ASESORIAS EDUCATIVAS INSTITUCIONALES.

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En estos tiempos esta práctica de apoyo como se conocía todavía, tuvo sus inicios en Estado Unidos y Europa pero ya viéndola como una práctica que ayudaría a mejorar la situación de los centros educativos teniendo como principal referencia al personal docente para centrarse solo en problemas de índole profesional, es aquí cuando el asesoramiento empieza a tomar su rumbo, y empiezan a aparecer los primeros profesionales, aunque se veía como un asunto exclusivo de alguien experto en tomar decisiones acerca de qué y cómo enseñarían los profesores[4].

También se usaba como una manera de supervisar el trabajo de los profesores pues se creía que como no estaban bien capacitados podrían acabar por descomponer los programas, por lo que al principio sus fines eran meramente de control, y a demás era aun mas controversial ya que el profesorado lo veía como un servicio que no era reclamado por los profesores, así que también puedo inferir que era visto como un tipo de intimidación o práctica inoportuna.

Entonces el asesoramiento es una práctica que se ha ido conformando de otras profesiones, o más bien poco a poco a ido definiendo su rol en el ámbito educativo, es decir, que paso a paso ha ido construyendo su propia identidad, persiguiendo siempre una sola finalidad, la cual es, ayudar a las instituciones educativas a mejorar, aunque de igual manera se ha enfrentado a diversas dificultades que le han impedido definirla del todo.

El aspecto de la identidad, actualmente se está definiendo por el cambio al que se ha enfrentado el sistema educativo debido a la implantación de la LOGSE (Ley de Ordenación General del Sistema Educativo), lo cual demanda un nuevo perfil de los profesionales que se dedican al asesoramiento[5] , esto se refiere a que se debe dejar en claro que el papel del asesor no debe verse como una forma de control al momento de desarrollarse como se hacia antes, sino que debe de quedar especificado que esta se centra después de desarrollado su trabajo a mejorar específicamente la práctica docente de cada uno de los asesorados y generalmente a una institución educativa.

Creo que el hecho de confundir el rol del asesor en la institución educativa, es porque aun no se tiene conceptualizado de manera clara el término de asesoramiento, por lo que es necesario definirlo, para poder seguir hablando acerca del mismo.

Primero hay que mencionar que esta palabra puede ser vista desde tres términos, el primero que es consultation que es utilizado en el ámbito empresarial, industrial u organizacional al momento de referirse a un persona que da consejos profesionales, otro término es advise el cual es de origen británico y se refiere a personas de apoyo en el sistema educativo, y por último support visto como un servicio de orientación.[6] Por lo que puede definirse de diferentes maneras según el contexto en que se desarrolle.

Refiriéndonos al ámbito educativo, el autor Paulino Murillo Estepa define el asesoramiento como: “los procesos interactivos de colaboración con los centros educativos y/o profesorado que los conforman con la finalidad de prevenir posibles problemas, participar y ayudar en la solución de los que puedan existir y cooperar en la consecución de una mayor mejora educativa”.

Con relación a la definición que nos hace este autor, el asesoramiento es una práctica donde cooperan tanto el asesor como el profesorado, pues es una acción que conlleva una interacción para poder identificar la principal problemática y poder de esta manera facilitar propuestas de acción que le ayuden al profesor y en general a la institución educativa a enfrentar su principal problemática además de mejorar, y en caso de los profesores que no la enfrentasen le serviría para que si en un futuro se le llegue a presentar, de alguna forma pueda desafiarlo o saber cómo actuar, ya que nadie esta propenso a sufrir algún tipo de situación difícil.

Hay que dejar en claro que los servicios de un asesor deben ser demandados ya sea por el profesorado, o el director que representa a todo el centro educativo, y otra cosa muy importante, es que el asesor, debe aclarar desde el inicio, que él no se va a encargar de solucionar problemas, sino que solo va a ayudar a definir posibles soluciones o rutas de acción para el principal problema.

Como se mencionaba anteriormente, uno de los problemas a que se enfrenta actualmente el proceso de asesoramiento es el cambio expuesto del sistema educativo debido a la introducción de la LOGSE, lo cual ya se decía que genera un desfase en el perfil que se requiere del asesor; pero no solo este es uno de los problemas al que se enfrenta la tarea de asesoramiento, sino también a dificultades referidas a la variedad de actividades que suele desempeñar, como lo menciona el autor Rodríguez Moreno (1995) el asesor abarca acciones que pueden ir desde trato con alumnos, la formación, o hasta apoyar a familias, lo cual considero no debería ser, pues su trabajo solo debe ajustarse con el centro educativo en general, y si debe o no tratar con el personal de la institución, seria únicamente con el profesorado para poder desempeñar su labor eficazmente; por lo que todas estas acciones solo vienen siendo añadidas para que si le es necesario poder lograr su objetivo que ya se ha mencionado muchas veces, es la mejora de la institución educativa.

Por eso es necesario especificar algunas de las funciones del asesor para que quede claro, Louis (1985) señala 11 actividades que el asesor suele desempeñar las cuales son: Investigación y análisis, evaluación de practicas escolares, desarrollo de materiales, métodos o procedimientos, modelar nuevas prácticas y métodos educativos, informar acerca de los resultados obtenidos de la investigación, planificar, relacionarse con centros similares, formación de profesorado, consultor para la selección de nuevos programas, apoyar para desarrollar el cambio y crear capacidades para poder lograr este cambio. Estas son de manera general algunas de las funciones que desempeña el asesor y las cuales le ayudaran a llegar a su objetivo, y queda claro con esto que en estas no se encuentra ninguna fuera del ámbito educativo y relacional con el personal docente, aunque como todo deber ser no queda exento el que no se desarrolle como se marca, pues una cosa muy diferente es lo ideal o deseado y otra la realidad.

Otro de los problemas que puede afrontar la labor del asesor es la credibilidad, ya que muchas veces los profesores tienen una visión errónea de lo que realiza un asesor, quedando claro nuevamente el poco conocimiento que se tiene sobre esta labor, generalmente la perspectiva que se asume sobre él es que se trata de una persona que de cierta manera ha huido de desempeñarse