INGENIERÍA MECATRÓNICA FUNDAMENTOS DE LA INVESTIGACIÓN

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El cerebro hizo una conexión, sin embargo, esto puede cambiar.

Para que el chico deje de ser inseguro, debe “reconectar” las conexiones utilizando el conductismo, modificando el condicionamiento.

Primero, se necesitan saber los siguientes conceptos:

El conductismo se basa en la observación de la conducta del ser humano que se estudia y se explica como una relación entre estímulos y reacciones.

A veces recibe el nombre de “Psicología E-R”.

El estímulo una señal, información o evento que produce una respuesta o una reacción en un organismo; y la reacción es cualquier conducta o acción que surge como reacción a un estímulo.

La asociación de los estímulos y las respuestas crea un condicionamiento.

Existen varios tipos de estímulos, el neutro, incondicionado y condicionado.

El estímulo incondicionado es el estímulo que no requiere un aprendizaje para causar una respuesta, por lo tanto, provoca una respuesta incondicionada, o una respuesta como reflejo.

El estímulo neutro es un simple estímulo que no causa reacción alguna.

El estímulo neutro era la campana, pues no provocaba ninguna respuesta de salivación. El estímulo neutro se presentó inmediatamente antes del estímulo incondicionado. En el experimento, la comida era este último estímulo, pues hacía que los perros presentaran una respuesta incondicionada de salivación.

Citando a Ellis Jeanne en su libro “Aprendizaje Humano”

“Tras emparejarse con un estímulo incondicionado, el estímulo previamente neutro empieza a provocar una respuesta, de manera que deja de ser neutro”

Entonces, se puede decir que el estímulo neutro se convierte en un estímulo condicionado, y el organismo presenta una respuesta condicionada.

En el experimento de Pavlov, una vez que se emparejó la campana con la comida, los perros empezaron a reaccionar a la campana, por lo tanto, la campana se convirtió en un estímulo condicionado.

Sabiendo esto, el estímulo neutro de la persona insegura es el ver a un público.

El estímulo incondicionado fue el que todos se burlaron de él, lo cual lo llevó a la reacción incondicionada de sentirse humillado.

Los estímulos se emparejaron y ahora esta persona cada que ve a un público, se siente humillado. Se necesita cambiar esta conducta.

Para cambiar una conducta se pueden usar la técnica del anclaje

Citando a Mohl Alexa en su libro “Aprendiz del brujo”, “el anclaje es resucitar una experiencia positiva en su totalidad analizando una sola parte, un solo fragmento permite reconstruir la vivencia entera”.

A dicho fragmento lo llamamos “ancla”.

A todos nos pasa que, por ejemplo, al escuchar una canción, nos recuerde a nuestro primer amor, reviviendo como por arte de magia todos los pensamientos y emociones románticas que experimentamos en aquel entonces. Mirar por fuera la secundaria en la que íbamos nos hace revivir miles de experiencias que pasamos en ella. Un sabor o un olor característico también pueden despertar el recuerdo de experiencias vividas con anterioridad.

Lo cual significa que cualquier experiencia sensorial es capaz de servir como ancla para recordar una vivencia pasada. Todas las personas crean innumerables anclas en el transcurso de su vida que le permiten acceder a experiencias pasadas.

Dicho esto, se puede deducir que también es posible establecer un estímulo neutro externo y ligarlo a una experiencia, con el objetivo de revivirla en el momento deseado. Este procedimiento es el anclaje.

Al chico inseguro le podría servir mucho esta técnica. Al pararse a hablar en público, inconscientemente recuerda su experiencia cuando era pequeño y por consecuente se siente inseguro, nervioso y humillado. Su ancla lo hace actuar de esa manera.

El procedimiento consiste en crear un ancla que le brinde buenos recuerdos al chico, revivir una experiencia donde él se haya sentido feliz y seguro, y activar el ancla justo cuando se pare a hablar en público, para así cambiar la reacción de sentirse nervioso por sentirse seguro.

El anclaje se relaciona con un tema llamado “Momento cumbre”.

El momento cumbre es, como su nombre lo dice, el momento vital de una memoria en el que el individuo se sintió mejor que nunca, donde hubo posesión de todas las fuerzas y facultades en una disposición magnífica.

Esto es de vital importancia a la hora del anclaje, pues cuando se crea uno, debe de ser en el momento cumbre.

Para esto, necesitamos una experiencia pasada con un momento cumbre que podamos utilizar, por ejemplo, el momento exacto en el que llegamos a la cima de una montaña y pudimos observar el paisaje, o el momento en el que nos declaramos a una chica y esta nos corresponde, ese momento en el que sentimos millones de sensaciones y emociones a la vez y todas positivas. Esto es el momento cumbre, donde te sientes mejor que nunca.

Cuando se alcance este momento, uno debe utilizar el ancla. Necesitamos una “campana” como la de los perros de Pavlov, esa campana que haga funcionar toda la programación, la campana es un ancla, por lo tanto, necesitamos un ancla.

Podemos utilizar una sencilla, tocarse el dedo índice de la mano con el dedo pulgar y hacer presión fuerte. De esta manera creamos un ancla.

El chico inseguro tiene que recordar vívidamente un momento cumbre, digamos, por ejemplo, que recuerda la vez escalaba una montaña, y que después de mucho tiempo y esfuerzo llegó a la cima y observó el paisaje. Él se sentía como si fuera el rey del mundo, se sentía bien, feliz, extasiado, invencible, estaba en el momento cumbre con muchos sentimientos positivos.

Cuando él recuerde ese momento y empiece a revivir todos esos sentimientos, debe presionar fuertemente su dedo índice con el pulgar.

Entonces, llegará el momento en el que el ancla esté lista y el chico, con sólo presionar sus dedos, podrá revivir estos sentimientos.

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