HIDATIDOSIS. Agente etiológico y Morfología
Enviado por Jerry • 29 de Mayo de 2018 • 2.710 Palabras (11 Páginas) • 360 Visitas
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La hidátide o quiste observa un patrón de crecimiento "tumoral" lento, con años de evolución; crece aproximadamente 1 cm por año y puede alcanzar un diámetro de hasta 20 cm. Cuando se localiza en el hígado y obstruye las vías biliares provoca alteración de las enzimas hepáticas y aumento de la bilirrubina (ictericia), siendo en ocasiones necesaria la resección de una parte importante del hígado. En formas poco desarrolladas se detecta por ecografía de hipocondrio derecho.
Cuando se instala, los quistes pueden adquirir grandes tamaños e invadir parte de un hemitórax, provocando tos irritativa, hemoptisis, incluso tos y molestias de las vías respiratorias superiores, hasta la evacuación parcial de su contenido.
La hidatidosis encefálica se descarta en la actualidad con técnicas no invasivas ni agresivas: RMI (Resonancia Magnética)y Tomografía Computarizada, dado que en su localización cerebral provoca convulsiones, alteraciones en los estados de conciencia y personalidad, dependiendo de la región afectada.
En los primeros estadios de la infestación, sea de humanos como de otros herbívoros, los quistes observan tamaños imposibles de ser detectados por técnicas radiológicas digitales, y para localizarlos se hace necesario recurrir a estudios de laboratorio: muestras analizadas al microscopio óptico, o estudios inmunitarios y serológicos específicos.
Patogenia y Patología
La hidatidosis, como cualquier infección parasitaria, sigue un ciclo relativamente complejo. En primer lugar, necesita de dos huéspedes, un huésped definitivo, el que posee la tenia o gusano en estado adulto, y un intermediario donde se desarrolla la tenia en estado de larva (quiste hidático). Este es el causante de la enfermedad hidatidosis de los humanos, más conocida como "quiste hidático o hidatídico". Los huéspedes definitivos son los cánidos (generalmente el perro), mientras que pueden actuar como huéspedes intermediarios varias especies de herbívoros y omnívoros, entre ellos el hombre. Las heces de los huéspedes definitivos juegan un papel fundamental para la expansión de la enfermedad, constituyendo el enlace entre los afectados por parásitos adultos que ya han puesto sus huevos, y los huéspedes intermediarios, portadores de las larvas.
Los huevos eclosionan en el interior del tubo digestivo, más específicamente en el duodeno, del hospedador intermediario y liberan las once esferas que traspasan la barrera intestinal y se difunden a través de la corriente sanguínea hasta que se alojan en el hígado, el aparato respiratorio/pulmones, los riñones, huesos y encéfalo del animal afectado, formando la forma larvaria o quistes en los que se multiplican miles de parásitos. El desarrollo de estos no se completa hasta que el animal muere y son devoradas o comidas sus vísceras por su hospedador definitivo, en cuyo organismo completan su desarrollo biológico en forma de tenia.
El ser humano es un huésped intermediario "accidental" en el ciclo reproductivo de la tenía, dado que no suele ser alimento de carnívoros, en tanto la oveja es la fuente de infección para los perros y lobos en zonas rurales de climas templados.
En el hombre la localización más frecuente de los quistes es hígado y pulmón. Otras localizaciones son: cavidad abdominal, sistema nervioso, riñón, bazo, músculos, huesos,etc.La patología que causa el quiste intacto es por compresión, desplazamiento o por ocupación de espacio, lo cual sucede de manera lenta y progresiva. Cuando hay ruptura se presentan complicaciones severas debidas a reacciones de hipersensibilidad.
Tratamiento
En las personas los quistes pequeños se tratan con medicación pero si alcanzan un gran tamaño se debe recurrir a la cirugía. En los perros también se realiza un tratamiento con medicación para evitar la eliminación del parásito por materia fecal. Actualmente el tratamiento farmacológico se utiliza solo en hidatidosis primarias en pacientes inoperables, quistes de menos de 7 cm. el fármaco más utilizado es el albendazol, que impide la utilización de la glucosa por el parásito.
Diagnostico
El diagnóstico clínico diferencial debe hacerse principalmente con las enfermedades tumorales que afectan hígado y pulmón. La clínica de la hidatidosis depende del órgano afectado y de la presencia de complicaciones, sin embargo, hay muchas personas asintomáticas en las cuales la presencia de quistes es solamente un hallazgo imagenológico. El diagnóstico de la hidatidosis se basa en los antecedentes epidemiológicos, el examen físico, el diagnóstico por imágenes y las pruebas serológicas. Se debería sospechar hidatidosis ante la presencia de una masa quística, especialmente ubicada en el abdomen o tórax, asociada a antecedentes epidemiológicos (lugar de origen, contacto con perros, familiar con diagnóstico de hidatidosis).
Para el diagnóstico serológico se utilizan técnicas de laboratorio para la detección de anticuerpos circulantes. Actualmente se utilizan métodos de enzimoinmunoanálisis (ELISA) y Western blot debido a su alta sensibilidad y especificidad. Estas técnicas permiten detectar anticuerpos específicos contra antígenos del parásito y son de elección si se desea estudiar casos sospechosos.
Epidemiologia
La hidatidosis unilocular está presente en zonas de Asia, África, Australia y de América en países como Uruguay, Argentina, Chile y sur de Brasil. En el caso de la Alveolar por E. multiloculares predomina entre el norte de Europa y Asia. Y la poli quística Por E. Vogeli es propia del trópico americano en países como Colombia, Ecuador, Venezuela y Brasil.
La presencia de ovinos y perros parasitados en el medio rural, ha posibilitado el desarrollo del ciclo de la enfermedad, colocando a la población humana residente en un permanente riesgo de contraer el parásito. En nuestro país, la enfermedad se mantiene principalmente a través del ciclo perro-oveja siguiendo en importancia el perro-cabra. No obstante, en otras zonas pueden también encontrarse otros ciclos como perro-cerdo y perro-vaca. Diferentes factores culturales, educativos, sanitarios, y económicos, posibilitan la perpetuación del ciclo parasitario. Un perro puede alojar cientos de parásitos en su intestino y eliminar miles de huevos, con la consiguiente contaminación ambiental en las áreas endémicas. De esta manera, el entorno de la vivienda rural (peridomicilio) donde los perros deambulan y defecan cotidianamente, es el lugar de mayor contaminación y riesgo para la adquisición
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