Conductas disruptivas en los estudiantes de Educación Primaria.
Enviado por karlo • 30 de Abril de 2018 • 25.662 Palabras (103 Páginas) • 430 Visitas
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En este sentido, el ámbito educativo se ve intervenido por las conductas disruptivas de los educandos, por ello que la actitud o postura que toma el docente frente a esta situación es clave para enfrentar los conflictos múltiples que se presentan en el entorno escolar. No obstante, los brotes de violencia en las instituciones educativas venezolanas, según López (2012: 59), “constituyen un fenómeno cada vez más frecuente, interpretado como un reflejo de lo que ocurre en la sociedad”. El autor señala cómo las acciones agresivas exhibidas por niños y por adolescentes muestran lo que está ocurriendo en su entorno, debiéndose buscar sus causas en varios factores: sociales ambientales, relacionales, escolares, familiares y personales.
En este orden de ideas se hace necesario destacar al sistema educativo como factor primordial en la educación y en la formación del ideal ciudadano que conjuntamente con la familia se ven en la necesidad de atender a esta crisis que se ha venido gestando, ya que no sólo es un problema social y educativo sino que viene de valores familiares, valores como el respeto hacia los demás, la tolerancia, el amor entre otros, que sin duda forman a ese individuo consciente de que vive en un mundo que es de todos.
Bajo esta perspectiva, los docentes necesitan saber que los niños no llegan a la escuela, en término generales, con un entrenamiento disciplinario totalmente logrado. Hernández (2002:73), opina que:
Los niños aún necesitan desarrollar habilidades que le irán permitiendo poco a poco lograr la autodisciplina: La motivación, el autocontrol, el desarrollo de habilidades de atención-concentración, de razonar y reaccionar con mesura en situaciones conflictivas y de poder adaptarse al trabajo en grupo para la consecución de metas.
De tal manera que los docentes, en conjunto con la institución educativa le corresponden trabajar en la consecución y formación de las habilidades en los niños desde muy temprano. Donde se debe considerar, que existen situaciones específicas personales, familiares y sociales que hacen que un educando madure en este sentido y se adapte con mayor facilidad dentro del contexto escolar. Asimismo, deben considerar que muchos niños procedentes de familias con muy bajo nivel social y cultural, así como otros que viven en barriadas donde es común el conflicto entre vecinos, entre jóvenes o con las autoridades policiales, luego acuden a las aulas escolares predispuestos a actos de violencia, de desafío, o poco motivados por el esfuerzo académico.
En este caso es necesario destacar, que la mayoría de las veces los educandos que están en estas condiciones son los que más fácilmente corren el riesgo de abandonar los estudios y a un agravamiento de su comportamiento con el tipo de disciplina negativa que tradicionalmente se aplica en los centros escolares. Siendo así que, a los niños se les hace también más difícil lograr hábitos de disciplina por sus problemas de comprensión, su impulsividad, y sus experiencias de sobreprotección que no los ayudan a madurar en sus conductas adaptativas.
Es de gran preocupación que a medida que transcurre el tiempo existe más información alarmante de los acontecimientos que acaecen dentro de las instituciones educativas, con respecto a las conductas agresivas como forma de acto violento físico, (patadas, empujones,...), verbal (insultos, palabrotas). Pero también se puede encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el niño agrede contra los objetos de la persona que ha sido el origen del conflicto, o agresividad contenida según la cual el niño gesticula, grita o produce expresiones faciales de frustración. Trayendo como consecuencia, que el niño tenga complicaciones y dificultades en las relaciones sociales, impidiéndole una correcta integración en el ambiente escolar, lo que generaría dificultad en el aprendizaje, deserción escolar, entre otras.
Con respecto, a esta problemática no se escapa la U.E.N “25 de Marzo”, ubicada en el municipio Bolívar, San Mateo-Estado Aragua, donde se llevó a cabo la investigación, donde los educandos han presentado estas conductas disruptivas, irrespetándose a ellos mismos como a sus compañeros y miembros de la comunidad estudiantil, dentro del cual se destacan las agresiones verbales, insultos, amenazas, ofensas, y las agresiones físicas, golpear, dar patadas, empujar, lanzarse objetos, romper los bienes materiales de la institución educativa, entre otros.
La autora de la presente investigación a través de observaciones y diálogos entre los docentes, aprecia que las conductas disruptivas cada día se incrementan, sobre todo en los grados más avanzados como quinto y sexto, son aún más elevados los actos agresivos de los educandos e inclusive, se observa que, existe variedad de conductas disruptivas en cada grado; tal es el caso en la primera etapa, es decir, de primer a tercer grado, hay niños que dan patadas, muerden, pellizcan y lastiman a sus compañeros con las puntas de los lápices, dicen palabras obscenas, y a partir de cuarto a sexto grado, los escolares gritan, retan a los docentes, dicen malas palabras, empujan, lanzan los útiles, rompen las hojas, lápices y libros, rayan paredes, pupitres, mesas, se ofenden, burlan e insultan entre sí, se amenazan, no se respetan, y en la hora del recreo se agreden físicamente.
De no atenderse estas conductas a tiempo, los pronósticos de estos comportamientos pasarán a ser un trastorno disocial ocurrente en las edades tempranas y transformarse en un trastorno antisocial en la edad adulta, poniendo de manifiesto un patrón de comportamiento repetitivo, recurrente, además de persistente en el que se quebranten o desacaten los derechos básicos de otras personas, las reglas y normas sociales, que puede manifestarse de múltiples formas, incluyendo la crueldad, el maltrato de carácter racista, por lo tanto, si no se logra mejorar esta situación a corto, mediano y largo plazo, se perdería el control de la problemática existente, por lo que es importante la implementación de un plan estratégico gerencial para solventar el problema.
Al respecto Tran (1990: 81), refiere que “a veces los comportamientos de los niños esta intrínsecamente relacionados a las etapas de desarrollo o crecimiento”. Según el autor citado, puede presentarse unas conductas impulsivas, agresivas, bruscas entre otras, así como también de desconcentración mental fruto precisamente del cambio de una etapa a otra.
Estas observaciones permiten discernir que de acuerdo con la edad se va en aumento los actos y conductas disruptivas. Ante esta situación tomando como referencia lo anteriormente planteado, surge la siguiente interrogante: ¿En qué medida
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