Emancipación de la mente

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¡Proclamada está nuestra libertad como derecho!, libertad psicológica con el firme sentido de la autoestima, siendo el arma más poderosa ante la larga noche de la esclavitud física, noche que se convertirá en un resplandor naciente cuando nosotros, en conjunto, aprendamos a caminar ante luz de la verdad.

¡Levántate juventud, que nuestra libertad es aquí y ahora!, ¡ya deja las suposiciones!, ¡refleja el vigor y la fuerza en el sentir de tu voluntad!, en la concientización de tus actos, en la movilización y realización de tus reflexiones, pero sobre todo esto, en el dinamismo y en el susurro que como especie humana tenemos: la bella y dulce capacidad de transpirar amor.

¡Ya no seas uno más!, trasciende con humildad y la forma pacífica con la que desarrollas tu vida. Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos, es la mente la que hace al hombre libre. Dicho esto, cabe mencionar que la libertad hay que apreciarla por las cosas que con ella se consigue, pues nadie va hacer más esclavo que el que se siente libre sin serlo. La libertad es un medio para desarrollar nuestra fuerza, y para aspirar a la tendencia humana.

La grandeza, ¡jamás, jamás!, se medirá por un pensamiento, ni por un simple discurso, sino por toda una vida y las acciones que en ella se hagan. Que la humildad siempre será reflejada en la sinceridad de nuestros actos, pues el resultado de todo esto; es que el diálogo pacífico conduce al entendimiento.

Ya no es tiempo de soslayar a nadie, pues nuestra fuerza está en la juventud, en nosotros. Así que, ¡Levántate juventud y resplandece!, que nuestra libertad es aquí y ahora. Que a ustedes y a mí nos juzgue la historia, ¡que viva la libertad y que viva México libre!