Nakagawa, H. (2006). Introducción a la cultura japonesa. Madrid, España: Editorial Melusina.
Enviado por Christopher • 23 de Abril de 2018 • 2.023 Palabras (9 Páginas) • 383 Visitas
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En principio nos muestran los mitos que nos hacen reforzar la idea de que somos pobres; ejemplos de estos mitos son que los japoneses son más inteligentes, más avanzados tecnológicamente, que los europeos son poliglotas, famosos y rubios entre otros. Todos estos mitos hacen parte de nuestro repertorio de excusas para reforzar nuestra idea de por qué somos pobres.
Por un lado nos muestran como los japoneses trabajan para los suyos, para el bienestar de su familia y su sociedad. Por otro lado los suizos respetan sus horarios de trabajo, y los cumple el tiempo necesario, se compromete con ellos. Todo esto contrasta en gran medida a los colombianos. Por ejemplo, nuestros intereses siempre son individualistas, solo nos preocupamos por nosotros mismos, no como en la sociedad japonesa. Pero todo esto ha sido resultado de culturas dañinas como el narcotráfico, que solo nos dejó como mentalidad que el éxito se consigue no solo de forma fácil sino rápida.
He aquí el secreto de por qué somos pobres, es porque no tenemos disciplina. Es así como los japoneses construyen las mejores cosas, es así como los suizos son los mejores en lo que hacen, todos traban con disciplina, se comprometen como lo hacen y se comprometen con la sociedad. En contraste, los colombianos solo buscan el interés propio y el bien común, y aún más importante cada vez que cometemos un error siempre le echamos la culpa a alguien más, no admitimos nuestros errores. Para finalizar, el video invita a reflexionar sobre lo que queremos para nuestro país y lo que necesitamos es un cambio de mentalidad.
Quenguan, C. (2011). Las diferencias entre la cultura japonesa y la cultura colombiana. Bagatela: Recuperado de: https://blogbagatela.wordpress.com/2011/12/31/editorial-las-diferencias-entre-la-cultura-japonesa-y-la-cultura-colombiana/
Este artículo de internet nos plantea los principios y valores de la sociedad colombiana y la japonesa diferenciándolas.
Cultura japonesa: La educación es un papel importante para ellos, son mucho más dedicados y tienen una motivación por siempre estar estudiando. En la naturaleza, los japoneses tienen conciencia sobre los daños que esta tienen y siempre tratan de no perjudicarla y no contaminarla. En la religión, en Japón predominan dos religiones, el budismo y el sintoísmo, las cuales desde siglos atrás han formado a los japoneses en cuanto a sus comportamientos, expresiones y demás. Y por último la actitud hacia la vida misma, los japoneses tienen un gran respeto hacia la vida de sí mismos y los demás.
Cultura colombiana: Solidaridad, a pesar de las dificultades un colombiano se caracteriza por ser solidario con los demás. Alegría, es nuestro principio hacer todo con alegría, todas nuestras acciones, y así logramos sobrellevar todos nuestros inconvenientes. Creatividad, un aspecto que nos resalta es nuestro ingenio, siempre resaltamos por ser originales. Y la humildad, la cual ha sido olvidada por los jóvenes, pero, por los adultos colombianos es una virtud la cual está siempre presente en el trato hacia los demás.
Herrera, C. (2009). Los valores de los colombianos. Colombia: Revista Semana.
Este articulo habla de los valores y la moral colombiana, y como estos aunque desean muchos valores, no hacen nada para conseguirlos. Siempre evadimos la responsabilidad y hacer las cosas por nosotros mismos, y cuando algo sale mal siempre le echamos la culpa a alguien más.
También nos muestra como el colombiano promedio tiene 30 años, y los valores que se le inculcaron de niño fue entre un periodo de cambio constitucional, de negociaciones de paz, de narcotráfico, entre otros. Esto denota el valor que hoy en día tienen los colombianos, el de ganar fácilmente, el de ser siempre el primero, lo cual demuestra el individualismo que tenemos hoy en día.
Así es como siempre queremos ser el primero, ya que este se presume que tiene las mejores oportunidades y puede tomarlas. Además, el colombiano tiene fe en la información no valida, es decir, creemos en lo que nos digan los demás, por lo que es más fácil aceptar las verdades a medias que confrontar las todas.
Finalmente, el autor llega a la conclusión que aunque queramos ser siempre los primeros, esto no nos hace los mejores. El cambio de esto depende de cada uno, de hacer las cosas que quisiéramos que nuestros hijos hagan y así saber que es lo correcto. Recordar siempre que la vida es lo primero.
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