El comedor escolar no puede ser entendido como un recurso asistencial ni considerado un mero servicio complementario, sino que debe ocupar el lugar que le corresponde como espacio educativo de primera magnitud.
Enviado por Albert • 1 de Febrero de 2018 • 2.488 Palabras (10 Páginas) • 562 Visitas
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Otro de los aspectos que entendemos inciden negativamente en el funcionamiento del comedor es la irracionalidad de los espacios y su falta de ambientación. En general, se suele destinar a comedor el espacio más amplio del conjunto de las dependencias de la escuela, la mayoría de comedores están carentes de aquellos elementos que puedan conferirle una personalidad propia y le conviertan en un lugar acogedor, funcional y adaptado a las necesidades de los niños. Para solventar este problema hay que plantear el comedor en función de la relación de iguales, en el cual plantearemos un mobiliario adecuado cuya finalidad sea que el niño sea feliz y coma de todo. De tres a seis meses el niño comerá en brazos del educador sentado en una butaca; de seis a doce meses los niños comerán en una trona; de uno a dos años introduciremos la doble cuchara por lo que platearemos mesas en forma de U, para facilitar a la maestra ésta labor; de dos a tres en mesas hexagonales para favorecer la relación entre iguales. Otro aspecto que no se da en las escuelas infantiles es el cuidado de la estética en el comedor. Al igual que nosotros cuando vamos a un restaurante no comemos en mesas de pupitre con platos y cubiertos de plástico, esto debería darse en las escuelas ya que el niño no solo come con la boca sino que con la vista también.
Los ruidos, las aglomeraciones y el tránsito de personal, son otras de las constantes observadas en los comedores escolares, que alejan y distorsionan los objetivos de la acción educativa. Para solventar esto plantearemos una distribución del comedor que evite las aglomeraciones y poner una música ambiental que relaje a los pequeños, ayudando así a que el pequeño llegue con mayor tranquilidad a la hora de la siesta.
Otro punto que cabe destacar es que en las escuelas infantiles no se fomenta la colaboración, es decir, no se les pide a los niños que ayuden a poner la mesa o a quitarla. Los niños se encuentran la mesa puesta con el plato lleno de comida que él se ha de acabar. Nosotros queremos promover que los niños de 2 a 3 años colaboren en esta labor, pues consiste en una situación de aprendizaje más, ya que el niño no solo trabaja susodicha colaboración sino que también trabajamos la psicomotricidad fina y gruesa, el lenguaje, el número, el objeto. Con ello fomentamos que el niño adquiera una autonomía.
Cuando estructuremos el número de comensales por mesa, tenemos que pensar si en algún caso este número puede variar. Por lo general dejaremos que los niños escojan con quien se quieren sentar en la mesa, el problema llega cuando más niños que el asignado por mesa quieren sentarse juntos. Para encontrar una solución a este problema estableceremos normas de conducta en el comedor. Un ejemplo de norma sería la democratización a la hora de sentar a los niños, es decir, que el niño que no cabe en la mesa se le promete que al día siguiente el tendrá preferencia para sentarse en esa mesa.
- Objetivo especifico
En el comedor se le presenta al niño una situación problemática: comer por sí solo, desprendiéndose paulatinamente de la dependencia del adulto. Se encuentra en contacto con otros muchos niños en una situación netamente comunitaria, ofreciéndosele también la posibilidad de experimentar y descubrir múltiples sensaciones que proporcionan los alimentos. El hecho de alimentarse supone mucho más que la satisfacción de una necesidad biológica dado que hay pautas sociales y culturales que el niño ha de conocer e incorporar.
Por todo ello, el comedor exige ser contemplado dentro del proyecto educativo de la escuela, precisa de una planificación general por parte del equipo educativo que determine los objetivos y contenidos: seleccione recursos: contemple la acción con la familia y establezca los distintos momentos en que ha de ser evaluado a fin de corregir las disfunciones que se presenten.
Esta planificación general precisa de una concreción por parte de cada educador y maestro que la ha de adaptar a la realidad del grupo de niños, realidad que queda determinada por la edad y por lo que el grupo es capaz de hacer, según sus posibilidades de acción y su nivel de autonomía.
Planificar implica organizar, diseñar y establecer todos los elementos que harán posible la organización de un comedor en la que podamos trabajar la propuesta educativa que perseguimos, para ello el Equipo Educativo deberá decidir sobre como:
* Diseñar el espacio.
* Organizar el mobiliario.
* Organizar los objetos.
* Establecer los grupos.
* Los tiempos.
* Los ritmos.
Establecer los objetivos generales que se persiguen, tales como:
1. Lograr que cada alumno o integrante del la institución educativa colabore con un aporte financiero para dar apertura al área de comedor.
2. Establecer que la cantidad aportada por cada ente sea en efectivo monetario para lograr el objetivo.
3. Reconocer, utilizar los objetos y utensilios en el acto de comer.
4. Aprovechar y cuidar el comedor.
5. Practicar hábitos de higiene.
6. Establecer la hora de la comida como una situación de aprendizaje.
7. Reconocer y diferenciar los roles de las personas que intervienen en el comedor.
8. Utilizar y ampliar el vocabulario relacionado con la comida.
9. Afianzar el comedor como un momento deseado y divertido.
10. Establecer situación comunitarias y de relación alrededor de la comida.
11. Respetar los ritmos individuales dentro de un tiempo más o menos aceptado (una hora).
12. Fomentar la estética, decoración en el comedor y en el momento de presentar las comidas.
13. Establecer las cantidades de comida que dada el niño/a es susceptible de poder comer.
14. Utilizar normas de conducta en la mesa establecidas por nuestra cultura.
15. Practicar la colaboración en la puesta y retirada de la mesa.
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