mecánica, convencido parcialmente de que el marco aristotélico no representaba la complejidad del mundo y de sus interacciones al no verse expresado cuantitativamente en los fenómenos de la naturaleza, pero no pudiendo desprenderse de él.
- El Telescopio: comprensión, rediseño y utilización
Galileo adquiere conocimiento de la existencia del telescopio holandés en 1609 a partir de la propia fama del instrumento al permitir observar objetos lejanos, aumentando aproximadamente tres veces su tamaño aparente. Si bien la imagen se deformaba, el aumento era efectivo, y esto llevó a Galileo a estudiar el mecanismo de lentes para así construir y perfeccionar su propio telescopio con financiamiento burocrático. Tiempo después y tras desarrollar un telescopio de veinte aumentos, lo apunta al cielo para observar la Luna; mediante la observación de sus fases es capaz de darse cuenta de que la transición entre la parte iluminada y oscurecida del satélite presenta irregularidades causadas por la presencia de relieve en su superficie, y así obtiene la primera evidencia concreta contra la realidad aristotélica (donde, a diferencia de la Tierra, el mundo supralunar era perfecto geométricamente). Posteriormente, el instrumento asiste a Galileo en la observación de distintas estrellas de la galaxia (incluyendo al Sol), así como en la observación de otros planetas del Sistema Solar. De esta forma, le es posible notar la existencia de los cuatro satélites naturales principales de Júpiter (que hoy son conocidos como satélites galileanos), y con esto la prueba definitiva de que la Tierra no constituía el centro del Universo, sino que las interacciones de los cuerpos venía dadas como Copérnico las había modelado.
En sí, la importancia del telescopio como instrumento experimental para Galileo reside en la facultad que este otorga a su utilizador de trascender los límites terrestres al mirar el cielo, permitiéndole observar metódicamente el cosmos para comprender así que la naturaleza de los fenómenos que se pueden ver allí es la misma que la de los ocurridos en la Tierra, y por lo tanto equivalentemente cuantificable, comprensible y aristotélicamente imperfecta. Esto determina la apertura paulatina de un sinfín de puertas a una nueva cosmovisión, en la que el cuestionamiento racional de la realidad (en su más amplio sentido) es fundamental y necesario para el progreso del entendimiento humano de su propia verdad.
Mas, es importante entender cómo convivía esto en Galileo, quien fue capaz de retratar la naturaleza como nunca antes se hiciese, con la enorme presión sociocultural de su contexto, que fuese la principal causa de la dualidad de su ser entre la religiosidad y la ciencia, y así de los conflictos que siguieron.
- La ciencia de Galileo contra el ethos tradicional
Como ya se ha mencionado, Galileo nació cuando la era moderna estaba iniciando y la iglesia católica ya había implementado un proceso de contrarreforma para frenar las ideas rupturistas iniciadas por Martín Lutero en el siglo XVI. En este contexto, la iglesia creó organismos encargados de mantener el orden y el dominio del credo católico. Por ejemplo, la Inquisición y el Censor, organización encargada de censurar libros e ideas que estuvieran en contra de la cosmovisión defendida por el catolicismo (Fayyazuddin, 2014)[1].
En este contexto, la iglesia consideraba el contenido de la biblia como una verdad incuestionable y, por lo tanto, usar una metodología que pretendiera explicar los fenómenos de la naturaleza sin considerar la “palabra sagrada”, implicaba un constante hostigamiento por parte de la Inquisición. Galileo era consciente de esto, es más, él no difería en considerar a la biblia como algo sagrado y como una fuente verdad, pero, a raíz de las observaciones que realizó a lo largo de toda su vida terminó concluyendo que la biblia no era un buen instrumento para hacer ciencia (Eppur si muove, 2002). No obstante, la coexistencia de ciencia y fe siempre fue una constante a lo largo de su vida y le generó diversos conflictos debido al contexto de su época.
Galileo buscaba un nuevo método para explicar la naturaleza porque la teoría geocéntrica, que representaba a la Tierra como el centro de toda la creación, y el ethos tradicional, basado en la filosofía aristotélica, no lograban explicar las lunas de Júpiter, los cráteres en la Luna, las manchas solares, o el movimiento retrógrado de Marte. En definitiva, los conceptos de perfección, armonía y teocentrismo se vieron trastocados por las observaciones del científico, lo que lo condujo, finalmente, a optar por una nueva herramienta para describir el universo: el método científico.
A diferencia de las concepciones teocéntricas, el método científico se fundamenta en el empirismo, el que sostiene que la verdad se puede obtener únicamente a través de la experiencia y la observación del mundo (Hume, 1739). Junto con el racionalismo, constituyen unas de las primeras doctrinas que contradecían el ethos tradicional y que las podemos reconocer como efectos de las corrientes modernistas que empezaron a gestarse en el siglo XVI. Así, mediante el método científico, Galileo realizó una gran cantidad observaciones y mediciones que tuvieron consecuencias trascendentales en la evolución de la astronomía y el ethos tradicional, a saber, la formulación de nuevas teorías físicas que sacudieron los cimientos de toda la cosmovisión aristotélica y abrieron una nueva interpretación para el universo (Fayyazuddin, 2014).
Por otro lado, con los estudios de Galileo, la ciencia adquirió un nuevo estatus ya que la búsqueda de respuestas que permitieran modelar la realidad ya no solo se realizaban en el área de la teología aristotélica; la ciencia se convirtió en un método innovador para la búsqueda de la verdad. De esta manera, podemos reconocer a la obra de Galileo como un hito fundamental en la historia de la ciencia, ya que dió las bases a muchos científicos posteriores que, continuando con su legado, realizaron avances sin precedentes en astronomía y física que, finalmente, consolidaron a la ciencia
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