Enfermería en Salud mental
Enviado por Rimma • 26 de Enero de 2018 • 2.170 Palabras (9 Páginas) • 390 Visitas
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(1)Dr. Leonel Briozoo-Profesor Agregado de Ginecotocología
Facultad de Medicina - Universidad de la República-Miembro del C. E. del SMU
Presidente del Consejo Arbitral del SMU
A pesar de existir una diferencia funcional y orgánica, no se manifiestan de forma tan fuerte las diferencias jerárquicas y de poder, sin embargo su formación y su responsabilidad son muy distintas.
Llama la atención el hecho de que las zonas de estar de las enfermeras suelen aparecer acogedoras, provistas con mesas vestidas, comprados o confeccionados por ellas mismas con presupuesto común, con ornamentos que le aportan un aire doméstico y familiar.
El trabajo puede ser fuente de enfermedades tanto físicas como mentales. Los profesionales de la salud están especialmente expuestos a las llamadas patologías laborales, porque están más desprotegidos que otros sectores y no existe entre ellos conciencia real sobre sus derechos ni de las medidas de prevención que son responsabilidad tanto del Estado como del propio trabajador.
Referirse a la salud laboral y a los riesgos laborales, implica tener en cuenta el vínculo entre salud y trabajo. Nadie es absolutamente saludable sin trabajo, sin embargo, la conocida frase “el trabajo es salud” debe ser interpretada con mucho cuidado, ya que el trabajo será saludable, siempre que lo sean las condiciones en las que se desempeña.
“Merecer la vida no es callar ni consentir tantas injusticias repetidas… Es una virtud, es dignidad y es la actitud de dignidad más definida” (2)
“El prestigio o estatus institucional que privilegia al médico por sobre los enfermeros/as se refleja por las características de las instalaciones que les facilitan las instituciones para su desempeño”
Más allá de que la profesión de enfermería haya conseguido logros espectaculares, estos no han cambiado la imagen que de ella se transmite, tanto su estatus como su reconocimiento social son limitados.
(2) Eladia Blázquez – Cantante y compositora Argentina – Fragmento de su canción “Honrar la vida”
A pesar de que la enfermería es la más antigua de la artes y la más joven de las profesiones, es marcadamente femenina, con salarios reducidos, y la creencia de que es una profesión de baja formación académica. Conseguir reconocimiento es una tarea ardua, aunque se han conseguido avances importantes en la profesión con bases científicas.
Más allá de la labor diaria, el propio profesional de enfermería debe valorizarse como parte esencial de la estructura sanitaria, reconociendo su función. Se trata por lo tanto de acabar con esa imagen vocacional, y posicionarse como una profesión que cuenta con sus propios instrumentos y técnicas, con su propia identidad y protagonismo imprescindibles. Partiendo de esta base, desde el punto de vista profesional, existe la asignatura pendiente, la de conseguir el respeto a la disciplina, esto es, logrando el reconocimiento de la sociedad, emitiendo la imagen de un grupo cohesionado, con formación homogénea y con la suficiente fuerza para lograr la unidad.
La imagen de la enfermera está asociada al rol de madre cuidadora y al apostolado, quedando ésta, marcada a fuego en el colectivo social. Estas imágenes son una construcción social discriminatoria. Su fuerza reside en que los sujetos suelen convencerse de que “así son las cosas” o que es esa la única verdad sin reconocer los matices y menos su posibilidad de cambio. (3)
En diferentes entrevistas realizadas a los pacientes, se observa que al preguntar: ¿señor, que se le ocurre si le decimos la palabra enfermera? Responden “mujer vestida de blanco, impecable, que cuida a los enfermos, que los baña, y que le da inyecciones”. Se posiciona dogmáticamente el estatus de la enfermería por debajo del mérito real de una profesional que se limita a los quehaceres que nadie quiere llevar a cabo, pero que deben cumplirse para lograr la correcta atención del paciente.
(3) (Morgade 2001 Pag 18)
Una comunicación interprofesional adecuada y apropiada genera una cálida interacción enfermo-medico, así como, la comprensión de las respectivas áreas de responsabilidad y de los objetivos hacia el paciente sin prejuicios, sin
discriminación. El fracaso de la interacción entre enfermeros y médicos produce ambientes de trabajos insanos. (4)
Las actitudes discriminatorias o humillantes, ya sea en forma silenciosa o a los gritos, ignorarles o desautorizarles, no darles trabajo o hacerles cumplir tareas que no están a la altura de su calificación laboral, y obligarlos a trabajar en un sitio inadecuado, son actitudes que se constituyen en maltrato laboral. Las personas que lo padecen, se encuentran en relación de dependencia y esto tiene que ver con la seguridad económica como sustento familiar, por lo cual no poseen otra alternativa por más que las exigencias y requerimientos estén totalmente fuera de las obligaciones de su profesión.
La profesión es desvalorizada fácticamente al no poseer la misma cantidad de años de estudio que el médico, la enfermera no se encuentra apta para tomar decisiones importantes. Frases comunes como “los enfermeros ponen y sacan la chata” o “higienizan a los pacientes” o “cambian la ropa de cama” deberían eliminarse, ya que hoy los enfermeros tienen criterio y pueden evaluar al paciente.
El trato cotidiano de los médicos con el personal de enfermería, en la mayoría de los casos, es agresivamente autárquico y despectivo ignorando la labor de enfermería. Incluyendo en algunos casos a los médicos residentes, los cuales aunque posean escasa experiencia, se proyectan con altanera superioridad hacia el personal de enfermería dirigiéndose con considerable suficiencia, despreciando la experiencia que el personal de enfermería pueda poseer al tratar con cuestiones cotidianas diariamente por muchos años.
(4) (Revista Borroneo Nº 5 julio 2014).
Consultando a pacientes y familiares, sobre la aptitud y formación académica del personal de enfermería, considerando que es una carrera universitaria de grado, estructurada en cinco años para lograr la licenciatura y poseer título intermedio de enfermero profesional a los tres años de cursado real, responden lo siguiente:
- ¡Y!… creo que un año ¿no?
- Ninguno! hacen un curso para ser enfermeras, nada más,
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