8 habitos de Stephen R. Covey

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Y con esa mentalidad crecemos, nos desarrollamos bajo ese paradigma, vivimos el día a día en un ambiente de competencia. Buscamos ser los primeros y los mejores, actuando de manera un tanto egoístas. Este paradigma tal vez nos resulte satisfactorio a corto plazo, pero nos traerá severos problemas a futuro.

Este hábito nos enseña a vivir y actuar más por cooperación que por competencia. Ganar/Ganar significa que los acuerdos que tomemos o las soluciones que demos, beneficien y satisfagan también a los demás.

La competencia es buena en algunos aspectos, pero cuando se trata de alcanzar los objetivos de una empresa o generar más productividad, la cooperación es parte esencial para alcanzarlos. Siempre que se tenga que trabajar en equipo, o hacer las cosas en conjunto, el mejor paradigma es buscar que los resultados me beneficien a mí y beneficien a los demás. Ya que con esto lo que conseguiré es que todo mi equipo de trabajo se sientan bien por las decisiones que se toman y que a su vez se comprometan con el plan de acción con el que se va a trabajar, ya que al final, ambos saldremos ganando, y así aplico el Ganar/Ganar.

Cuando los acuerdos que llegamos a tomar no satisfacen a la de los demás y con ello no se logra llegar a una solución en donde haya acuerdo mutuo, lo mejor es decir, no hay trato.

”El éxito de una persona, no se debe ni se puede lograr a expensas o excluyendo el éxito de los demás, es más satisfactorio el beneficio mutuo, yo gano y tu ganas también”.

5º Hábito.

Procure primero comprender, y después ser comprendido.

En cualquier etapa de nuestra vida y en cualquier parte, lo primero que buscamos las personas es que los demás nos comprendan. Y cuando alguien se nos acerca ya sea un familiar, un compañero o un amigo a querer contarnos su problema, lo primero que hacemos es querer arreglar las cosas de manera precipitada y optamos por aconsejar a nuestro propio criterio, sin antes tratar de diagnosticar para poder comprender el problema.

Y es que desde pequeños, en nuestra familia y en la escuela, nos enseñan solo tres tipos de comunicación, que es el leer, el escribir y el hablar, pero es raro o nulo que alguien nos enseñe a escuchar, he de ahí el paradigma de solo entender a la gente, mas no comprenderla realmente.

Para comprender a alguien, no se necesita implementar ninguna técnica, para poder influir en alguien se debe hacer con el ejemplo y la conducta. El ejemplo que demos fluye de manera natural del carácter que tenemos y del tipo de persona que seamos, y no de lo que otros dicen que somos o de lo que queramos que ellos piensen de nosotros. El carácter de cada persona transmite y comunica algo.

Existen 4 niveles para escuchar, cuando la ignoramos, cuando fingimos escucharla, cuando escuchamos de manera selectiva y cuando escuchamos de manera atenta. Pero ninguna de estas nos ayuda a comprender.

Para ello existe el quinto nivel que es la escucha empática, esta consiste en comprender lo que siente la otra persona, comprender su paradigma, de manera que nos permita ver las cosas como ella las ve.

No basta solo escuchar con los oídos, sino también con los ojos y con el corazón, para no solo poder escuchar sus palabras sino también sus sentimientos, su significado y su conducta.

La mejor manera de aconsejar o poder resolver un problema es primero diagnosticarlo. Si uno no tiene confianza en el diagnostico, tampoco lo tendrá en la prescripción.

Es necesario cambiar nuestro paradigma, ya no podemos esperar a que nos comprendan, debemos procurar primero comprender y después ser comprendidos.

El ser humano busca siempre la supervivencia psicológica, buscamos ser comprendidos, afirmados, valorados y apreciados. Debemos aprender a escuchar para poder percibir, intuir y sentir la problemática de los demás y con ello poder ayudar, mas si tenemos a nuestro cargo al personal de la empresa en la que trabajamos.

6º HÁBITO. LA SINERGIA

Principios de cooperación creativa.

La sinergia es un concepto griego que significa trabajando en conjunto, es algo así como trabajar en equipo para lograr mejores resultados, empleando todos los hábitos que hemos aprendido.

Trabajar con sinergia en cualquier ámbito de nuestra vida nos traerá mejores resultados, ya que si empleamos cada uno de los hábitos de manera correcta, nos permitirá conocer, aprender y mejorar las técnicas que utilicemos.

En cualquier parte o situación en la que nos encontremos, sabremos qué hacer, que decir y como actuar. Hablar de sinergia implica poner en marcha los hábitos aprendidos, en el hogar, en la oficina o en la sociedad.

Cualquier hábito que utilicemos nos traerá de manera inmediata uno y otro hábito. Ya que en cualquier situación por muy pequeña que parezca, la comunicación sinérgica debe estar presente. Saber escuchar y comprender la problemática de los demás hará que la comunicación sea empática, y con ello el resultado que arrojará es la solución más viable para ambas partes, logrando así el ganar/ganar.

Los conflictos se generan en cualquier parte, eso es cierto, ya que las personas piensan diferente y es difícil llegar a un arreglo, pero si se negocia con sinergia, el conflicto se convierte en la base para la comunicación y la solución del mismo.

Cuanto más nos comprometemos nosotros mismos, mayor será la participación para resolver los problemas que tengamos que enfrentar día con día. Cuanto más pongamos en práctica los principios de cooperación creativa, mayor serán los resultados benéficos que tengamos y que ofrezcamos a los demás.

No cabe duda que actuar con sinergia nos trae buenos y mejores beneficios y aunque existan diferencias, la finalidad principal no es confrontar sino comprender buscando otra alternativa en la que podamos lograr el efecto de ganar/ganar.

7° Hábito.

Afile la sierra. Principios de auto renovación equilibrada.

El séptimo hábito consiste en dar expresión a cuatro motivaciones verdaderamente importantes, la motivación física, la social/emocional, la motivación mental y por último la espiritual. Cada una de estas motivaciones es tan esencial que a mi particular punto de vista son las que dan vida a los 7 hábitos. Estas motivaciones actúan como si fuesen el motor que impulsan todos y cada uno de los hábitos aprendidos.

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