“CUENTOS QUE MI JEFE NUNCA ME CONTO”

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CAPÍTULO 3. EXIGENCIA

Fernando un amigo de Juan lo llama dejando un mensaje en su buzón de voz, su tono preocupa a Juan.

Fernando tenía fama de ser muy exigente con sus colaboradores, Juan y Fernando van a tomar un aperitivo, al llegar Juan le pregunta por qué esa cara de preocupación, él le responde que las enfermeras de su equipo habían pedido un traslado, dicen que soy demasiado exigente solo veo los errores y no las cosas buenas.

Así que Juan le cuenta una historia:

El carnicero y el perro

Un día un carnicero, atendiendo a sus clientes vio entrar un perro a su negocio, lo ahuyento, pero el perro volvía entrar y el carnicero se percató que traía algo en la boca, era una nota con un pedido y con un billete de 50 euros.

El carnicero preparó el pedido y la devuelta, el carnicero asombrado, siguió al perro, hasta un paradero de autobús; al rato llegó un autobús el perro subió, por la puerta trasera, así que el carnicero también subió.

Tres paradas después el perro se bajó y el carnicero igual.

El perro llego a la puerta de una casa, dejo la bolsa en el suelo y golpeó con sus patas, tiempo después un hombre abrió, empezando a golpear el perro y gritando; al ver esto el carnicero se dirigió hacia el hombre diciendo que no le pegara, es injusto, el hombre enfadado dice que este imbécil perro es la segunda vez que deja las llaves.

Juan le dice a Fernando, que seas exigente es perfecto es un obligación de aquellos que dirigen pero no es excusa para no dar afecto, reconocer que esas personas son humanos, sufren, ríen, tienen problemas y se equivocan, hay que entenderlas y cuidarlas.

CAPÍTULO 4. MALOS MOMENTOS

Una mujer le avisa a Juan del mal momento por el cual está pasando un amigo suyo, que le comunicaron hace poco que terminaría su trabajo.

Dos días después ambos fueron a comer, le pregunto acerca de sus proyectos, y él le responde decaído que lo único que desea es destapar la verdad. Juan le cuenta sobre una historia llamada:

El alacrán

Que trata sobre un maestro oriental, que ve ahogar un alacrán y lo saca del agua pero el alacrán lo pica, esto sucede repetidas veces, alguien que lo observa le dice que porque lo hacía si lo estaba picando, el maestro le responde su naturaleza es picar y la mía ayudar.

Juan le dice a su amigo que no cambie su forma de ser porque alguien te hizo daño, solo construye un nuevo proyecto, aprende de lo ocurrido y sigue siendo como eres ; el amigo no está muy convencido así que Juan le cuenta otra historia

Los vecinos

En una ciudad vivían dos vecinos que se odiaban, uno de ellos mientras subía en su tejado encontró un objeto brillante, lo froto para limpiarlo, cuando de repente salió un genio, concediéndole un deseo pero le multiplicaría el doble a su vecino. Este deseo que le sacará un ojo.

Un ser humano es capaz de hacerse daño así mismo con tal de hacerle daño a su enemigo, y contó una última historia.

El cielo y el infierno

Un campesino, su caballo y su perro caminaban por una calle polvorienta, luego el hombre se dio cuenta que los tres habían muerto en un accidente, fatigados se dirigen hacia un guardián que cuidaba una entrada en mármol, preguntan ¿A dónde han llegado? Este guardián les responde que al cielo, sin embargo sus animales no podrían entrar; Así que decide marcharse con sus acompañantes, continuando su marcha con sed y fatiga, al momento encuentran un nuevo sitio, rodeado de flores y dentro un hombre dormido, se acerca a él con su caballo y su perro, pidiendo beber agua , los tres saciaron sus necesidades, al retirarse el caminante le pregunta el nombre del lugar a aquel hombre que le responde, cielo el caminante asombrado le dice pero aquel lugar se llama cielo, el hombre le dice no, ese es el infierno, allá quedan aquellos que no capaces de abandonar a sus amigos para salvarse.

Terminando con sus historias Juan le dice a su amigo, sigue adelante, aprende a ser cada día mejor, porque cada segundo pensando en el pasado, es un segundo perdido en construir un proyecto nuevo.

CAPÍTULO 5. LAS COSTUMBRES

Juan y su equipo firman un proyecto con un cliente, en una empresa industrial, analizando el comportamiento de los empleados.

Luego de un tiempo Juan entabla una amistad con un joven del departamento de organización y métodos, un día este joven le pide ayuda, pues quiere realizar unos cambios, sin embargo siempre se negaban a estos cambios y los criticaban.

Fueron a tomar un café mientras Juan le contaba una de sus historias.

Los monos

Un grupo de científicos estudiaban el comportamiento de los monos, sometiéndolos a unas pruebas, una de estas era tenerlos en una jaula con un palo de racimos de bananas, de inmediato un mono trepo el árbol, pero los empararon de agua fría, sucediendo en varias ocasiones.

Días después uno de los monos intento subir el árbol, al momento los demás monos lo golpearon para que se bajara; luego los científicos introdujeron un nuevo mono, que se lanzó al racimo de bananas, pero los demás se lanzaron sobre el impidiéndole subir, tiempo después introdujeron otro nuevo y la escena se repitió; cambiaron todos los monos sin embargo ninguno se subía al árbol.

Lo que significa que no se aceptan los cambios porque las cosas siempre se han hecho así y así seguirán siempre y comenzó a contar otra historia más.

El burro

Un abuelo compra un burro para ayudar en las tareas del campo, un tarde el abuelo satisfecho de ver a su nieto montado en el burro y descansando, pasan por el pueblo cuando la gente comentando que el joven tan cómodo en el burro y en abuelo caminando, para evitar estos comentarios al otro día el abuelo le propuso a su nieto que antes de pasar por el pueblo cambiaran, pero de igual manera los criticaros; de este modo ambos decidieron cambiar de estrategia para evitar los incomodos comentarios, así que los dos se montaron en el burro, sin embargo al pasar oyeron los mismo comentarios críticos, como última alternativa ambos pasaron a pie junto con el burro,