El fin del maestro corresponde formar ciudadanos competentes

...

Es importante la mentalidad de su influencia sobre toda nuestra vida tanto particular como profesional podemos decir que es obligación de mejorar nuestra mentalidad fundándola en principios dignos y en ideas valientes para llevarlas a la práctica de nuestra vida que desgraciadamente la tenemos poco en cuenta y en ambos casos los resultados será altamente positivos.

Todo maestro debe tener modales que debe cuidar para que los niños sean finos y educados y también el docente debe tener empeño en tener un carácter amable delicado acorde a la naturaleza del niño que requiere afecto, que exige, y con razón un buen trato de parte de su maestro. Los gritos, las amenazas fuertes ni agradan a los niños ni obtienen de estos niños la atención o disciplina deseada. Por el contrario pueden producir en nuestros alumnos más si son pequeños intranquilidad, temores, y angustia. Todos los maestros debemos mezclar la con naturalidad el respeto, amor y cariño hacia los niños para no acudir a medios no acordes que no debemos acudir. Ya que los niños tienden a imitar todo lo que ve, lo que oye y lo que escucha, esta imitación se hace más fuerte y decisiva por la autoridad moral. No es raro en el caso del niño o niña que en su casa toman un rol autoritario inclusive con sus hermanos mayores o con sus papás por haber aprendido la manera de comportarse del maestro en el aula. De hecho es responsabilidad del maestro que los niños obtengan una influencia decisiva en la formación de los niños, claro está que los maestros tienen que esforzarse para que la influencia de los niños siempre en todos casos sea positiva. Esto quiere decir que el docente debe adquirir un comportamiento digno en todo sentido de la palabra y para lograrlo debe estudiar con mucha sinceridad y hasta con humildad cada uno de su comportamiento externo como interno para poder cumplir mejor sus obligaciones como docentes.

Más aun el buen ejemplo es la base de nuestra profesión en caso de no hacerlo estamos echando por tierra todos los esfuerzos de nuestra labor educadora. Debemos concientizar nuestro comportamiento para qué nada ni nadie nos pueda echar en cara, ni nuestra conciencia nos tenga que recriminar y preocuparnos para mostrar en todo momento una conducta ejemplar.

El maestro también puede ser autoritario debe cuidarse para no decaer en el autoritarismo esta autoridad puede ser exagerada por falta de humildad olvida que el niño tiene derecho a equivocarse a ignorar preguntas y buscar la razón del porque de las cosas nunca se justifica por parte del maestro tratar, al niño con arrogancia ni menos aun el humillarlo. El buen maestro es considerado con sus alumnos y vuelve a explicar a los que nos comprenden y animar a aquellos que son lentos para aprender es muy bonito que los niños sientan la sencillez de su maestro. La enseñanza es tarea difícil y para realizarla bien se requiere de refuerzo y de dedicación y sobre todo un deseo grande de trabajar con mucho ánimo y sin requerir ninguna flojera para que los resultados sean altamente exitosos, el enseñar a niños y jóvenes es tarea muy sagrada el maestro debe requerir solvencia moral o una orientación humanística y espiritual tanto en el ámbito social como el privado de la persona y lamentablemente muchos maestros carecen de esa solvencia moral; por lo cual no va a poder cumplir con sus constantes deberes.

El amor y el cariño son elementos esenciales que han de regir en relación de los padres-hijos, maestros-alumnos estos sentimientos tienen que partir de ambas partes para que sean de una actitud positiva y manifestarse prácticamente con el aprecio, la estima y la demostración de amor. Para ellos ver sus alumnos como si fueran sus hijos, toda madre ve lo positivo de sus hijos y cuando este falla, adivina su deseo de mejorar. Cabe destacar que la conducta de cualquier niño constituye una buena oportunidad para orientar, se trata de una conducta positiva o negativa, en ambos casos puede servir la orientación para un alumno en particular o para todo el grupo en general, la mejor orientación que el maestro puede dar y la mejor que el niño puede recibir es orientación personalizada ya que sin duda el maestro trata de orientar con convicción a cualquier niño en particular obtendrá óptimos resultados la cual es muy gratificante para el maestro que pueda recibir del niño ¿ cuánto vale un gracias sincero del niño o del joven al que hemos sabido orientar?.

En conclusión debemos tener en grande concepto de la docencia ya que consiste en formar ciudadanos para un buen