El negocio de la Salud en Chile

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La sociedad chilena vive en una constante paradoja entre los derechos intrínsecos a la dignidad humana, que el país reconoce abiertamente y la realidad que se vive a diario en los diversos componentes de la red asistencial. Y a pesar de que “un sistema de salud, consiste en todas las organizaciones, personas y acciones cuya intención primordial es promover, recuperar o mantener la salud. Además los esfuerzos para influenciar sobre los determinantes de la salud, así como en las actividades directamente relacionadas con el mejoramiento de la salud” (OMS 2007). Esto no es siempre respetado a cabalidad, muchas veces los actores de esta gran red, dejan de hacer un bien social y se convierten en simples ejecutivos de este gran negocio, velando por el bienestar del sistema, más que de las propias personas.

El sistema de salud chileno que se nos ofrece, presenta una dualidad peligrosa, por una parte se nos entrega un sistema público, ofrecido por FONASA y por otro lado se nos incita a formar parte del privado, formado por las diversas ISAPRES.

Al enfrentar ambos sistemas, nos damos cuenta de la inequidad que existe en salud, pues el sistema privado privilegia a unos pocos frente al acceso y calidad de servicios, a cambio de mayores ingresos, lo que no es además del todo cierto, pues de la misma manera que actúan las aseguradoras en el documental, estas empresas llamadas ISAPRES, buscan su bienestar económico, aunque esto vaya en desmedro de la salud de las personas. Una vez que sus socios, no son rentables se desechan dejándolos sin previsión alguna, obligándolos así a recurrir a ese sistema que alguna vez ellos mismos vieron como la salud de los pobres.

Por otra parte, FONASA, fondo nacional de salud, que fue creado con una visión futurista, con el fin de lograr un sistema sanitario gratuito y solidario, presenta tantas carencias, que no cumple con las expectativas de toda la ciudadanía, por lo que las personas que mas aportes podrían hacer a este sistema y así mejorarlo, no se adhieren a él, y nuevamente caen en la discriminación frente a la asociación de este sistema con la gente más pobre.

La verdad es que el futuro de la salud en Chile es incierto, pues si bien la gente cada vez más se educa y toma conciencia de sus derechos, siguen existiendo grupos poderosos que disfrazan las verdades y distraen a la gente de las cosas que realmente importan. Todo esto con el fin de seguir llenando sus bolsillos a costa de los demás.

Cuando cada individuo se levante y alce la voz para reclamar el derecho a la salud, que por lo demás está respaldado en una constitución, cuando las personas se decidan a exigir a los poderes públicos que entreguen las condiciones que faciliten la mayor calidad de vida a los ciudadanos y que los gobiernos realicen políticas de salud pública, entendiendo la salud como un pilar fundamental de progreso y no un buen negocio, quizás y solo quizás, podríamos acercarnos a un sistema solidario, equitativo y justo para la dignidad humana.

Realizado por Karen Gallegos Reyes.