Comportamiento dentro del aula.

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Durante las jornadas de prácticas llevadas a cabo en la escuela telesecundaria, en las clases desarrollé el modelo de enseñanza denominado ecléctico, es decir, el que va desde el tradicionalista hasta el constructivista, puesto que engloba a todos los modelos. En lo personal, me pareció práctico no limitarme por así decirlo al constructivismo, modelo que para muchos es el adecuado y el que debe aplicarse puesto que se obtienen mejores resultados que con el resto de los estilos de enseñanza aunque para mí cada modelo tiene su lado positivo como negativo, además que hay que saber adecuarse al tipo de adolescentes con los que se interactúa.

Aunque el modelo ecléctico fue el utilizado en el trabajo áulico, uno de los patrones de enseñanza que tuvo mayor auge fue el conductista o comúnmente llamado modelo del condicionamiento. Fue fácil darme cuenta que los alumnos están acostumbrados a esperar algo a cambio de realizar las tareas escolares, porque al finalizar algún trabajo indicado pedían que este fuera firmado o tomado en cuenta en la lista de tareas, ya fuera para tener puntos o como evidencia para los padres de familia. Por otra parte, la aplicación del conductismo fue de ayuda para mantener en orden el salón de clases cuando los alumnos se salían de control o estaban demasiado inquietos.

He de reiterar que aunque los resultados eran favorables para mantener el control del grupo puesto que ellos responden principalmente a este modelo, esto no aseguraba que los alumnos estuviesen aptos para aprender mejor lo que se enseñaba, de igual forma Astolfi (1997) indica que: Aquí generalmente se dan los medios para llegar al comportamiento esperado y verificar su obtención; el problema es que nada garantiza que el comportamiento externo se corresponda con el mental.

Los modelos de enseñanza sí tienen un gran peso en el proceso de enseñanza – aprendizaje pero también hay que recordar que la comunicación entre alumno – profesor es un lazo fundamental, puesto que es el punto de partida para crear un ambiente de trabajo agradable. Para mí, a pesar de ser alumnos de zona rural no me costó tanto trabajo entablar una buena comunicación con ellos, ya que brindé confianza hacia estos y un trato de amistad pero sin llegar a perder la autoridad y respeto de ambas partes.

Métodos de aprendizaje de los alumnos

Así como encontramos modelos de enseñanza, existen también estilos de aprendizaje que hace diferenciar a cada uno de los estudiantes. No todos los educandos aprenden de la misma manera, están quienes primeramente son estimulados visualmente, quienes aprenden escuchando (audio), otros mediante el tacto o bien cinestésicamente. Por esta razón, es importante conocer a fondo cada uno de los adolescentes con los que se trabaja, de esta forma es menos complicado lograr los aprendizajes esperados pues sabemos cómo hacer que los estudiantes aprendan.

No basta con saber cuál o cuáles son los métodos de aprendizaje de los alumnos con los que se labora, ligado al subtema anterior, los modelos de enseñanza guardan una relación estrecha con los métodos de aprendizaje, el docente debe adecuar su propuesta didáctica conociendo el modo en que aprenden sus educandos, por esta razón, en lo personal como dije decidí optar por el modelo ecléctico. Es fundamental tener en cuenta que en el proceso educativo la prioridad es el alumno, debemos enfocarnos a ellos más no ellos debe adecuarse a nosotros.

Los alumnos son los sujetos del aprendizaje a quienes va dirigida la enseñanza. Es necesario tomar en cuenta sus antecedentes al conocimiento que se trabajará, la forma en que aprenden, explorar sus intereses, promover su participación y colaboración en el trabajo en la asignatura. (SEP, 1994). Esta mención incluye aspectos que han de considerarse en el momento que se plantea una planeación didáctica para cierto grupo de estudiantes, con la finalidad de contribuir al correcto aprendizaje.

Así bien, brindar a los alumnos las herramientas necesarias para su aprendizaje es lo que el docente tiene que aportar, puesto que es la figura del proceso educativo que sirve como pilar al estudiante. Estamos para que los alumnos aprendan de nosotros pero también tenemos algo que asimilar de ellos pues el aprendizaje es un proceso en grupo, los alumnos aprenden con otros y de los otros, con esto sabremos contribuir lo mayor posible en su desarrollo formativo dentro de la institución, en tanto que la secundaria es parte del ciclo básico en donde la persona se formará para enfrentarse a la vida diaria.

Conforme a lo que pude percatarme, los alumnos del grupo tienen un aprendizaje que se sitúa entre el visual, auditivo y cinestésico, por lo tanto traté de abordar los temas con actividades variadas para que los adolescentes tuvieran un mejor criterio de aprendizaje. No basta con saber el modo en que los estudiantes aprenden los diversos contenidos en el aula, sino también se necesita crear un ambiente agradable donde prevalezca la confianza y comunicación entre ambas partes, ya que así es más fácil detectar como funcionan particularmente.

Una de las actividades en la que los alumnos captan más información sobre algún tema son los debates, puesto que al discutir ponen en práctica el intercambio de ideas y dialogan entre sí para llegar a una conclusión. Otro aspecto sobresaliente en el grupo relacionado a su aprendizaje es que son muy buenos siguiendo instrucciones pues no hay necesidad de hacerlo en repetidas ocasiones para que cumplan las indicaciones que uno como docente enmienda a los estudiantes en el proceso escolar.

Respuesta de los alumnos ante las actividades

Las actividades que se plantean para promover un aprendizaje debe estar al nivel de los alumnos, de preferencia ser del agrado de estos para que sientan motivación por aprender, además de no tener un proceso rutinario, es decir, utilizar las mismas actividades siempre puesto que hacen que el estudiante vea esto algo aburrido y se exprese sin ganas de trabajar. La mayoría de los educandos en general, sienten atracción por las actividades escolares dinámicas y aun más por aquellas en las que se propone una competencia entre el mismo grupo.

De acuerdo con Saint-Onge (1997), por muy atrayentes que puedan ser las actividades que proponga el profesor para aprender, es necesario que los alumnos consideren de interés su contenido para que quieran aprenderlo. Las actividades o tareas escolares son la unidad básica del proceso de enseñanza – aprendizaje, de donde nosotros como profesores nos apoyamos para comprobar hasta qué nivel nuestros educandos aprenden los temas que exponemos durante las jornadas