CLASE DE EDUCACION FISICA 11ºB.

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*JUEGO DE VOLEIBOL

La mayoría de las niñas se llamaban por diminutivos: "Andru, Marti, Taba... Mientras jugaban, Neison iba corrigiendo lo que hacían: "¡así no! Tomen una posición de alerta; bajen la cola; doblen las rodillas..." Cada vez que recibían mal el balón o que alguna lanzaba mal el balón exclamaban: "¡Ah!, ¡No!, ¡Otra vez!" Andrea dijo: "no Neison, no sé qué me pasa; debe ser que no practicamos hace rato" Las demás contestaron que estaban de acuerdo. Cuando recibían bien un balón o alguna servía bien todos, incluyendo a Neison decían: "¡bien!". Luego de un rato Neison les pidió que se sentaran; llamó a dos niñas y le pidió a cada una eligiera las niñas para conformar su equipo de voleibol. Quedaron cuatro niñas sentadas; dentro de ellas había una a la que le llamaban Marti, que se llama Martina, y que se encontraba acostada en el piso; ella se quejaba de estar muy enferma y tosía mucho. Martina estaba acostada en el piso, apoyando la cabeza en la primera escalera del borde de la cancha, tapándose la cara con la bufanda que llevaba; tenía las piernas dobladas apoyando los pies en el piso, y la falda subía dejando ver la pantaloneta que traía debajo. Aveces tomaba su falda por los bordes y la metía en el centro de sus piernas, sin levantarse.

Se acabó el casete y una niña cambió a emisora; una niña dijo: "uy sí, ya no más masoquismo"; otra niña se acercó a Andrea y le dijo: "¡y qué tal ese alemancito papito!"; otra dijo: "se imaginan, hace ocho días estábamos allá".

Neison se acercó y comenzó a mostrarle a una niña cómo debería pegarle al balón; mientras él le hablaba, ella se estaba rascando la pierna y para hacerlo se estaba subiendo la falda; otra niña le bajó la mano y la falda mientras le decía: "¡oye, mira!" (Y le mostraba con la mirada que allí estaba Neison y podría verla). La niña que tenía la falda arriba miró a la otra y se mostró sorprendida, como si no se hubiera dado cuenta de que allí estaba Neison, y se rió parándose derecha y bajándose la falda.

*FINAL DE LA CLASE

Finalmente terminó la clase; Neison dijo: "Bueno niñas, pueden irse pero cada una me trae un balón. ¡Vamos, vamos!". Algunas niñas recogieron los balones; otras hicieron como si no hubieran escuchado, recogieron sus cosas y se fueron; se despidieron de mí y una de ellas me preguntó si iba a entrar a la clase que seguía; le respondí que no, que sólo hasta la próxima semana iba a acompañarlas en más clases y le di las gracias por preguntar.