INTERACCIONES EN LAS FILAS DE LA COOPERATIVA

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A la comunidad educativa parece llamarle la atención este partido, supongo que es porque están jugando las mujeres un deporte que tradicionalmente ha sido de hombres. Observo que las chicas de cada uno de los equipos se esfuerza al máximo para hacer lo mejor que pueden, ellas corren detrás del balón y procuran tenerlo en su poder. Una de las chicas de verde mantiene el balón junto a su zapato mientras corre, se le nota habilidad para no perder el balón, ya ha pasado de largo a dos chicas. Una tercera chica ataca a la que lleva el balón, esta última pisa el balón y se frena esquivando a su contraria, después hace un pase a la compañera que corre detrás de ella pero esta ni siquiera toca el balón al tratar de patearlo. Se escuchan risas y chiflidos.

Una de las chicas de azul corre deprisa para sacar con la mano desde el costado oriental antes de que el equipo contrario se devuelva para defenderse. Otra de las chicas de azul para el balón con su pierna y lo patea con fuerza pero el tiro le sale desviado. Por lo que observo las chicas de verde manejan con mayor habilidad el balón en menos ocasiones este se les va de su control; por el contrario a la mayoría de las chicas de azul se les dificulta retener el balón y no descacharse al patearlo.

Solo una de las chicas de azul logra controlar el balón sin que este se le escape de su pie, los pases que lanza a sus compañeras son certeros la mayoría de las veces. Esta chica corre hacia la portería contraria tras haber dejado quieta a la última jugadora verde, patea el balón y este es desviado por la portera del equipo verde (se escuchan gritos de aliento y felicitación observo que la gran mayoría de las personas están atentas al partido).

*ESTUDIANTES DE ONCE SEIS QUE OBSERVAN EL PARTIDO

Yo observo el partido desde la esquina nororiental de la cancha, estoy acompañado por algunos estudiantes de once seis, entre ellos diez chicos y siete chicas. Delante de mí se encuentran siete de los chicos en los escalones del borde de la cancha, ellos durante el partido gritan animando o burlando a las chicas del partido.

Uno de los chicos grita a la chica que lleva el balón: "¡Gorda, pásela! Rápido que se la van a quitar... Si vio se lo dije, por bruta". Otro de ellos le comenta a sus amigos: "¡Uy! Miren esa tetona, cómo se le mueven, no hay nadie que se le meta a ese tanque... Mire como se las lleva por delante". Con estos comentarios se ríen todos.

A una de las chicas de verde le queda el balón en sus pies después de que este fuera expulsado de una montonera formada por cinco chicas que intentaban patear el balón, ella patea de primerazo a la portería y mete el primer gol del partido. Inmediatamente grita y corre a abrazar a una de sus amigas, a estas dos se une una tercera.

Simultáneamente se escuchan gritos de gol y los chicos de las graderías saltan a la cancha a celebrar la anotación. Unos van a abrazar a la anotadora, otros patean el agua de los charcos para mojar a sus compañeros, otros tantos se pegan patadas entre sí, todos riendo y gritando. Esta fiesta del gol se asemeja al baile que se hace con la música que denominan 'pesada', los unos arremeten contra los otros empujándose y pegándose patadas y puños, siempre riendo y con aparente actitud amistosa.

Este mismo comportamiento colectivo sucedió minutos después cuando el equipo de verde metió su segundo gol. En esta oportunidad uno de los de once seis bajó hasta la cancha y salpicó un charco hacia la gradería mojando a dos de sus compañeros y a mí. Uno de los chicos mojados le dice: "¡Pilas, marica! No sea tan güevón que nos ensució, ¿no le da pena?" (refiriéndose a mi presencia); el otro chico apenas se ríe.

Cuando metieron el segundo gol otros de los chicos de adelante que se bajaron de las escaleras a la cancha tomaron impulso y se vinieron encima de los que permanecieron en la escalera. Los que estaban en la escalera parados mirando cayeron empujados encima de los de atrás que permanecían sentados. Cerca de mí estaba una de las chicas de once seis que tenía una rodilla maltratada, ella gritó diciendo: "¡Pilas! No sean guaches que me cayeron encima de la pierna... Cuidado, no jodan más". Un chico y yo le ayudamos a levantarse y a que no le cayera más peso encima.

*COMENTARIOS DE LAS CHICAS DE ONCE SEIS SOBRE EL PARTIDO DE MUJERES

Cuando me encontré con el grupo de estudiantes de once seis y comenzamos a ver el partido juntos les pregunté por su equipo femenino de banquitas. Inmediatamente una de las chicas que estaba parada mirando el partido dijo: "¡Uy! ¿Cómo se te ocurre? Miren esas boletas, ahí pateando un balón y luchando entre ellas; muchas vastas. ¿Qué tal nosotras en esas?.. Nosotras si somos delicadas, no como esas guaras".

Después de unos minutos, la misma chica le dice a una de sus compañeras: "¿Cierto que las niñas del curso si somos delicadas? ¡Nosotras que nos vamos a poner en esas! Mírenlas ahí todas marimachas ¿Qué tal?". La otra chica le respondió: "¡Uy! Si que tal, en el curso a ninguna le gusta jugar como hombres, nosotras somos señoritas. ¡Que boleta esas viejas! mojándose y todo".

*COMENTARIOS

La observación de este descanso me permite entender que la categoría género femenino no comprende los comportamientos de todas las mujeres del colegio. La cultura escolar muestra la diversidad de costumbres y actitudes frente a las costumbres que tienen los sujetos pertenecientes a cualquiera de los géneros. Mientras un grupo de chicas se divierte jugando un deporte tradicionalmente desempeñado por hombres, otro grupo (incluso del mismo rango generacional) critica y desaprueba que las niñas practiquen ese deporte.

Así mismo, se puede evidenciar que mientras unas chicas se meten a la multitud de la cooperativa para comprar sus onces, otras prefieren ahorrarse esa molestia solicitándole a los chicos que compren por ellas.