SEXISMO Y ESTEREOTIPOS DE GENERO EN EL ÁMBITO ESCOLAR
Enviado por Christopher • 1 de Mayo de 2018 • 1.400 Palabras (6 Páginas) • 414 Visitas
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El niño/a, alumno/s (los que a menudo se equiparan más allá de la edad cronológica que posea el que aprende) son seres de palabra, iguales, a quien un maestro/a emancipador/a se dirige. Sin embargo se los piensa a menudo incapaces, imposibilitados.
Una autoridad emancipadora e igualitaria recibe a otros/as, se hace cargo de su infancia, no trata de compensar una supuesta debilidad o carencia infantil ni de normativar un desarrollo subjetivo sino de garantizar el “aumento” de lo que aún no es, lo que está por llegar. Y en ese “entre” la autoridad autoriza, se emancipa emancipando.
La Relaciones de Genero y la sexualidad en la escuela interpelan el lugar de autoridad de quien enseña: El trabajo de enseñanza en sexualidad y relaciones de género demanda que los y las docentes: *accedan a recorrer y pensar su propia historia como alumnos y alumnas y las formas explicitas o implícitas en que recibieron educación sexual y en relación con el género; * sean acompañados para reconocer que, a la vez q aparece como indispensable poner y dejar circular las palabras en torno a la sexualidad en el ámbito de la escuela , existe el “derecho al pudor o a la intimidad” que establecen límites necesarios a respetar, * hallen espacios para pensar y exponer sus convicciones personales acerca de temas difíciles, de amplia repercusión mediática y debate social y saber qué posición asumir en tanto profesionales. * asuman la importancia de leer, pensar, formarse y discutir con colegas o/o profesionales acerca de lo que se entiende por prevención en materia de sexualidad y salud. * se abran a considerar que trabaja con otros. De una u otra manera, trabajar temas de sexualidad y género en la escuela remire ya no exclusivamente a los destinatarios: alumnos y alumnas, sino a una modalidad de relación docente-alumno. Denominamos a esta relación: confianza, dialogo, espacio de palabra habilitante que se abre a partir del ejercicio de una autoridad pedagógica particular. La confianza es un modo de mirar a otro/a, es aceptar que ese otro/a tiene mucho para decir y para pensar. La confianza es condición para la educación en general y para una educación en la sexualidad y las relaciones de género. La confianza pensada en estos términos posee lenguajes propios: los del dialogo, la narración, el relato, la historia singular escuchada y respetada. La confianza parte del reconocimiento de que hay dos sujetos diferenciados, en posiciones asimétricas, y a la vez, en igualdad.
La enseñanza como experiencia y la autoridad de quien enseña cómo relación emancipadora son los espacios requeridos para una educación en la sexualidad y las relaciones de género desarticulando dicotomías entre teoría y práctica, entre pensar y hacer, saber y no saber.
Reflexión: Con el paso del tiempo han surgido cambios importantes en lo que se refiere a educación, que hace necesarios una revisión y reconsideración de los derechos humanos en democracia, para luchar contra todo tipo de discriminación.
Como se ha expuesto en los dos artículos de las revistas, en temas tan sensibles y difíciles de afrontar por parte de los docentes, como son “sexismo, estereotipos, sexualidad, en definitiva, todo lo relacionado con las relaciones de género en la escuela”, imponen que sean abordados desde una perspectiva de reflexión en la práctica de enseñanza. También supone que desde el interior de la institución educativa y más precisamente en el aula se establezca una relación de confianza, esta relación pedagógica que habilita al dialogo docente-alumno/a, y es a partir de esta relación de confianza que los docente deben generar espacios de reflexión, acompañando los procesos de identidad de niños, niñas y jóvenes, atendiendo a la subjetividad de los mismos.
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