Desarrollo de estrategias que permitan a la población adolescente, la adquisición de valores que fortalezcan e incentiven a la juventud a un desarrollo óptimo en beneficio de una convivencia con calidad en el municipio de Sabaneta
Enviado por Rimma • 2 de Octubre de 2018 • 3.951 Palabras (16 Páginas) • 498 Visitas
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Según el diccionario de la RAE (2001), el término droga se defino como: “Sustancia o preparado medicamentoso de efecto estipulante, deprimente, narcótico o alucinógeno”. Según la OMS: La droga se define como: “Toda sustancia que, introducida en un organismo vivo, es capaz de modificar una o más funciones de este”. Sustancia Psicoactiva es una sustancia psicotrópica o psicótropo (del griego psyche, "mente" y tropein, "tornar") es un agente químico que actúa sobre el sistema nervioso central, lo cual trae como consecuencia cambios temporales en la percepción, ánimo, estado de conciencia y comportamiento. Es Toda sustancia química de origen natural o sintético que al introducirse por cualquier vía (oral-nasal-intramuscular-intravenosa) ejerce un efecto sobre el sistema nervioso central (SNC), compuesto por el cerebro y la médula espinal, de los organismos vivos. Estas sustancias son capaces de inhibir el dolor, modificar el estado anímico o alterar las percepciones. (Gutiérrez, 2011). La Asociación Panamericana de la Salud (APS) en conjunto con la OMS, definen las sustancias como una droga o sustancia (química, natural) que introducida en el organismo por cualquier vía ya sea (inhalación, ingestión, intramuscular, endovenosa) es capaz de actuar sobre el sistema nervioso central (SNC) provocando una alteración psicológica. Como, por ejemplo, la experimentación de nuevas sensaciones o la modificación de un estado psíquico que, de manera general, es, capaz de cambiar el comportamiento de las personas. Consumo de drogas Según Escohotado, 2008 se pueden plantear tres formas para comprender el uso de las SPA. La primera se relaciona con el alivio del dolor, es decir, “del sentimiento de desasosiego llamado dolor y su manifestación inmediata a través del sistema nervioso frente alguna lesión. La segunda esfera se manifiesta con la idea de dormir cuando se enfrentan situaciones de aburrimiento y desazón. La tercera se relaciona con la naturaleza aventurera del individuo y las prácticas desarticuladas que éstas generan en relación con el uso de SPA. (Escohotado, 2008) distingue entre las grandes toxicomanías “(opio, marihuana y cocaína) y cierto número de pequeños hábitos familiares en relación con algunas sustancias de uso habitual (alcohol, tabaco, café, somníferos)”. Curiosamente, las sustancias creadoras de hábitos familiares generan dependencia, causan miles de muertos y desencadenan actos de violencia. Desde un análisis que involucra los tipos de consumo y los grados de dependencia del consumidor, varios aspectos dependen de cada persona y, en general, se relacionan con el fenómeno de la adaptación neuronal, es decir, el cambio permanente (pero reversible) de la estructura y el funcionamiento de las neuronas sobre las cuales incide el efecto de la droga. En niveles más complejos existen otros mecanismos de adaptación: emocional, conductual, cognitivo, relacional, etc. Esto quiere decir que los cambios que se producen en una persona por el uso de sustancias psicoactivas no se limitan a la mera acción de la sustancia sobre la célula nerviosa, sino que supone una transformación que se define en el marco de la relación entre el individuo, la sustancia y el contexto. En estos casos, el consumo no es ni un estado definitivo ni una estructura sino un síntoma derivado de una práctica que le permite al sujeto con crisis de identidad adoptar la conducta del toxicómano independiente del producto. El uso simple es un consumo que no representa complicaciones para la salud ni trastornos de comportamiento para otros. (Gutiérrez, 2011). El consumo de SPA se ha comprendido incluso como un fenómeno social y por ende ha sido observado históricamente desde diversas ópticas. Se puede atribuir a ello el alto impacto de sus consecuencias económicas, sociales culturales, sanitarias, entre otras. Como se puede evidenciar en la historia del hombre, la experimentación en el campo psicotrópico hace parte del proceso de conocimiento y adaptación de los individuos con su entorno. El hombre, luego de estudiar los principales activos de las SPA, desarrollar, posteriormente, procesos de purificación y modificación en la estructura química de estas para aumentar sus efectos, finalmente, logra crear compuestos de mayor efecto, en el marco de una sociedad industrial de consumo. A este proceso se suma un cambio progresivo en la mentalidad de la sociedad con respecto a considerar el consumo de SPA como una actividad que atenta contra los preceptos religiosos y morales. De esta forma, el consumo se presenta bajo diversas motivaciones, adquiere nuevos matices y se relaciona con diferentes condiciones, entre las que se cuentan, las biológicas, las neurológicas, las psíquicas, las ideológicas, las políticas, entre otros. Entendido el consumo como un proceso, las SPA y su interacción con el sujeto permiten identificar diversos momentos en su evolución y en la pérdida progresiva del control del individuo sobre las SPA. En este escenario, la adicción aparece como un síntoma, tal como había sido descrito con antelación y como parte de la búsqueda constante del sujeto por satisfacer ciertas necesidades. (Gutiérrez, 2011). Según Nida 2010 en Sustancias Psicoactivas pueden identificarse cuatro tipos de consumo. El primero, llamado consumo experimental, se relaciona con las situaciones de contacto inicial del individuo con una o varias sustancias, de las cuales puede pasarse a un abandono de las mismas o a la continuidad en el consumo. La adolescencia es la etapa en que con mayor frecuencia surge este tipo de consumo, si bien un alto porcentaje no reincide en el mismo. Las motivaciones pueden ser varias: curiosidad, presión del grupo, atracción de lo prohibido y del riesgo, búsqueda del placer y de lo desconocido, y aumento de la oferta, entre otras. Como indicadores de evaluación para definir este tipo de consumo se considera que el individuo desconoce los efectos de la sustancia y que su consumo se realiza, generalmente, en el marco de un grupo que le invita a probarla. (Muñoz; 1987) El segundo tipo de consumo, el consumo ocasional, consiste en el uso intermitente de la SPA sin ninguna periodicidad fija y con largos intervalos de abstinencia. Entre las motivaciones principales para iniciar este tipo de consumo se cuenta facilitar la comunicación, la búsqueda de placer, la relajación, y transgredir las normas, entre otras. Algunas características generales que definen este tipo de consumo son: el individuo continúa utilizando la sustancia en grupo, aunque es capaz de realizar las mismas actividades sin necesidad de drogas; ya conoce la acción de la misma en su organismo y por este motivo la consume. El tercer tipo de consumo se conoce como consumo habitual el cual supone una utilización frecuente de la droga. Esta práctica puede conducir a las otras formas
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