Actividad agrícola.

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En la última evaluación hecha a México por la Organización Mundial del Comercio (OMC) nos menciona que México ha seguido con el proceso de reforma de su sector agropecuario, en vías de establecer una mejor vinculación de este sector al mercado mundial. La Estimación de Ayuda al Productor (EAP), que es la estimación de las ayudas a los productores agropecuarios medida por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), ha seguido aumentando; sin embargo, es importante resaltar que los apoyos siguen siendo bajos en comparación con los otorgados a los agricultores estadounidenses y europeos. El examen de la OMC llega a la conclusión de que se requieren reformas adicionales en el sector agropecuario mexicano con la intención de suprimir las barreras al comercio que siguen vigentes y reemplazar los apoyos más distorsionantes con mejores medidas dirigidas. La OMC, como organización que vigila la transparencia y la disminución de distorsiones en el comercio mundial, hace especificaciones a México en este sentido, pero yo agregaría que los apoyos se deben otorgar a quien de verdad los necesita, y que sean en función del aumento de la productividad. Brasil ya puso en marcha un proyecto de este tipo con gran éxito.

El Producto Interno Bruto (PIB) del sector agropecuario en México, incluyendo las actividades de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, aumentó a una tasa real del 2.1 por ciento anual en promedio, para el periodo 2001-2006. Sin embargo la aportación del sector agropecuario al PIB total de México disminuyó del 5.2 por ciento en el 2001 al 5.0 por ciento en el 2006, lo que quiere decir que la mayor parte de las aportaciones al PIB total provienen de otros sectores diferentes al agropecuario. En el periodo analizado 2001- 2006, el empleo en el sector agropecuario bajó del 17.5 por ciento de la población total ocupada al 14.3 por ciento debido al resultado del éxodo rural y del incremento de las actividades no agrícolas en la población rural.

Lo más delicado de la situación es que México es un país importador neto de productos agropecuarios, lo que repercute de manera negativa en la economía, porque dependemos del exterior para alimentarnos y estamos sujetos a las altas y bajas de los precios mundiales de alimentos; el valor total de las importaciones hechas por México de estos productos agropecuarios fue de a 16,261 millones de dólares estadounidenses para el año 2006. Entre las principales importaciones agropecuarias figuran el maíz, la soya, la carne de bovino, el trigo, el algodón, las semillas oleaginosas, la carne de cerdo y la leche en polvo.

De acuerdo con la OCDE el periodo en el que se estuvo bajo examen la ayuda a los productores agropecuarios mexicanos (EAP) asociada con los programas gubernamentales tuvo un fuerte aumento en el 2002. En el 2006, los apoyos para los precios que vienen siendo la diferencia entre los precios domésticos y los internacionales constituyeron el 49.3 por ciento de la EAP; los pagos de apoyo en cuanto a los insumos representaron el 25.3 por ciento y los pagos por derechos históricos que no necesitan requisitos de producción representaron cerca del 16 por ciento. En cuanto a la evaluación de los apoyos, la OCDE informa que México ha hecho una mejora para lograr una mayor vinculación de su sector agropecuario con el mercado mundial. Las intervenciones que generan mayores distorsiones se han reducido, mejorando la efectividad de las transferencias de ingreso a los productores y aumentando la transparencia mediante la descentralización. Por otra parte, este estudio también señala que el apoyo a los precios y los pagos asociados a la producción siguen representando más de la mitad del apoyo proporcionado a los productores y los subsidios hacia uso del agua continúan. La cifra relativa a las EAP, que tiene incluido las transferencias de los consumidores y de los contribuyentes y los ingresos fiscales netos, creció significativamente en 2002 y 2003, disminuyó en el 2004 pero luego aumentó subsecuentemente hasta llegar a 86,569 millones de pesos en 2006, lo que representó un 0.93 por ciento del PIB. El aumento del apoyo vía precios muestra en general el incremento de más del doble de las transferencias de los consumidores entre 2004 y 2006. La cuestión sería ¿por qué con todos estos apoyos seguimos siendo un país importador neto de alimentos?

El Plan Nacional de Desarrollo del gobierno mexicano para el periodo 2007-2012 establece nuevos objetivos, incluyendo la mejora de los ingresos de los productores agropecuarios, lo que incluye el incremento de las exportaciones, los procesos de mayor valor agregado y la producción de bioenergéticas. No obstante, debemos mencionar que el verdadero reto de este plan nacional debería ser el aumento de la producción y productividad del campo para abastecer el mercado interno, los apoyos dirigidos a quien verdaderamente los necesita, con estímulos al aumento de la productividad de los agricultores. Dejar de depender de las importaciones de alimentos, la puesta en marcha de un proyecto integral nacional para el campo, para producir nuestros propios alimentos, que evite el éxodo rural, y que genere mayores y mejores oportunidades para quienes trabajen en el sector agropecuario. Incluir el proyecto de soberanía alimentaria en los objetivos primordiales del país, como lo hacen otros países entre ellos, los miembros de la Unión Europea.