Ensayo crítico en relación a la escuela, el currículum y el aprendizaje.

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La relación profesor-alumno es un proceso central en el ámbito afectivo del proceso de enseñanza-aprendizaje ya que define por sí mismo la relación afectivo-emocional entre el docente y el discente. Engloba aspectos como el respeto, el estar abierto a escuchar a los alumnos, el interés por ellos, por su aprendizaje, el atender a la totalidad de la persona, la confianza, es importante también animar a los alumnos, hacerles sentir valorados. (Torre J. & Gil E., 2004)

Bajo este planteamiento se puede establecer otro factor: el entregar refuerzos positivos a los alumnos puede mejorar sus conductas si es que éstas no son apropiadas.

El refuerzo positivo es aquel evento cuya presencia aumenta la probabilidad de que ocurra la respuesta. Por ejemplo: el afecto positivo, los elogios, la alabanza, las sonrisas, etc. Otro tipo de refuerzo positivo es el conocimiento de los resultados, por ejemplo, cuando los alumnos reciben de su profesora un feedback de que sus contestaciones son correctas o su conducta adecuada. Estos reforzadores positivos se corresponden con los premios o recompensas. (Escribano González, 2004)

Es común en las escuelas que los estudiantes reciban castigos como consecuencia de su mal comportamiento, pero, ¿Qué pasa cuando un estudiante realiza una acción positiva?, la mayoría de las veces estas conductas pasan desapercibidas para los docentes, o simplemente, el alumno recibe un “bien”.

Si se logra obtener una buena estrategia para moldear conductas, a través de diversos refuerzos positivos, es probable que los alumnos cambien su actitud y se interesen más en aprender, van a mejorar el comportamiento y eliminar las conductas negativas.

Conclusión

La base de una buena enseñanza-aprendizaje entre profesor y alumno es la comunicación, por lo que se concluye que la interacción comunicativa entre ambos participantes si influye en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que si establece una buena relación entre ellos es probable que se obtengan resultados mucho más positivos. Cabe destacar que el encargado de posibilitar un ambiente grato y de confianza es el profesor, él es quien debe tomar la iniciativa para luego en conjunto con los alumnos se construya paso a paso un proceso de feedback, donde todos sean partícipes activos del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Es primordial que el profesor tenga una actitud positiva si es que quiere lograr insertarse en el mundo de sus alumnos, ya que cada uno de ellos es diferente y tiene una historia y cultura distinta para que relatar, y el profesor debe inculcar en sus alumnos que todos son diferentes y se deben respetar esas diferencias. Si el profesor logra informarse en profundidad acerca de cada uno de sus alumnos, sus decisiones en base a los contenidos se pueden ajustar de forma más específica, asegurando un mayor aprendizaje.

En cuanto a la conducta de ambos participantes se observa que es una relación de causa- efecto, donde se obtiene que si el profesor tiene una mala conducta esto repercute en el interés de los alumnos y no se logran concebir aprendizajes, y si los alumnos tienen mala disposición a aprender, el profesor se desmotiva y no va a sentir necesidad de enseñar, por lo que es importante lograr una buena relación entre todos los miembros de la sala de clases, la cual se obtiene a través de la comunicación e interacción entre el profesor y sus alumnos.

Bibliografía

Escribano González, A. (2004). Aprender a enseñar: fundamentos de didáctica general.2da ed.

Torre Puente, J. & Gil Coria, E. (2004). Hacia una enseñanza universitaria centrada en el aprendizaje. Madrid.

VICENT, G.; LAHIR, B.; THIN, D. Sobre a história e a teoria da forma

escolar. en Tiramonti, G. (2005). LA ESCUELA EN LA ENCRUCIJADA DEL CAMBIO EPOCAL.