CÁTEDRA: LENGUAJE Y HABILIDADES COGNITIVAS
Enviado por Jillian • 14 de Marzo de 2018 • 11.193 Palabras (45 Páginas) • 536 Visitas
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En las lenguas romances, como por ejemplo el español, todo el edificio estructural de la lengua procede del latín y es por eso que para sus lingüistas es imprescindible estudiar latín, porque sólo haciéndolo van a entender hasta el fondo la estructura de cualquier lengua romance (no sólo el español, cualquiera de ellas).
Con estas apreciaciones, y dado que el español es latín modificado, remotamente la historia del español se puede llevar como mucho al momento en que penetra en Hispania la lengua madre del español, o sea, cuando los romanos, procedentes de Italia como todos sabemos, penetran en Hispania como parte de una ofensiva contra los cartagineses, lo que sucede a finales del siglo III a.C. En ese momento en Hispania se hablaban muy diversas Lenguas por los diversos pueblos que la habitaban, como el ibérico (lengua no indoeuropea hablada en toda la orla costera mediterránea), el celtibérico en la meseta central que era un mosaico de dialectos (variante peninsular del celta, lengua indoeuropea que entonces se hablaba también en todo lo que es la actual Francia y Bélgica, en Irlanda y en Inglaterra), el cántabro y el astur (lenguas de cuya naturaleza apenas sabemos nada), el vasco (otra lengua no indoeuropea, muy minoritaria, hablada en las montañas de Vasconia en el nordeste del litoral cantábrico, y cuya zona mayor de habla no pertenecía a Hispania, sino se situaba más bien en el sudoeste de la actual Francia).
Los romanos incorporaron en breve Hispania a sus territorios y se produjo entonces en estas tierras (como en otras del Imperio Romano) el fenómeno de aculturación más potente que se conoce en toda la antigüedad y que llamamos romanización. Consistió este en la traída de una tecnología, formas de vida, organizaciones políticas, estructuras del poblamiento y urbanas, instituciones sociales, escuelas, etc. infinitamente más desarrolladas y avanzadas que las de las poblaciones locales, que poco a poco no sólo abandonaron sus formas de vida en un rápido proceso para sumarse a las nuevas, sino también olvidaron todas sus lenguas en un periodo comprendido entre el siglo III a.C. y el siglo I d.C. De este modo desde el siglo I d.C., ya habían desaparecido todas las lenguas prerromanas de la península Ibérica, excepto una pequeña comunidad de hablantes del vasco o euskera refugiados en los montes de Vasconia que siguieron con sus formas de vida, montes y bosques donde nunca penetraron romanos ni gente romanizada, pues la zona carecía de todo interés económico para ellos. Puede decirse que salvo ellos, todos los hablantes de Hispania hablaban latín, normalmente a nivel popular, lo que se llama latín vulgar, al igual que se hacía en toda la mitad occidental del Imperio Romano (los actuales países del Mediterráneo central y occidental).
2. La Acentuación
2.1. La silaba
De acuerdo con lo expresado por Miranda, L. (2000:96) las letras de la lengua escrita son la representación de los sonidos emitidos en la lengua hablada. El alfabeto de la lengua española consta de 27 letras; 5 vocales y 22 consonantes.
El sonido o conjunto de sonidos pronunciados en cada una de las emisiones o golpes de voz constituyen las silabas. De tal manera que una silaba cualquiera puede constar de una o cinco letras. Así mismo, una vocal puede constituir una silaba. Por lo tanto, las consonantes han de estar acompañadas de una vocal o de varias para poder constituir una silaba.
En consecuencia en toda silaba, cualquiera que sea el número de combinación de letras que la conformen, ha de existir, como mínimo una vocal y, como máximo tres.
2.2. Normas para la División Silábica
Las principales normas de división silábica son las siguientes, tal como lo expone Miranda, L. (2000: 97):
• Cuando una consonante se encuentra entre dos vocales forma silaba con la segunda vocal: me-ta, ca-sa, ra.mo, sa-lud• Cuando dos consonantes (iguales o diferentes) se encuentran entre dos vocales, la primera consonante forma silaba con la vocal anterior y la segunda consonante, con la vocal siguiente: ac-ción, in-no-ble, gam-ma, re-dac-ción, in-no-var, for-mar.
• Las consonantes dobles no se separan: ch, ll, rr.
• Son inseparables los grupos: pr, pl, br, bl, fr, fl, cr, cl, gr, gl, tr, dr.
* Excepciones: las voces compuestas con los prefijos ab-, sub-; seguidos de l ó r, se dividen separando b y r.
En el caso del grupo tl-, cuando va en interior de palabra, se mantienen unidas en una sola silaba al igual que en la pronunciación: a-tlas, a-tlan-ti-co
a-tle-ta.
A decir que la Real Academia Española, (2001) el grupo tl se encuentra en palabras de origen griego como atleta y origen náhuatl, usado en algunos países de America, donde se separa la t-l: at-le-ta, lo cual es una influencia de origen griego. Cabe destacar que la separación de silabas es fonológico y no coincide con la delimitación morfológica
• Si tres consonantes se encuentran entre dos vocales, las dos primeras van con la vocal anterior y la terecera con la siguiente vocal:
Trans-por-te trans-pa-ren-tar
in-trans-fe-ri-ble cons-pi-rar
ins-ti-tu-to cons-tan-te
• Si la tercera consonante es l ó r y forma parte de los grupos: pr, pl, br, fr, cr, gr, gl, tr, dr; la división silábica recae entre la primera consonante y la segunda consonante y por tanto, permanecen dichos grupos inseparables: com-pro.bar, im-pli-ca-do, en-cla-ve, ros-tro.
• Si existen cuatro consonantes entre dos vocales, se reparten dos consonantes para cada vocal: trans-gre-sión, obs-truc-ción, obs-truir.
• En las palabras compuestas, tanto las formadas por palabras con sentido independiente como las formadas por prefijación, puede optarse entre separar cada uno de los componentes o seguir las normas de división silábica: mal-es-tar / ma-les-tar; nos-o-tros / nos-o-tros
*Excepciones: las palabras compuestas que contengan una h precedida de otra consonante se dividen únicamente separando ambas letras: in-hu-ma-no
• En función del numero de silabas, podemos clasificar las palabras en monosílabas (una silaba) y polisílabas (mas de una silaba).
2.3. El Diptongo
Sabemos que existen dos clases de vocales que se pronuncian en la misma silaba: cerradas (i,u) y abiertas
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