La singularidad de la experiencia cristiana.

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Pero así como hay quienes avalan estas evidencias, también existen muchos historiadores que se aproximan al estudio de este fenómeno con ciertas presuposiciones o una noción preconcebida, aplicando prejuicios filosóficos en donde ajustan la evidencia de acuerdo a lo que creen. La perspectiva histórica está iniciada dentro de un marco filosófico, en donde estas personas, a través de la convicción metafísica (Pensamientos o consideraciones que se realizan acerca de un tema de forma especulativa) ya han determinado el contenido de los resultados incluso antes de que comiencen su análisis históricos o alguna investigación. En la actualidad cuando se les presenta la evidencia histórica de la resurrección de Jesús, usualmente es rechazada, argumentando que los milagros de esta naturaleza no existen, que es algo imposible, sin haber realizado un examen histórico antes, si no que por su propia percepción cerrada del tema.

En conclusión:

La verdad tras todo esto y como opinión personal, es que cada quien es libre de creer en lo que desee, e independientemente de la inclinación religiosa, debemos saber que está siempre condicionará nuestro modo de pensar y de actuar incluso para quienes no son creyentes. Puede o no llegar a ser una experiencia subjetiva, pero eso variara desde el punto de vista de cada persona, quienes lo hayan experimentado creerán y defenderán firmemente su fe y quienes pretendan analizarlo desde el punto de vista científico y fuera de lo dogmático, optaran por la falta de objetividad que una experiencia pueda presentar. Las cosas pueden ser tan posibles como a la vez no, porque no siempre todo lo que vemos o conocemos es todo lo que existe, y cada uno de nosotros tiene una perspectiva distinta basándonos en lo que creemos o dejamos de creer, mi interpretación acerca de este tema es principalmente mantener la mente abierta, creo en la veracidad de lo científico, por lo tanto no se puede descartar las pruebas históricas que hay sobre la existencia de Jesús y su resucitación, lo cual llega a ser percibido por las personas como la realización de un milagro, de ahí que se crea en las divinidades, agregando a esto la necesidad humana de tener fe en un ser omnipotente. Finalmente, lo que queda como una verdadera pregunta es: “¿Porque decidimos creer o no en algo y en que nos basamos para ello?”.