EL FUTURO DOCENTE COMO TRANSFORMADOR EN COMUNIDAD

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Como vemos este proceso no se trata de mejorar la educación sino de transformarla. Por consiguiente implica tornarnos en una docente y un docente transformador. Y esa transformación no vendrá por el simple hecho de que la Ley 070 entre en vigencia; o hayamos pasado otras reformas, sino vendrá de la reflexión y el cambio interno de cada uno de nosotros y nosotras, docentes educadores de las futuras generaciones de profesionales del país.

En este nuevo Modelo Educativo Socio comunitario Productivo nos constituimos en un tipo de Maestro(a) Sociocomunitario, nuestro papel es el de Transformador en comunidad, que planifica en función del Objetivo Holístico, que da sentido al material educativo para encaminar un aprendizaje integral para la vida, que manifiesta la intencionalidad del uso de los materiales dándole un uso transformador en función de los valores del modelo.

Al mismo tiempo desarrollar los momentos metodológicos: práctica, teoría, valoración y producción que se constituyen en procesos dinámicos, participativos y de consensos orientados a desarrollar la formación integral y holística de las y los estudiantes, evaluando al estudiante de manera cualitativa y cuantitativa, promoviendo la autoevaluación y la evaluación comunitaria, realizando una planificación y organización curricular apropiada en los tres niveles de concreción curricular relacionando la escuela con la realidad de la comunidad proponiendo el Proyecto Socio productivo tomando en cuenta las problemáticas o potencialidades locales de donde se sitúe la comunidad educativa que en su concreción permitan trascender la autoreferencialidad de la escuela para lograr articular los procesos educativos con la vida. Porque trabajado día a día entre docentes y estudiantes podemos comenzar a construir una nueva realidad que nos resulte más feliz, pensando en aquello que nos caracteriza y nos reúne para valorizarlo y afianzarlo como base para la construcción de algo más. Por eso es importante que hoy, veamos qué podemos hacer por nosotros mismos y nuestro futuro. No olvidemos que la historia se mueve no sólo por las grandes figuras, sino también por el pequeño gran esfuerzo de cada uno de nosotros, allí radica nuestra responsabilidad de ser un maestro y una maestra transformador/a, esto como estrategia de compromiso, equidad, pertinencia social y corresponsabilidad social.

En consecuencia podemos señalar que el y la docente tiene la misión de estar al servicio de los intereses del país, esto con el fin de seguir promoviendo las políticas educativas de cambios y desarrollo para la búsqueda del bienestar comunitario.

CONCLUSIONES

Ante los continuos desafíos ante un contexto social dominado por el discurso de la globalización y descolonización es necesario que el docente asuma una actitud crítica desde su propia formación epistemológica y su cultura investigativa. Debemos transformar nuestra práctica docente y la práctica pedagógica de estudiantes, educadores y la comunidad como productores y constructores de una nueva educación por ende una nueva sociedad en comunidad.

La formación docente tiene retos futuros, pero lo primero por atender es y será su presente; la formación docente ha cambiado a través de la historia, motivado a que no puede permanecer inmutable, ante las diferentes reformas educativas que se plantearon y replantearon ante las necesidades, problemáticas y potencialidades de nuestra sociedad. Por lo que necesita alinearse a los constantes movimientos que se van generando por la dinámica social y educativa de nuestro país, donde hemos vivido una etapa de transición paradigmática, de la ley 1565 a la ley Avelino Siñani – Elizardo Pérez.

Esta nueva realidad coyuntural que vivimos debe expresar y concretar la intencionalidad de revolucionar una nuevo papel del y de la docente basada en nuevas prácticas docentes, gerenciales y tecnológicas, que busca desarrollar al talento humano, sus capacidades cognitivas, fortalecimiento de las habilidades y la parte creativa, teniendo siempre presente el humanismo, los valores sociocomunitarios y la democracia como motor de cambio y transformación social.

La formación de los futuros docentes hoy en día, constituye uno de los aspectos más importantes y de mayor interés que debe tener presente el gobierno en turno, para así lograr la excelencia educativa; porque el profesional del mañana no debe ser igual al de hoy en día, todo este proceso no recae solamente en las normales, sino que el maestro y la maestra en formación y en ejercicio también tiene responsabilidad en su formación.

Esta nueva visión del rol del docente nos invita a replantear nuestra práctica pedagógica y a convertir nuestras aulas en espacios de interacción en comunidad donde el aprender sea posible para todos y todas.

BIBLIOGRAFÍA

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