Fobaproa en México "el robo del siglo"
Enviado por Sandra75 • 2 de Enero de 2018 • 1.608 Palabras (7 Páginas) • 403 Visitas
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de su deuda externa (amortización de capital y pago de intereses), viéndose precisado a declarar una moratoria de tres meses al respecto, así como a solicitar nuevos empréstitos públicos al exterior.
GASTO PUBLICO INFLACIONARIO EN 1982. LAS CUATRO DEVALUACIONZS. LA NACIONALIZACIÓN DE LA BANCA. EL ATRACO GUBERNAMENTAL DE LOS MEX-DÓLARES. Y también crecía el gasto público, que para 1982 se autorizó por 3 billones, 300, mil mdp, mismo que mucho nos tememos, se incrementó, pues para ese año se gastaron de más (déficit de) 1 billón, 900 mil mdp. [Sol de México de medio día, del 6 de diciembre de 1983, en visión retrospectiva], con lo que se incrementó el circulante monetario y a pesar de que López Portillo había afirmado que Presidente que devalúa se devalúa, por lo que defendería el peso como un perro [aparecido en toda la prensa nacional, caso de la 2’ de Ovaciones del 23 de julio de 1981, p. 1: Rotundo mentís a los rumores de devaluación], se produjeron cuatro devaluaciones monetarias, el 18 de febrero, el 6 y el 19 de agosto y el 1° de septiembre de 1982. La primera condujo la paridad peso dólar de 26.88 a 37.66 por uno. La segunda creó un sistema cambiario dual, por la que hubo dos regímenes para la paridad peso dólar, uno, el del tipo de cambio libre de 70.08 por uno y otro, el del tipo de cambio preferencial, que permitiría a los importadores mexicanos conseguir dólares más baratos, a 50 por uno. La tercera devalua-ción transformó el sistema cambiario de dual a múltiple: el dólar libre subió a $114.77 por uno; el preferencial siguió a $50.00 por uno; y se creó un dólar especial con paridad de $69.50 por uno, para ciertas operaciones en el exterior que privilegiaban un dólar más barato que el libre. La cuarta devaluación, motivada en contener la fuga de capitales, creó un sistema generalizado de cambios —que con el nuevo presidente De la Madrid, perduraría sólo hasta el 20 de diciembre de 1982—, sistema que resultó inefi-caz, pues el dólar libre seguía generando fugas de capitales. Por entonces y desde los 60’s del siglo XX, quienes podían hacerlo, además de ahorrar en moneda nacional, mantenían una segunda cuenta bancaria, ahorrando en ella en dólares, en previsión a eventuales devaluaciones que podrían mejorar-les sus ahorros ante las nuevas paridades que cualquier sorpresiva deprecia-ción fijara entre el peso y el dólar. Dicha medida de los ahorradores era ciertamente ilegal pero tolerada en México. Ilegal porque conforme a la Ley Monetaria: toda transacción u operación realizada en nuestro país, debería efectuarse en moneda nacional. Tolerada, porque en décadas no había ocurri-do cambio en la actitud de la autoridad, que afectase la situación prevalecien-te y la posibilidad para nuestros ahorradores de abrir cuentas bancarias -en dólares.
Pues bien, al realizarse la cuarta devaluación citada, el 1° de septiembre de 1982... (día del último informe de gobierno del Presidente López Portillo, asimismo se nacionalizó la banca, reformándose el artículo 28 de la Constitu-ción Politica, al que se añadiría el párrafo 5°, a fin de incluir entre las activi-dades exclusivas del Estado a las bancarias. Con tal medida —que según el Presidente: sería irreversible, para que los banqueros "no nos volvieran a saquear"— se cambiarían, por decreto, en instituciones nacionales de crédito de banca múltiple a las antiguas sociedades anónimas que constituían el régimen de los bancos comerciales. Tres lustros después se apreciarían los malos efec-tos de la misma, al ventilarse las cuentas de dichas instituciones administra-das por el sector público y protegidas por el FOBAPROA, creado pocos años después del día en que se declaraba la nacionalización). En tal ocasión, 1° de septiembre de 1982, se convirtieron a pesos todas las cuentas en dólares de nuestros ahorradores —conocidas como cuentas en mex-dólares—, tomándoles los bancos nacionalizados en esa fecha, esto es, tomán-doles el sector público cada dólar a setenta pesos. Pero al 20 de diciembre siguiente, ya iniciado el siguiente sexenio, el deslizamiento de la paridad peso dólar había llevado el cambio a $150 por uno; provocando que se multiplica-ran las quejas de los que fueron privados de sus mex-dólares, claro y ello a pesar de que el gobierno sólo pretendía frenar la fuga de capitales que se daba en esa época. Los mex-dólares —arguyó el gobierno— importaban 12,000 mdd, lo que contribuía a dolarizar a nuestra economía, además de que sumados tanto a los 17,000 mdd que representaban la deuda privada externa (que se contro-laba como deuda no registrada para liquidar hipotecas), como a los 22,000 mdd fugados en los dos o tres años anteriores: se totalizaban 50,000 mdd, que significaban dos tercios de la deuda pública y privada documentada
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