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Tema: El Género Dramático o Teatral en el Paraguay

Enviado por   •  2 de Enero de 2019  •  5.800 Palabras (24 Páginas)  •  713 Visitas

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El teatro paraguayo sufrió una renovación importantísima a partir de los años treinta del siglo XX, con la aparición de Julio Correa. En el ambiente paraguayo de los años cuarenta, había dos grupos claramente distinguidos. Por un lado estaba al corriente de José Arturo Alsina, partidario de un teatro universal, que sin huir de lo particular no cayera en el folclorismo, y cuyo drama de resonancias pirandellianas, al decir de Teresa Méndez-Faith1, El derecho de nacer (1925) es el mejor ejemplo de su creación; por otro, la del teatro en guaraní, cuyos antecedentes se remontan a 1926, aproximadamente, con Francisco Martín Barrios, Rigoberto Fontao Meza y Félix F. Fernández, cuya expansión y el éxito llegaría en la década de los treinta con Julio Correa, considerado por los críticos como el impulsor del teatro marcadamente popular, que tendía a la oralidad, a la técnica intuitiva y a los condicionamientos lingüísticos2. Este autor impulsó una suerte de teatro que llegaba mayoritariamente al público por el simple motivo de que reproducía la situación oral bilingüe del país. Los asistentes a las representaciones entendían sus obras, por el componente decisivo de la lengua guaraní, y participaba en ellas en mayor grado que en las puestas en escena de obras de otras vertientes, ya que, generalmente, el conjunto del teatro paraguayo de esa época se encontraba bastante anquilosado en un posromanticismo vacuo y en procedimientos con olor a naftalina, a pesar de los intentos de Alsina. Es importante, además, porque se percibía un fondo social al que atendía el público con interés.

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Los escritos históricos y legales ocupan el lugar más importante dentro de la literatura paraguaya; la poesía destaca por el constante contacto con la realidad social. Entre los escritores más sobresalientes de nuestra época histórica hay que mencionar a: Augusto Roa Bastos, gran narrador latinoamericano; Juan Natalicio González, cuya obra poética está escrita en guaraní; Herib Campos Cervera, poeta existencialista; Josefina Pla, autora de una vasta obra que abarcó distintos géneros de las letras; Elvio Romero, que destacó tanto en el periodismo como en la poesía por su estilo vanguardista social; Ticio Escobar, ensayista y crítico de arte que ha investigado y promovido diferentes manifestaciones de la cultura indígena; Rubén Bareiro Saguier, que ha cultivado la poesía, el ensayo, la narrativa y la crítica literaria; y Gabriel Casaccia, fundador de la moderna narrativa de Paraguay.

Desde tiempos remotos, los guaraníes han utilizado instrumentos primitivos de viento y de percusión, principalmente flautas de carrizo, silbatos, sonajas y campanas. Las guitarras y arpas, introducidas por los españoles, son los instrumentos básicos de la música paraguaya contemporánea. Uno de los estilos más antiguos de música popular paraguaya es la polca; las baladas y otras canciones conservan gran parte de la historia y tradiciones del país. La guaranía, canción de fluida melodía lírica introducida a principios del siglo XX, es la primera variación propia de la tradición colonial española.

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La palabra dramático proviene de “drama”; esta palabra corresponde al nombre genérico de toda creación literaria en la que un artista llamado dramaturgo concibe y desarrolla un acontecimiento dentro de un espacio y tiempos determinados. Los hechos se refieren a personas o caracteres que simbolizan en forma concreta y directa un conflicto humano.

Este género está destinado a ser representado públicamente frente a un auditorio, por lo tanto, este género abarca a todas las manifestaciones teatrales, a todo lo escrito para el teatro y a todo lo que es susceptible de representación escénica ante un público.

Una característica esencial es la acción. Lo que sucede en la obra no está descrito ni narrado ni comentado directamente por el dramaturgo, sino visto por el espectador. La obra está escrita, pero lo principal en ella es lo que ocurre (debido a esto, existen obras dramáticas sin palabras, o sea mudas, en las cuales se utilizan gestos y actitudes que expresan el conflicto).

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Es el lugar o el espacio donde se desarrolla la obra teatral, sin embargo la obra teatral es el contenido de lo que va hacer representado en el teatro. En nuestros días la palabra “teatro” reúne un conjunto de significados que van desde el edificio o lugar destinado a las representaciones de obras dramáticas hasta el lugar donde una cosa está expuesta a la consideración de la gente, pasando por el arte de componer obras dramáticas de un autor, o por último, la literatura dramática como género literario; contemporáneamente su carácter se define por el hecho de pertenecer a la vez a las artes de actuación y a las artes de representación mimética.

Durante la primera mitad del siglo XX, la historia del teatro paraguayo no cuenta con muchos nombres que hayan trascendido las fronteras nacionales, con la posible excepción de Josefina Plá quien, además de ser autora y co-autora (con Roque Centurión Miranda) de varias obras teatrales, está entre los críticos que más han estudiado el teatro paraguayo. Como en otros países de Latinoamérica, razones de orden histórico-político y económico-social explican parcialmente el hecho de que el teatro haya sido, y continúe siendo, el género menos fecundo de la literatura paraguaya. De enorme significación cultural para un país bilingüe como el Paraguay es la producción teatral de Julio Correa, autor de gran mérito e iniciador, en la década del 30, del teatro en guaraní en obras inspiradas en el contexto histórico-político de esos años, y en particular en la Guerra del Chaco. Otros representantes del teatro en guaraní de esa época son Francisco Barrios, Roque Centurión Miranda y Luis Ruffinelli.

Durante las últimas cuatro décadas, entre los autores de obras más representadas, tanto dentro como fuera del país, se destacan en particular: Ernesto Báez, Mario Halley Mora, el más prolífico de este período y autor de varias piezas en "yopará" (voc. guaraní que significa "mezclado"), en español y guaraní; Alcibíades González Delvalle, tal vez el dramaturgo más polémico y controversial de los años ochenta; Ovidio Benítez Pereira, José María Rivarola Matto y Julio César Troche, para mencionar sólo a los más conocidos actualmente.

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Después de largo paréntesis de la dictadura del doctor Francia, vino Carlos López

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