La ciudad antigua. Creencias sobre el alma y sobre la muerte

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Para el hombre vivo también había regocijo en los holocaustos que brindaba, el hombre quedaba en paz con los dioses y esto le daba una satisfacción y una paz muy grandes.

Del culto a los muertos se desprende el sentimiento religioso más primitivo. La idea de la muerte trajo al hombre lo sobrenatural, el misterio, elevó el pensamiento de lo visible a lo invisible, de los transitorio a lo eterno y de lo humano a lo divino.

El fuego sagrado

La casa de los antiguos se destacaba por prestar singular atención al fuego qué el jefe del hogar debía mantener prendido siempre.

La idea reinante en la cultura antigua era “ Hogar extinguido, familia extinguida”

La costumbre de mantener vivo el fuego en la casa gozaban de ciertas reglas tales como la clase de árbol que debía ser fuente de alimento para el fuego, los alimentos que se le brindaban , los métodos para encender el fuego.

Los antiguos concebian como divino el fuego, de modo qué se le ofrendaba como a un dios.Se veia en el fuego a un dios bienhechor qué cuidaba de la casa y la familia

¿Cómo no alabar a un Dios que ante las libaciones se mostraba agradecido y refulgente?

Ante las ofrendas de leña, de carbones,hierbas secas, aceite, incienso, y grasa el dios se alzaba en el altar e iluminaba con sus rayos a su atento espectador, el dios se mostraba con el pecho fuerte y levantado en recompensa de las atenciones del ofrendador.

La comida era el acto religioso por excelencia porque el dios intervenia en la elaboración de ella.

El culto al fuego data de los tiempos de los indoeuropeos.Y ya en la religiones grecolatinas ante de adorar a ZEUS O Júpiter,m se adoraba al hogar o a Vesta.

El proceso de darle cuerpo al de dios al fuego. Con el curso del tiempo, los griegos y los y romanos se representa a los dioses con cuerpos humanos, brindando un nombre y una forma humana, sin ir más lejos con el hogar pasó lo mismo y el altar de fuego se vió personificado en la diosa Vesta, en género femenino porque en latín “ altar” está en género femenino.

¿El fuego del hogar era una fuego cualquiera? Claro que no, el fuego es una especie de ser natural.

La relación que tiene con el culto de los muertos, ambos son de la misma antigüedad.

La religión doméstica

Cada familia poseía un dios a contraposición de un dios para todos como se representa en la actualidad.

A este dios, al muerto , al fuego , solo le podría realizar la ofrenda un descendiente , se prohibía la entrada y el contacto con un extraño.

Se creía que el muerto solo aceptaba la ofrende de los suyos, uno de sus descendientes, cualquiera que estuviese fuera de su círculo era considerado un otro y manchaba los rituales de la familia.

Entre los vivos y los muertos se daba un intercambio de libaciones y favores, el vivo se encargaba de alimentar al muerto y darle ofrendas para que pueda descansar en paz y lo ayude a proteger a su familia y le de un buen augurio.Ambos, muerto y vivo se ayudaban mutuamente para llevar la vida y la muerte de la mejor manera.

La relación del fuego sagrado y el culto a los muertos. Cabe destacar la peculiaridad de la familia y la otredad en la religión, todo lo que estaba fuera de la familia resultaba indigno para el hogar y para los muertos de la familia.

En esta línea se destaca que cada familia poseía su dios propio, su ceremonia propia, sus fiestas particulares, sus himnos y sus fórmulas únicas, que no debían ser interpretadas ni realizadas por nadie que no fuera de la misma descendencia.

Para alimentar al patriarcado se observa la particularidad de que la religión doméstica se traspasaba de varón en varón, la mujer era considerada accesoria.

La Familia