No soy machista , es parte de mi cultura.

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En esta segunda ola del feminismo, se promovió también la igualdad en derechos laborales, entre las autoras que defendieron estos derechos destacan Flora Tristán y Rosa Luxemburgo. Los obreros que no tenían arraigado la igualdad de género por causas culturales apoyaron la causa de Flora Tristán y Rosa Luxemburgo luego de escuchar las palabras de Flora: “A vosotros obreros, que sois las víctimas de la desigualdad de hecho y de la injusticia, a vosotros os toca establecer, al fin, sobre la tierra el reino de la justicia y de la igualdad absoluta entre el hombre y la mujer”.

Al término de esta etapa en 1950, que dio paso a la etapa actual del feminismo, apareció una mujer que con una obra logró que se entrará a una visión más global y a un entendimiento cultural acerca de la posición del género femenino en la sociedad, dicha obra se titula El segundo sexo y fue escrita por la filósofa existencialista Simone de Beauvoir en 1950, el resumen de esta tesis para entender su punto de vista es: “No se nace mujer, se llega a serlo”.

de los años setenta hasta la actualidad las diversidades de luchas a favor de la igualdad son variadas, por ejemplo, el feminismo de la igualdad; el feminismo de la diferencia; el cyberfeminismo; el ecofeminismo; teoría Queer. Actualmente no existe un único "feminismo" sino que hay distintos "feminismos" cuyas teorías no son coincidentes, aunque todos ellos tienen un único objetivo en común: lograr la igualdad entre hombres y mujeres.

2.─El machismo, parte de la cultura en países latinoamericanos.

Es importante entender que, según comportamientos culturales, en países aún los tratados internacionales no son efectivos y por ende las mujeres aún carecen de derechos.

Pero existen países, como el nuestro que, a pesar de tener conocimiento de tratados y derechos internacionales por la igualdad de género, se percibe una deficiente conciencia sobre esta llamada igualdad, y tanto hombre como mujer logra caer en la discriminación hacía el género femenino.

Los comportamientos que tenemos en Latinoamérica, son claramente un comportamiento arraigado por la cultura católica española.

La iglesia católica tuvo una gran influencia en la segregación femenina, hasta el punto de decir que no tenían alma, es decir, no podían ser salvadas. La idea de la religión es que Dios creó al hombre; Jesús, hombre salvador; los curas y obispos líderes de comunidades religiosas, etc. Son una agrupación que en sus inicios promulgaron la superioridad de género, durante siglos sin cambiar su estructura, esta religión se ha encargado por medio de sus escrituras y sus traducciones (que fueron textos que cambiaron para en beneficio de la religión), imponer la idea de que el hombre es el medio para lograr la salvación y llegar al cielo. Inconscientemente las mujeres que eran devotas se vieron afectadas en lo moral, ya que, aceptaron la forma de vida que les impuso la iglesia por motivos de fe.

Además, en chile y Latinoamérica fue más tardía la conciencia de igualdad, y aún hoy que es un tema conocido, la igualdad no se crea por el largo comportamiento de la mujer y el hombre en la sociedad, se creó un mecanismo de relaciones que logra a diario la desigualdad social.

Históricamente el hombre en Latinoamérica se convirtió en el proveedor de los bienes en el hogar, la mujer en la dueña de casa y madre. Aunque parezca rebuscado, la iglesia se encargó de que la sociedad funcione así, es imposible no pensar en una familia que no sea así, pero este comportamiento llevo a los hombres comportarse de manera que crean que las mujeres necesitan de un hombre o que estas son débiles. Las mujeres por su parte se comportan de manera que esperan alguna aprobación del hombre y se ve en la forma de vestir o de comportarse en público. Estos comportamientos son heredados y por lo tanto son difíciles terminar con ellos.

En países subdesarrollados se comportan por cuestiones culturales, religiosas o sociales, la comunidad así lo entiende y el individuo a pesar que esté en conocimiento de los temas morales y que estos son más importantes, no puede salir del grupo y se niegue a cambiar la forma de actuar frente a la sociedad, si lo hiciera no entraría en el mecanismo de la sociedad y se aislaría. Es decir, que el machismo que no percibimos a diario en nuestro comportamiento es parte de la forma de comportarnos en la sociedad, es así como piensa la masa, aunque esté en desacuerdo; los hombres seguirán comportándose como caballeros, que significa ayudar a una mujer. Y las mujeres seguirán en la sociedad mostrándose como más indefensas, con superficial forma de comportarse y verse, porque debe ser así, sino no la verán los hombres, y aunque no piense en esto al actuar o vestir, es una clara forma de comportamiento dentro de la sociedad.

3.─Comportamientos sociales y culturales arraigados por el machismo en la historia.

Para definir “el machismo” debemos entender que es el comportamiento de la sociedad con respecto a las relaciones entre géneros y de estos con la sociedad misma. El machismo es la percepción de que el hombre es superior intelectual, física, artística, cultural o socialmente. Hoy en día este machismo se ve pronunciado en las conductas arraigadas en las personas, es casi invisible para la sociedad, sin embargo, la mujer está subordinada en aspectos psicológicos o culturales que son ignorados hasta para ella misma.

La estructura de la sociedad implantada por el patriarcado hace más de V siglos se paralizó y se arraigó en las relaciones de hombres y mujeres, provocando una supuesta superioridad intelectual y moral de parte del hombre hacía las mujeres.

En esta herencia que dejó el patriarcado en las definiciones y comportamientos sociales han afectado de muchas maneras al género femenino, en la estructuración de los espacios públicos, en la forma que se le entregaba la educación, entre tantas. La crítica de mujeres hacía esta forma de pensar, a pedir reformas en la educación y en el plano laborar extradómestico, impulsó a la creación de una corriente política que ha ayudado a la reevaluación científica de la historia, que no ha sido justa con las mujeres, esta corriente es el Feminismo.

Aún existe estereotipos para ambos géneros, pero la mujer se ve afectada en muchos más puntos. En la publicidad vemos a diario mujeres carentes de sentido intelectual frente a un hombre que huele bien; la mujer es la que lleva la cerveza al hombre en los comerciales y no solo eso, sino que lo hace con poca ropa; la forma en que el hombre