DIDÁCTICA ESPECÍFICA El aprendizaje del Alumno Técnico

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En el medio de estas dos realidades se situaba un grupo de escuelas que mostraban una realidad contradictoria, respuestas mínimas a los desafíos de su clientela de alumnos y las demandas del sector productivo.

El conflicto interno institucional hacia que cada sector de la institución, turno, taller, especialidad tuviera sus propios objetivos y se independiente de los otros sectores; haciendo peligrar la integración y objetivos comunes de la comunidad escolar.

En estos casos los alumnos destacaban la buena predisposición de los docentes y resaltaban la inoperancia de la institución en muchos casos.

Esta variación de posibilidades y diferencias con el currículo real hacen resaltar realidades comunes en los aprendizajes por alumnos, docentes y observadores.

El aprendizaje en taller y laboratorio exige la aplicación de los contenidos en determinados resultados de esa práctica. Hace que el “verso” sea menor a comparación con las modalidades de la educación general o humanística.

El ejemplo que se cita en este texto de “El Bicho” que diseñaron los alumnos q tendrá movimiento a base de mecanismos manejado por un PLC (Controlador Lógico Programable) este prevé la articulación entre diferentes modalidades incluidas las artísticas; precisión en los conceptos y desarrollos de los mismos activando la relación entre ciencia, tecnología y la aplicación de estas.

No todas las escuelas tienen implementan secuencias entre el diseño, programación y ejecución pero cuando esta situación es viable los resultados son de calidad y el aprendizaje es real y no solo memorización de contenidos.

La aparición constante de situaciones problemáticas hace se incrementa la capacidad para solucionarlos en la práctica.

Es sabido que las situaciones planteadas anteriormente no puede darse en todas las escuelas, pero cuando están las condiciones propicias puede ser viable.

Existen aspectos positivos en la formación secundaria, tecnológica y practica como formación técnica; motivando a los estudiantes y docentes a encarar un proceso de adquisición de conocimientos, competencias.

Que los alumnos pongan en prácticas conocimientos adquiridos encarando situaciones reales de ensayo y error con esfuerzo de corrección. Tener en cuenta las habilidades y competencias y no tan menos importante la edad madurativa de los alumnos, evitando la rigidez educativa.

¿Contenidos o competencias?

No siempre se consigue una articulación eficiente con el taller y el laboratorio .Frecuentemente hay superposiciones y repeticiones, tanto en la planificación de los cronogramas, como cuando el MEP vuelve a introducir contenidos teóricos ya vistos para fundamentar las prácticas.

Vamos a analizar este tema el concepto de competencia.

La noción de competencia, tal como es usada con relación al mundo del trabajo, se sitúa a mitad de camino entre los saberes y habilidades concretas, la competencia es inseparable de la acción pero exige a la vez conocimiento. Una vieja definición del diccionario Larousse: en los asuntos comerciales e industriales, la competencia es el conjunto de conocimientos, cualidades, capacidades y aptitudes que permiten discutir, consultar y decidir sobre lo que concierne al trabajo. Son entonces un conjunto de propiedades en permanente modificación que deben ser sometidas a la prueba de la resolución de problemas concretos en situaciones de trabajo.

La competencia no proviene de la aprobación de un currículum escolar formal, sino de un ejercicio de aplicación de conocimientos.

El aprendizaje de competencias tiene que ver con la manera como se aprende, más concretamente que en el proceso de enseñanza aprendizaje.

En la enseñanza actual se confunde la solución de problemas con la ejercitación, en el primer caso se enfrenta a una situación que debe ser resuelta y para la que la persona no tiene un camino fácil y predeterminado, en el segundo se trata del uso de destrezas o técnicas sobreaprendidas y la constitución de rutinas que se aplican automáticamente. O sea que la competencia es la capacidad de resolver problemas en circunstancias reales que implican incertidumbre empleando conocimientos y habilidades generales.

La función de la formación para el trabajo en el sistema educativo es formar personas capaces de actuar por sí mismas y a su vez capacitarlos para el trabajo en el mundo real. Brindar a los jóvenes que egresan las competencias necesarias para que puedan contribuir a construir sus propias inserciones en el mundo laboral. Para ello deben adquirir tres tipos de competencias, competencias de empleabilidad, técnicas y laborales.

Las competencias de empleabilidad son aquellas necesarias pero no suficientes. Son la base sobre la que se apoyan las competencias específicas para los puestos concretos de trabajo. Son importantes porque sin ellas es difícil la obtención de un empleo estable.

Las competencias de empleabilidad fueron definidas hace más de diez años (SCANS, 1992) incluyen aplicada, habilidades de pensamiento (razonar, abstraer, representar y reaprender), y cualidades personales tales como responsabilidad, autoestima, sociabilidad, autocontrol e integridad.

Las ocupaciones técnicas exigen capacidad de solucionar problemas y tomar decisiones.

Exige asimismo la capacidad de organizar proyectos que integren diversas tecnologías; el técnico electrónico o el maestro mayor de obras tiene que aprender a integrar en un proyecto. Éstas son las llamadas competencias técnicas y profesionales.

El perfil del egresado de la educación técnica.

Se pide que un egresado de escuela técnica sepa desempeñarse en los niveles medios de la industria o en diferentes ramas de servicios en los que se apliquen los conocimientos técnicos generales y de la especialidad cursada. También tienen los conocimientos necesarios para continuar sus estudios ya sean terciarios o universitarios. Este doble propósito de formación para el trabajo y la universidad está muy interiorizado en la educación técnica.

Cuando se pregunta porque eligieron la educación técnica responden que quieren un título que les sirva para conseguir trabajo bien terminen la secundaria y que les dé la posibilidad de seguir estudiando.

La educación técnica no fue creada con el propósito de ser una escuela de formación