El Charrismo Sindical

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El día 27 de octubre la Secretaría del Trabajo y Previsión Social reconoció a Jesús Díaz de León como Secretario del Sindicato Ferrocarrilero y lo autorizó para cobrar las cuotas sindicales, despachar la correspondencia y tramitar las demandas de los ferrocarrileros. De inmediato se anunció por la prensa que en el sindicato petrolero habría también una campaña “depuradora”. El objetivo era paralizar las acciones de la coalición proletaria y proceder luego a su desintegración.

A poco tiempo Campa fue encarcelado, en tanto que Gómez Z. se entregaba en brazos de la burguesía gobernante por lo que fue liberado en breve plazo.

Así la burguesía engendró el charrismo sindical, así se inició una nueva variante de la política de intromisión burguesa en el seno de las organizaciones obreras.

Después de haber visto el marco histórico, el charrismo se puede definir de la siguiente manera:

- Por el empleo de las fuerzas armadas del Poder Público para apoyar una dirección sindical postiza. Actualmente, podemos poner de ejemplo el caso de Ayotzinapa donde se utilizaron las fuerzas armadas para reprimir a los estudiantes.

- Por el uso sistemático de la violencia. Esto se puede dar cuando una autoridad judicial hiere a un presunto culpable cuando no puede hacerlo.

- Por la violación permanente de los derechos individuales y colectivos de los trabajadores. Cuando a un trabajador no se le quiere hacer valer el valor de pedir información en su trabajo cuando es injusto su trato.

- Por el total abandono de los métodos democráticos. Los fraudes electorales son un claro ejemplo en la actualidad.

- Por la malversación y el robo de los fondos sindicales.

- Por el tráfico deshonesto de los intereses obreros.

- Por la invariable convivencia de los líderes espurios con el Gobierno y los capitalistas.

- Por la corrupción en todas sus formas. En México es evidente la corrupción desde un oficial quitando una infracción de tránsito hasta la corrupción entre los organismos federales.