EL ORGULLO DE SER MAESTRO.
Enviado por Ledesma • 2 de Octubre de 2017 • 1.019 Palabras (5 Páginas) • 670 Visitas
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Esta profesión te lleva a incursionar en un sinfín de emociones; tristezas, alegrías, corajes, frustración, ternura, que nos sumergen en un laberinto de confusión. Pero al final de la jornada cuando logramos que nuestros alumnos se apropien del saber, eso que sentimos, que no se dice con palabras, ¡ es orgullo maestros!
¿Acaso no lo han percibido? Cuando el rostro de un niño se ilumina al descubrir algo que no conocía, cuando se arrojan en tu regazo en un abrazo espontáneo y sincero cuando obtienen reconocimientos, académicos, culturales, deportivos o de cualquier otro tipo ¡esos también son nuestros triunfos!
Y que me dicen de aquella maestra que platica que cuando ve al tortillero que pasa por su casa, que fue su alumno, haciendo remembranzas de las dificultades que tenía para aprender , que ahora tiene un trabajo digno y es una persona de bien o ¿no les ha pasado? que llegan a consulta de un médico, ingeniero, licenciado, contador, o en una tienda se encuentran con el gerente , de momento no reconocemos a aquel chiquillo del salón en el rostro de esa persona, ya convertido en hombre o mujer y nos pregunta ¿ es usted la maestra tal? Incrédulos volteamos y nos dice: es que usted fue mi maestra, en ese momento sentimos esa emoción que podemos definir como orgullo.
Segura estoy que los maestros aquí presentes realizaron una introspectiva y renacieron esos sentimientos, puesto que, anécdotas como estas conforman el tapete de experiencias de grandes matices guardado en el corazón de cada maestro, en este devenir por la docencia.
Los maestros debemos de sentirnos orgullosos, porque somos fuente de inspiración. Desnudamos nuestra alma para mimetizarnos en diferentes facetas del ser humano en una sola persona: padre, amigo, psicólogo, orientador y un sinfín de personajes más, procurando siempre el conocimiento y el progreso.
Si bien no todo es satisfactorio, las obras que hemos construido son buenas en su mayoría, si no, díganme de un hombre exitoso que no haya pasado por una escuela y que no haya tenido la orientación de un maestro. ¡Todos hemos tenidos buenos maestros!, ¡por eso estamos aquí y somos lo que somos!
Los docentes tenemos claro de dónde venimos y de los desafíos que tenemos que superar; tenemos la certeza de que hemos contribuido a la construcción de nuestros pueblos, ciudades estado y país, siendo protagonistas de sus historias y lo seguiremos siendo. La tecnología avanza a pasos vertiginosos pero nunca…nunca…remplazarán a un maestro.
Finalizaré enfatizando las palabras de Malala Yousafzai (premio nobel de la paz 2014) esa niña que a su corta edad dimensiona la grandeza de nuestra labor, y que a la letra dice:
“Un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar al mundo. La educación es la única solución”
Por eso y por muchas cosas que en tan corto tiempo no alcanzo a describir….
¡Orgullosamente soy maestra!
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