Diferentes sistemas educativos: diferentes formas de atender a la diversidad

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que esta medida se queda a medio camino en cuanto a posibilitar una adecuada atención a la diversidad sociocultural. En primer lugar, aunque en teoría debían escoger escuelas con diferentes realidades socioculturales, debido a la preocupación y descontento de las familias y el personal educativo se ha reducido significativamente el número de centros dónde se ha acabado aplicando, así que puede ser que el perfil sociocultural de la escuela no acabe reflejando el de la ciudad. Además, la diversidad sociocultural también se tendría que reflejar en el personal educativo del centro.

En segundo lugar, se puede producir el efecto contrario al deseado si no se ejecuta dentro de un entorno favorecedor ni va acompañado de medidas que vayan en la misma línea. Si el intercambio no es positivo va a suponer la reafirmación de los prejuicios y un aumento de la no-tolerancia que podría derivar una mayor segmentación de los grupos.

En este sentido, se debería construir un currículum flexible que se adaptase al entorno sociocultural del alumnado y a las necesidades particulares de cada grupo. Así mismo, se podría promocionar la diversidad lingüística ofreciendo clases en y de las lenguas maternas del alumnado. En esta línea, el currículo intercultural debería contemplar la enseñanza de la religión y las costumbres etnoculturales aprovechando las distintas perspectivas que la heterogeneidad del grupo proporciona. Además, los estudiantes podrían hacer proyectos fuera de los centros educativos, tanto de investigación como de acción directa, que tuvieran repercusión en la comunidad. También sería interesante procurar una formación para el personal educativo, tanto docentes como no docentes para que, no sólo puedan enseñar en un los sectores multi-college, sino también aprender de él.

Finalmente, las escuelas deberían ser un punto de encuentro para las familias, donde puedan acudir a implicarse en el proceso educativo de sus hijos que, a su vez, ayudará a desdibujar el límite entre escuela y comunidad. Esto se puede fomentar construyendo un entorno acogedor, por ejemplo añadiendo elementos con orígenes e historias distintas dentro del centro educativo.

En definitiva, todas estas estrategias fomentarían un clima no sólo tolerante sino cívico y enriquecedor para toda la comunidad, que se traduciría en un ethos intercultural.

Bibliografía

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